Exilio y servicio público
Lago tiene 45 años, nació en Miami, en el Mercy Hospital, y lleva más de una década viviendo y siendo propietario en el distrito 113. Creció en Westchester, en el seno de una familia marcada por el exilio cubano y las raíces gallegas. Sus padres nacieron en Cuba, su padre en Lawton, La Habana, y su madre en la región oriental. Los abuelos paternos eran gallegos, originarios de Galicia, y durante la revolución enviaron a su hijo adolescente a España para terminar la secundaria en La Coruña.
Su padre y su madre se conocen en Puerto Rico, se casan y viven unos años antes de mudarse definitivamente a Miami en 1976. Lago tiene una hermana nueve años mayor y subraya que su trayectoria personal resume, en buena medida, la historia migratoria del sur de Florida.
Cursó la secundaria en Christopher Columbus High School, un centro de los hermanos maristas, y después estudió Ciencias Políticas en Florida International University (FIU), donde también obtuvo una maestría en Administración Pública. Desde entonces, su relación con la política y la gestión pública ha estado ligada a la planificación urbana, las finanzas municipales y la búsqueda de modelos de desarrollo más sostenibles.
De estudiante trabajó en el Metropolitan Center de FIU, un centro dedicado a analizar y asesorar a ciudades sobre cómo atraer inversión, diversificar su base económica y rediseñar sus planes urbanos. Desde allí participó en estudios para West Miami y, más tarde, en un proyecto clave para la ciudad de Sweetwater.
Vivienda asequible
Lago empezó a trabajar en la administración de Sweetwater y terminó convirtiéndose en jefe de despacho del alcalde. Desde esa posición participó en uno de los hitos financieros y urbanísticos de la ciudad: la anexión del Dolphin Mall y el área que lo rodea. Ese cambio, aprobado en 2010, permitió que un presupuesto municipal de apenas 5,5 millones de dólares se convirtiera en uno de cerca de 19 millones, gracias a la incorporación de una base comercial que antes no existía.
Paralelamente, impulsó un cambio profundo en el plan de uso de suelo de Sweetwater para permitir edificios de entre 20 y 25 pisos destinados a estudiantes de FIU y a vivienda de trabajadores, siempre acompañado de estudios de infraestructura, drenaje pluvial y mejoras en calles. El objetivo era evitar que el crecimiento urbanístico se construyera sobre un sistema obsoleto.
En 2011 dejó el ayuntamiento, tres años antes de que el entonces alcalde -Manny Maroño- enfrentara problemas con la justicia, y pasó al sector privado. Desde 2012 se dedica al real estate comercial como bróker y consultor, con un enfoque muy concreto: encontrar terrenos y diseñar proyectos de vivienda para personas de bajos recursos y para la fuerza laboral local -workforce housing-. Asegura que esa experiencia le enseñó “dónde el gobierno puede hacerlo mejor” y cómo la política pública puede ayudar –o entorpecer– a que las ciudades sean más asequibles.
Aprendizaje de una derrota
No es la primera vez que Lago se presenta a un cargo electivo. En 2011 aspiró al escaño del Distrito 112 de la Cámara estatal, en una elección especial convocada tras la salida del entonces representante Esteban Bovo, que pasó a la Comisión de Miami-Dade. El distrito incluía áreas de Hialeah, Miami Lakes y zonas no incorporadas, también aspiró infructuosamente al Concejo de Hialeah. Por cerca de una década se desentendió de política.
Según refiere, en los últimos años, su implicación pública se ha reactivado desde otra trinchera: de las asociaciones de propietarios y juntas de condominios en Brickell, especialmente después del derrumbe de Champlain Towers en Surfside. Lago, que vive en un condominio en Brickell Key, se convirtió en una voz activa en el debate sobre seguridad estructural, reservas obligatorias y corrupción en las asociaciones.
Vicky López: un apoyo clave
La carrera de Lago hacia el Distrito 113 está inevitablemente ligada a la figura que pretende suceder en el cargo, la ahora comisionada del condado Miami-Dade, Vicky López. La conoció en 2022, cuando ella competía por ese mismo escaño a la Cámara, y desde entonces, confiesa, la veía “todas las semanas” en eventos comunitarios. El distrito, recuerda Lago, tiene alrededor de 667 condominios, “más que en toda Florida”, y López se involucró de lleno en ese tema, al igual que él. Desde la Cámara, la representante impulsó reformas emblemáticas: la ley de condominios que obliga a estudios de reservas estructurales y limita la posibilidad de que las Juntas renuncien a ahorrar para reparaciones críticas, y la agenda de workforce housing asociada al Live Local Act.
Para Lago, que ha trabajado precisamente en proyectos de vivienda y en la reorganización financiera de ciudades, el apoyo público de López es un aval significativo. La describe como una de las políticas “más trabajadoras” que ha conocido, alguien que logró, en cuatro años, resultados legislativos y presupuestarios que otros no habían conseguido en el doble de tiempo. Afirma que, como comisionada, el condado está “en buenas manos” con ella, y se presenta como el candidato que puede continuar y profundizar esa línea de trabajo, especialmente en vivienda e infraestructura.
