MIAMI.-En el último tramo de campaña, algunos medios de comunicación indicaron que Donna Shalala tenía la limitación del idioma -no habla español- para comunicarse con la comunidad latina del distrito 27, que comprende el 60% de su población.
MIAMI.-En el último tramo de campaña, algunos medios de comunicación indicaron que Donna Shalala tenía la limitación del idioma -no habla español- para comunicarse con la comunidad latina del distrito 27, que comprende el 60% de su población.
Y por lo tanto, ahí estaba su gran talón de Aquiles frente a su competidora la republicana María Elvira Salazar.
Sin embargo, la ganadora en la contienda por el distrito 27, tuvo una percepción distinta. Primero que todo, consideró que "no hay duda de que la comunidad hispana fue muy importante en mi triunfo", según lo declaro en entrevista para DIARIO LAS AMÉRICAS.
Segundo, el mensaje de su campaña - proteger el Obamacare, control de armas, reforma migratoria- lo combinó con un trabajo de campo muy extenso. "Fuimos a puerta a puerta, golpeamos más de 100.000. Para mi esto fue una campaña local, para la cual tenía que hacer muchas cosas diferentes. Estuve en La Pequeña Habana y en otros sitios de distintas comunidades, bastiones electorales de Ileana [Ros-Lehtinen]. Fui a los comedores y estuve en diferentes programas en los medios en español", explicó Shalala.
"Esta fue una campaña no sólo de temas sino de personalidades", matizó.
Consideró que sí funciona la publicidad negativa, en la que los candidatos se atacan los unos a los otros, con falsedades, medias verdades o, también, información precisa. "Los avisos negativos de Maria Elvira Salazar contra mi no funcionaron porque la gente me conoce y no creyó en su publicidad. Y no era de ella, sino del Partido Republicano", recalcó.
La congresista electa del distrito 27 -primera demócrata en ocupar ese escaño de la Cámara federal en 29 años - señaló que el gran reto que tiene por delante es tratar de trabajar con el Senado - de mayoría republicana- y que los demócratas "formulen nuestras prioridades. Hay que identificar los temas que sean de ayuda para nuestras comunidades".
Al respecto, enumeró varios proyectos en los que podrían ponerse de acuerdo Senado y Cámara, como el de infraestructura. No estuvo de acuerdo en la posibilidad de que se agudice el enfrentamiento partidista y haya una paralización de la actividad parlamentaria en Washington. "Creo que debemos aprender a llevarnos bien y trabajar juntos", precisó.
Los proyectos
Shalala está muy interesada en varios proyectos de ley. Uno de ellos es aprobar una prohibición de los rifles de asalto y un "sensato control de armas".
En cuanto al tema migratorio, quiere proponer una extensión del estatus de protección temporal (TPS) para venezolanos y nicaraguenses. "Y necesitamos un camino a la ciudadanía para la gente [indocumentada] que ya está aquí", complementó.
Enfatizó en que no se puede dejar de insistir en el tema migratorio, a pesar de que en las últimas semanas, antes de las elecciones del 6 de noviembre, el presidente Trump, a ojos de sus críticos, lanzó una campaña antiinmigrante con el tema de "la caravana que busca invadir a Estados Unidos, proveniente de Centroamérica".
En enero Shalala llegará a la oficina que ocupó Ros-Lehtinen durante varios años, en South Miami. "Tengo que trabajar en el proceso de transición con Ros Lehtinen. Estuve en su oficina un par de veces. Ella es una buena amiga mía. Y nunca me atacó durante la campaña", puntualizó.
La campaña que acaba de ganar en un distrito que ha vivido un gran cambio político, no fue especialmente dura para la expresidenta de la Universidad de Miami y ex scretaria de salud durante los ocho años de gobierno de Bill Clinton.
"He tenido trabajos muy difíciles durante toda mi carrera. Todo esto [la campaña] fue muy divertido. Y trabajaré muy duro [en Washington].