MIAMI.- A siete se elevó el número de inmigrantes retenidos en el Centro de Detención de Krome, al suroeste de Miami-Dade, que han resultado contagiados con coronavirus, según un nuevo reporte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos ( ICE).
La semana pasada la cifra reseñada por esa agencia federal era de dos detenidos afectados por el virus, aunque un grupo de indocumentados recluidos en esa prisión dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que al menos 18 de sus compañeros tenían síntomas asociados a esa enfermedad.
Al respecto, Néstor Yglesias, vocero de ICE en el sur de la Florida, dijo que se siguen “tomando medidas para prevenir casos adicionales” en ese centro que alberga a inmigrantes a la espera de una decisión sobre sus casos de deportación del país.
El portavoz resaltó que en el sitio web de ICE se mencionan los “pasos” que se están dando para frenar el avance de la pandemia en estos reclusorios. Por ejemplo, casi 700 inmigrantes han sido liberados por ser vulnerables al contagio, “después de evaluar su historial de inmigración”, acorde con la página en línea.
Los detenidos Brian Aguilar, Rubén Flores, Kevin Pérez y Alex López, los tres primeros son hondureños y el cuarto de nacionalidad venezolana, se comunicaron con DIARIO LAS AMÉRICAS a través de la abogada de inmigración Kristy Figueroa-Contreras para narrar lo que viven a raíz de la crisis sanitaria desatada por la COVID-19 en esa prisión.
Según Flores, 18 presos que habrían resultado “enfermos”, cifra que no ha confirmado ICE, estarían “revueltos junto a todos los demás”, en un “edificio” en donde habría alrededor de 90 personas, al tiempo que aseguró que “las camas [en ese lugar] están casi pegadas, a unos tres pies [de distancia entre una y otra]”.
Por su parte, Aguilar aseguró que uno de los reos más afectados por supuestos síntomas del virus originario de China es un filipino, cuyo nombre no reveló. Se trataría de “un señor de 61 años”, quien presenta “calentura (fiebre), náuseas y dolor de cabeza, pero no le ponen atención”, aseguró.
Aguilar declaró que ese lugar es “un infierno”, dado que “a los oficiales no se les puede reclamar nada o pedirles una pastilla para un dolor de cabeza porque enseguida lo quieren mandar al pozo”, una celda en donde, según el informante, estarían aislados del resto.
Medios locales informaron que a principios de abril se registró una revuelta en el momento en que iban a ingresar otros inmigrantes al centro de detención. Según reportaron esos medios, algunos de los retenidos habrían solicitado que antes de admitir a nuevas personas se les hiciera una prueba de coronavirus, lo que habría desencadenado un altercado.
ICE reportó que uno de los contagiados en ese establecimiento carcelario es un ciudadano mexicano de 29 años. El reo fue transferido del Centro de Detención de Krome a un hospital local el 9 de marzo por un problema médico no relacionado con COVID-19.
Aproximadamente tres semanas después de ser ingresado en el centro hospitalario, el hombre comenzó a mostrar síntomas consistentes con COVID-19 y se le realizó una prueba de detección de virus en el hospital que dio positiva, de acuerdo con ICE.