JESÚS HERNÁNDEZ
Este gran hombre, portador de un impresionante legado, será inmortalizado de pie, frente al mar que lo separó de la tierra que lo vio nacer
JESÚS HERNÁNDEZ
@hesushdez
Nuestra ciudad cuenta con la obra de grandes hombres como Monseñor Agustín Román (1928-2012), obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Miami, cuyo legado transciende las dotes religiosas y será reflejado en una escultura que descansará en los jardines de la Ermita de la Caridad, donde cada mañana rezó frente al mar.
“Monseñor Román fue el pastor espiritual del exilio cubano y todas las nacionalidades hispanas que han venido a Miami en busca de libertad y oportunidades”, manifestó a DIARIO LAS AMÉRICAS el rector de la Ermita de la Caridad del Cobre en Miami, el padre Juan Rumín.
El Santuario, construido en 1973 bajo la tutela de Monseñor Román, ha sido desde entonces refugio y símbolo de exiliados e inmigrantes.
“Todos encontraron en el padre Román y en este santuario un lugar de puertas abiertas. Él dejó una huella muy profunda en todos nosotros. Tan fuerte es la huella que dejó, que muchos recuerdan su imagen orando frente al mar, con el rosario en la mano, rezando por Cuba y todos nosotros. Por eso decidimos inmortalizar ese recuerdo en una imagen que cada uno de nosotros, hoy y mañana, las próximas generaciones, pueda apreciar, no sólo los cubanos, sino también, todos los pueblos que enriquecen esta ciudad multicultural”, resaltó.
Legados
De los tantísimos recuerdos que guardamos de Monseñor Román, destaca su mediación en la crisis de los prisioneros de Mariel en 1987, cuando los reclusos, que permanecían indefinidamente tras las rejas, ocuparon la cárcel de Oakdale y amenazaron con quitar la vida a 28 rehenes, si no se cumplían las demandas de libertad.
“Tuve la suerte, la dicha, de escuchar lo que sucedió en las palabras del padre Román. Me contó que cuando llegó a la prisión pidió a los reclusos rezar un Padre Nuestro, pero les dijo que no podían rezar mientras portaban armas en sus manos y en ese momento vio como los cuchillos cayeron al suelo como si se tratara de una gran señal, un milagro”, recordó.
La imagen que inmortalizará al padre Román no descansará en un pedestal, sino que será depositada en el suelo, en la tierra que él pisó cada mañana.
“No imagino a Román subido en un pedestal. No era su actitud ante la vida y las personas que lo rodearon. Él fue un hombre de pueblo, de origen campesino, muy orgulloso de sus raíces humildes, que todos podían saludar y abrazar. Era un hombre con los pies en la tierra. Y eso es precisamente lo que queremos reflejar, un hombre a la altura de todos, que a pesar de su gran preparación teológica y cultural, siempre supo hablarle al pueblo de una manera sencilla, por medio de imágenes y anécdotas que todos entendíamos muy bien”, subrayó.
Proceso creativo
El 5 de septiembre, a las 5 p.m., la imagen de Monseñor Agustín Román será revelada a los feligreses en los jardines de la Ermita de la Caridad del Cobre.
Pero antes que eso ocurra, un grupo de laboriosos artistas realiza un largo proceso de creatividad en los talleres de R.U.N. Art Foundry.
“El padre Rumín nos propuso hacer la escultura, a tamaño real y a partir de la fotografía donde se aprecia a Monseñor Román, de espalda, orando frente al mar, mientras el viento sopla y da movimiento a su vestimenta”, manifestó Reynold Stewart, quien, junto a Uldis López y Niels Moleiro, lleva las riendas de la plataforma creativa.
Por lo tanto, el equipo de artistas tuvo en cuenta varias imágenes e incluso videos, donde percibieron el rostro y las características físicas del sacerdote, para concebir la obra escultórica.
“Buscamos detalles muy puntuales que no apreciábamos en la foto de espaldas y necesitábamos conocer para crear el boceto inicial, como las líneas de la cara, las manos y también los zapatos, hasta el anillo que portaba con la imagen de la Caridad del Cobre”, explicó López.
Luego añadió: “Fue un trabajo de mesa, donde participó el escultor Alberto Noel Venereo. Juntos concebimos el boceto donde lo mostramos sujetando la cruz con una mano y el rosario con la otra”.
Gracias a la experiencia artística del equipo, que ha realizado esculturas de grandes artistas como José Bedia, Carole Feuerman y Pedro Pablo Oliva, entre otros, el proyecto inicial vio la luz antes de lo esperado.
“Llevamos el boceto al barro y completamos los detalles. Modelamos la pieza hasta crear lo que sabíamos cumplía con la imagen natural de Monseñor Román”, resaltó Stewart.
A medida que la pieza inicial era concebida en barro, el padre Rumín, así como personas que conocieron al sacerdote, acudieron al taller para supervisar la creación de la obra.
“Justamente antes de dar por terminada la pieza en barro, para realizar el molde en silicona, que luego es procesado para el paso final que conlleva a la pieza en bronce, tuvimos la visita de la hermana de Monseñor Román, Iraida Martínez, para conocer su opinión. Para nuestra sorpresa, se emocionó tanto que lloró”, recordó Stewart.
“Parece que está vivo”, exclamó en aquel momento Cristina Brito, quien fue secretaria de Román por siete años.
“Durante la última etapa de su vida, el padre Román no usaba espejuelos porque fue operado de cataratas, pero decidimos colocarle los lentes porque así es como lo recordamos”, resaltó Stewart.
De esta manera, el equipo de artistas recreó la imagen que el pueblo mejor recuerda de Monseñor Román y que la Ermita de la Caridad acogerá en sus jardines, precisamente en el lugar donde oraba cada mañana frente al mar.