MIAMI.- El gobernador de Florida, Rick Scott, urgió hoy al Gobierno federal "detener" la separación de niños inmigrantes de sus familias y pidió información sobre la reapertura de un albergue para estos menores en Homestead, al sur de Miami.
MIAMI.- El gobernador de Florida, Rick Scott, urgió hoy al Gobierno federal "detener" la separación de niños inmigrantes de sus familias y pidió información sobre la reapertura de un albergue para estos menores en Homestead, al sur de Miami.
"He sido muy claro en que no estoy de acuerdo con la práctica de separar a los niños de sus familias", manifestó Scott en un comunicado sobre la política de "tolerancia cero" anunciada hace seis semanas por el Gobierno del presidente Donald Trump.
"Esta práctica debe detenerse ahora", enfatizó Scott.
Entre tanto, el senador Bill Nelson, quien había cuestionado la falta de "reacción" del gobernador Scott sobre el tema, no pudo entrar hoy al albergue de Homestead para constatar las condiciones de estos menores indocumentados junto con la congresista Debbie Wasserman Schultz.
Nelson criticó en un comunicado que Scott "no tiene intención de denunciar y demandarle a su amigo Donald Trump que detenga esta práctica inmoral e inhumana, mientras que cientos de niños están siendo retenidos en centros en la Florida".
Tanto Nelson como Wasserman Schultz calificaron hoy de "ridículo" y sospechoso que el Gobierno federal les impidiera entrar y constatar personalmente las condiciones de niños inmigrantes.
Expresaron que la negativa evidenciaba que estaban "escondiendo" algo sobre este albergue con capacidad para al menos mil niños.
Por su parte, el gobernador Scott solicitó esta tarde al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) información sobre el albergue en Homestead.
La nueva política, que ha supuesto la separación de unos 2.000 menores de sus padres, ha generado una ola de rechazo entre la oposición demócrata, grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes e incluso algunos dirigentes republicanos.
El albergue floridano, que había sido cerrado en abril de 2017 tras acoger a cientos de niños indocumentados que llegaron sin acompañantes a la frontera con México, principalmente provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, huyendo de la violencia en Centroamérica y con el deseo de reunirse con sus parientes en el país, reabrió a inicios de año.
La oficina de prensa del HHS tampoco confirmó a Efe el número de niños albergados, ni si entre los que llegaron solos al país también hay de los que están siendo separados de sus padres en la frontera.
FUENTE: EFE