MIAMI.- “Para mí es un momento de júbilo pasar el 20 de mayo con los cubanos del exilio, en Miami, que es un lugar emblemático”, dijo Zoé Valdés en conversación con Diario Las Américas, a propósito de la conmemoración del aniversario 123 de la Proclamación de la República de Cuba, el 20 de mayo de 1902.
La laureada escritora, exiliada en Francia, realiza una visita a Miami, a donde está previsto presente su libro De las palabras y el silencio, también y como parte del activismo político que realiza en favor de su país de nacimiento, encabezará un encuentro el viernes 23 en la tienda Sentir Cubano y el sábado 24, estará presente en un maratón poético por la libertada, con escritores y exprisioneros políticos radicados en el sur de la Florida.
“Hace poco entrevisté a Mario Díaz-Balart y me decía, ‘a donde quiera que haya un cubano que esté luchando por la libertad de Cuba, su palabra es válida’, rememoraba Zoé.
“Y eso es verdad, no estamos solos. En Europa hay muchos cubanos que lo están haciendo, y desde hace mucho tiempo. No están solos ustedes aquí, no estamos solos nosotros allá”, resaltó. “Y eso es verdad, no estamos solos. En Europa hay muchos cubanos que lo están haciendo, y desde hace mucho tiempo. No están solos ustedes aquí, no estamos solos nosotros allá”, resaltó.
En ocasión de esta fecha patria, Zoé Valdés sugiere a los cubanos de hoy “reflexionar a través de la historia y de la realidad propia de ellos. De lo que se vivió en esa Cuba de antes y de lo que están viviendo ahora”.
Y precisó, “es el sentido de mi obra también. En cada novela y cada ensayo hago esa especie de análisis retrospectivo para situar a los cubanos en una realidad que probablemente no vivieron y que puedan ubicarse allí, en el momento en que Cuba fue un faro económico, en 1957 era el tercer país, después de Argentina y Venezuela, en importancia económica; por encima de España incluso y de algunos países europeos. Me gustaría mucho que esos cubanos se dieran cuenta de que ellos podrían regresar a lo que hicieron sus familiares, sus predecesores en otra época y que Cuba volviera a ser esa Cuba eterna de la que habla Diego Suárez, por ejemplo, uno de los pilares del exilio. De la que hablaba Jorge Mas Canosa, que tenía esos sueños que todavía existen tan vivos en el exilio. Siempre en este día pienso en los grandes cubanos que hemos tenido; algunos que siguen en Cuba y otros, que desde el exilio han creado pieza a pieza, como un rompecabezas, porque cuando sales al exilio el alma se te rompe y no sabes como volver a armarla, y con tiempo y dedicación vas haciendo ese rompecabezas que es esa isla soñada, en libertad. Creo que eso es lo que los cubanos debieran tener muy presente: cómo volver a hacerlo, desde cualquier lugar donde se esté, para poder hacer ese sueño realidad”.
El significado del 20 de mayo se les inculcó a los cubanos nacidos después de 1959 como una fecha de oprobio. En el criterio de Zoé Valdés hay antídotos para esa tergiversación de la historia.
“La lectura es importante, también oír a los mayores, los mayores nos enseñan mucho. Yo tuve por ejemplo una abuela muy antimachadista [por Gerardo Machado], muy probatistiana [por Fulgencio Batista], había vivido las dos épocas y cuando en Cuba nos decían horrores, a pesar de su antimachadismo, ella salvaba y hacía hincapié conmigo y con mi primo de los valores de esa época, de cómo los cubanos habían luchado por su independencia primero y después, por el establecimiento de una paz digna y una isla próspera”.
Y para la escritora uno de los pilares imprescindibles a recuperar para reconstruir la nación es la familia.
“Creo que eso es fundamental, la educación, la familia. Pienso que la familia se ha degradado mucho en Cuba, pero hay que volverles a decir a los cubanos que unos de los valores más importantes del ser humano son el padre, la madre, las abuelas, el sentido de la familia; que una sociedad tiene éxito cuando sabe que en el centro hay un núcleo importante de composición humana que es la familia”.
Zoé Valdés es una convencida de que el 20 de mayo se puede seguir celebrando como una fecha de esperanza.
Recuerda que alrededor del 20 de mayo hay dos fechas unidas, “la de mayor dolor, haber perdido al cubano más grande, el más universal, José Martí (19 de mayo de 1895). Sin embargo, el 20 de mayo (de 1902) es como la euforia de haber encontrado ese sueño martiano de independencia. El mensaje no puede ser más claro, hay una pérdida, pero hay un hallazgo, un encuentro y en ese encuentro ha habido un sacrificio, no sólo el de José Martí, el sacrificio de tantos cubanos”.
@IlianaLavastida