Lucha contra la corrupción
Uno de los ejes centrales de la plataforma de Lago es la lucha contra la corrupción en los condominios. Parte de un diagnóstico claro. Durante años, muchas juntas de edificios evitaron hacer las reservas necesarias para reparaciones mayores y recurrían, tarde y mal, a special assessments que generaban conflictos internos y demoras peligrosas.
La ley impulsada por López —que él apoya— obliga ahora a establecer reservas obligatorias para componentes estructurales. “Si un techo de un millón de dólares tiene diez años de vida útil, el condominio debe reservar 100.000 dólares cada año para llegar a tiempo con los fondos”. Para Lago, eso corrige un problema de cultura y de gobernanza, pero no elimina por completo la corrupción. Por eso propone crear una oficina local especializada, bajo la autoridad del sheriff del condado, con recursos dedicados a investigar delitos en condominios. A su juicio, la oficina de la fiscal estatal Kathy Fernández Rundle no cuenta ni con el presupuesto ni con el personal suficiente para perseguir con eficacia esos casos. “En parte, porque muchos de sus abogados ganan alrededor de 50.000 dólares al año y son recién graduados”.
Su mensaje es directo, “si un miembro de una junta o un administrador comete un delito y roba a los propietarios, tiene que ir preso”. Y el Estado debe proteger tanto la seguridad física de quienes viven en los edificios como su patrimonio, “muchas veces el activo más importante que posee una familia”.
Live Local Act y el uso de los impact fees
Lago insiste en que la crisis de vivienda es otra prioridad “existencial” para el Distrito 113 y para el sur de Florida. Cuenta que, al recorrer la ciudad con su pareja, ambos se preguntan si sus futuros hijos podrán permitirse vivir en la misma comunidad. La combinación de salarios estancados y rentas disparadas está empujando a muchas familias a mudarse lejos de donde trabajan.
Su receta como representante pasa por ampliar la oferta de vivienda, “en particular workforce housing para policías, bomberos, maestros y enfermeras”, y por ajustar algunos parámetros del Live Local Act. Lago apoya la filosofía de la ley, que limita los precios máximos de alquiler de las viviendas asequibles y da incentivos a los desarrolladores, pero advierte que no todas las ciudades del distrito son iguales. Cita el caso de Key Biscayne, con una sola vía de entrada y salida y un tráfico ya colapsado, donde un aumento masivo de densidad sería, según él, insostenible.
También defiende la idea de introducir niveles escalonados en la escala del ingreso medio del área (AMI) para que los alquileres sean realmente accesibles a los trabajadores locales.
En paralelo, critica el uso histórico de los impact fees, las tasas que pagan los desarrollos nuevos para compensar su impacto en infraestructura. Para Lago, ese dinero no siempre se queda en los barrios que soportan el tráfico adicional, las inundaciones o la demanda de servicios. Pone como ejemplo Brickell y partes de la Pequeña Habana, donde se han levantado decenas de edificios, sin embargo, las calles siguen en mal estado y el drenaje es insuficiente. Como representante, promete enfocarse en traer recursos estatales y en exigir que las tasas se inviertan donde efectivamente se genera el impacto.
Alivio para mayores
En pleno debate legislativo en Tallahassee sobre múltiples propuestas de reforma del impuesto a la propiedad, Lago se posiciona a favor de dar alivio a los adultos mayores, pero con condiciones claras. Apoya la idea de eximir del pago de impuestos no escolares a los residentes de 65 años o más con vivienda principal (homestead), “siempre que se trate de personas con ingresos fijos y moderados”.
Es decir, defiende que cualquier esquema de exención sea “income-based”, basado en el ingreso, para evitar otorgar grandes beneficios a millonarios que no los necesitan. El candidato establece una línea roja. Afirma que no respaldará ninguna reforma que implique recortes al financiamiento de policías, bomberos, maestros y hospitales. “Si algo me pasa a mí, quiero que haya un hospital, que haya bomberos que puedan llegar a mi casa”, afirma. Para Lago, es posible equilibrar alivio tributario para quienes están jubilados y viven al límite, sin desmantelar los pilares del servicio público.
Signos de mejoría
Otro tema que asfixia a los residentes de Florida es el costo del seguro de propietario, especialmente en condominios y zonas de alto riesgo. Desde su experiencia como miembro de la junta de su condominio, Lago sostiene que las reformas aprobadas recientemente en Tallahassee empiezan a dar resultados.
Cuenta que la póliza del edificio donde vive pasó de un millón largo a 1,2 millones de dólares, sobre un presupuesto total de 5,5 millones. Este año, tras la renovación, el costo bajó a unos 690.000 dólares. Lo atribuye a la combinación de la reforma de responsabilidad civil y los cambios en el mercado de seguros, que han traído algo más de competencia.
Sin embargo, reconoce que aún queda mucho por hacer. Propone seguir ajustando el sistema, revisar comisiones, tarifas y crear condiciones para que más compañías se animen a asegurar propiedades en Florida.
Firmeza con criminales
Sobre la actual política migratoria es tajante al afirmar que cualquier persona que sea un criminal peligroso —violadores, abusadores infantiles, delincuentes violentos— debe ser deportada “lo antes posible”. Pero al mismo tiempo, pone rostro a otra inmigración. Menciona a “Juan”, el nicaragüense que limpia la piscina de sus padres, con 20 años en EEUU permiso de trabajo, una hija graduada en una universidad local y una trayectoria de contribuciones fiscales.
“Juan no es un criminal. No quiero que Juan tenga que irse de este país”, sostiene Lago, y extiende ese razonamiento a miles de venezolanos, cubanos, nicaragüenses, hondureños, colombianos y chilenos que huyeron de regímenes autoritarios o crisis profundas y hoy forman parte de la comunidad. Considera que es responsabilidad de los republicanos de Miami llevar ese mensaje a la dirigencia del partido, especialmente a quienes legislan desde estados con realidades muy distintas a las de Florida.
Educación y libertad
La educación es otro tema que conoce de cerca. Su padre trabajó como psicólogo para el sistema escolar y su hermana es maestra. En el plano estatal, respalda la expansión de los charter schools y los school vouchers, al entender que ofrecen alternativas a familias atrapadas en escuelas de bajo rendimiento.
A su juicio, la competencia puede ser una herramienta para mejorar la calidad educativa. Si una escuela pública no logra buenos resultados, dice, debe existir la posibilidad de que un operador de charter intente un modelo distinto en esa misma comunidad. Sin embargo, subraya que el Estado debe asegurar que las escuelas, sean tradicionales o charter, cuenten con recursos y supervisión adecuados.
¿Favorito del Partido Republicano?
Hay rumores que Lago sería el preferido del Partido Republicano para ocupar el escaño 113. Él rebaja esas versiones. Asegura que ha sido republicano toda su vida y que mantiene buenas relaciones con figuras del partido, pero niega ser el “candidato del establishment”.
Su estrategia, explica, no pasa por las estructuras internas del partido sino por el contacto directo con los vecinos. En un distrito con 667 condominios, el reto de tocar puerta a puerta es inmenso, pero ya participa activamente en asociaciones de propietarios en Brickell y en organizaciones vecinales como el Brickell Homeowners Association. Afirma que complementará ese trabajo con una fuerte presencia en redes sociales y recorridos por zonas donde sí es posible caminar y tocar puertas: Pequeña Habana, Coconut Grove, Key Biscayne, Shenandoah, partes de Coral Gables.
“Al final del día, si me quieren elegir será por las ideas que tengo, seré el escogido de la comunidad, que es lo que de verdad importa, no por ser el favorito del partido”, resume.
Vida personal y compromiso
Lago ha vivido 13 años dentro del Distrito 113 y lleva más de una década como propietario en la zona. Comparte su vida con su pareja, de familia cubana, cuyos padres también llegaron a EEUU por Pequeña Habana antes de asentarse en Key Biscayne y levantar un pequeño negocio en el Downtown, dentro del propio distrito.
En lo personal, se declara apasionado del tenis, del pickleball —que practica en varios parques de la ciudad— y del snowboard, deporte al que se ha dedicado durante años. Asegura que hace ejercicio todos los días y que intenta mantenerse activo, algo que considera fundamental para asumir una agenda de trabajo “24/7” entre Tallahassee y Miami.
Su pareja trabaja desde casa en el área de mercadeo, lo que, afirma, facilitaría la logística de una vida repartida entre la capital estatal y el distrito, sin renunciar a su negocio de bienes raíces ni a su presencia constante en la comunidad.
Mensaje a los votantes
En su llamado al voto, Lago sintetiza su oferta en tres grandes compromisos: combatir la corrupción en los condominios, hacer de Miami un lugar más asequible “para quienes trabajan y viven aquí, y traer recursos estatales para proyectos de drenaje, calles e infraestructura en todo el distrito”.
“Yo sé dónde está el dinero y sé con quién tengo que hablar para traerlo a la comunidad”, afirma, apelando a su doble experiencia en el sector público y privado. Se presenta como el candidato con más experiencia concreta en gestión urbana, vivienda y financiamiento de proyectos, y pide a los votantes que lo apoyen tanto si hay una elección especial como si compite en el ciclo ordinario.
“Le pido a la comunidad del Distrito 113 que me apoye como su representante estatal”, concluye. “Estoy listo para trabajar a tiempo completo por la seguridad, la vivienda, la infraestructura y el futuro de nuestras familias”.
Antes de ocupar el escaño del Distrito 113, Lago deberá enfrentarse en las primarias republicanas al empresario Tony Díaz y al excomisionado Bruno Barreiro, mientras que por el lado demócrata la contienda se definirá entre Justin Mendoza, presidente de los Jóvenes Demócratas de Miami-Dade, y la empresaria Gloria Romero Roses. Todo ocurrirá en una elección cuya fecha sigue siendo incierta, ya que el gobernador aún no ha anunciado cuándo convocará a las urnas.