domingo 14  de  septiembre 2025
HISPANIDAD

Idioma y diversidad cultural que nos une

La hispanidad es la identidad cultural compartida por pueblos que tienen la lengua española como eje central de una herencia que une a personas de diversas razas y nacionalidades

Diario las Américas | JESÚS HERNÁNDEZ
Por JESÚS HERNÁNDEZ

MIAMI. - La cultura hispánica, con la lengua española como elemento esencial, y la historia que nos une son motivos de celebración. Estados Unidos y el mundo iberoamericano festejan el bagaje histórico y la diversidad que nos caracteriza, mientras nos acercamos al 12 de octubre, cuando se escuchó por primera vez el idioma en tierras de América hace 533 años.

Herencia

Damos un vistazo a la historia y comprendemos que la hispanidad agrupa a más de 25 naciones y unos 600 millones de hablantes en el mundo que atesoran en sus raíces al idioma español por componente común.

De hecho, el concepto de la hispanidad trasciende los más de 530 años de historia de la lengua española en América y crece desmesuradamente con el contacto de otras culturas, otras razas.

Cierto es que hubo años oscuros de conquista, muertes y saqueos que muchos no olvidan, que fue típico de los años del Medioevo cuando el valor humano era únicamente secundario.

Los historiadores aseguran que la palabra hispanidad existe desde tiempos antiguos. Que tiene su nacimiento en el nombre Hispania que fue dado por los romanos a la península ibérica, que hoy es compartida por España y Portugal.

En 1803, el Diccionario de la Real Academia Española definió la palabra como sinónimo de hispanismo, y a esta como modo de hablar peculiar de la lengua española.

Hoy el gran vigilante de la palabra define a hispanidad como el “carácter genérico de todos los pueblos de lengua y cultura hispánica”, así como el “conjunto y comunidad de los pueblos hispánicos”.

Primera vez

Los libros de historia aseguran que la primera vez que se habló español en Estados Unidos fue en Florida, en el año 1513, cuando el almirante Juan Ponce de León, 107 años de la llegada de los peregrinos ingleses en el barco Mayflower, navegó por las aguas de la península floridana.

Afirman los historiadores, basados en apuntes de la época, que Pone De León desembarcó en la pequeña isla que hoy llamamos Key Biscayne y que bautizó Cayo Vizcaíno.

Que tocó tierra firme en lo que hoy conocemos como Miami y que allí, en la desembocadura del río, ordenó construir un pequeño campamento militar.

El navegante y sus hombres continuaron la ruta rumbo norte hasta tomar posesión de la península, que pensaron era una isla, el 2 de abril de 1513, dándole por denominación La Florida, por la festividad de la Pascua Florida.

Evolución

En Estados Unidos, donde la inmigración hispana ha formado parte del desarrollo de la sociedad, acorde con datos actualizados del censo nacional más de 60 millones de habitantes tienen origen hispano y hablan español, o al menos pueden comunicarse en ese idioma.

La lengua española en el país norteamericano está en constante contacto con el inglés, lo que implica una convivencia que conlleva a expresiones que son o no aceptadas.

“La realidad que afecta a la lengua, no solo en Estados Unidos sino en todo el continente americano, se tiene en cuenta y son aprobadas o no tras un minucioso proceso”, declaró el secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española, Francisco Javier Pérez, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS en Madrid.

De esta manera, surgen ‘nuevas’ palabras, fruto de la modernidad, como béisbol, jipi, kétchup, tuitear y pantis, pero otras como reporte, yin y marketing son también aceptadas por la muy respetada Real Academia Española (RAE).

“Melting pot”

Miami, con su amplia zona metropolitana, que suma hoy cerca de tres millones de habitantes, en la que más del 70% son hispanos, tiene por apelativo Puerta de las Américas. Esto significa su virtud internacional, con una impresionante diversidad cultural que denota cada una de las naciones que conforma a Iberoamérica, desde la Patagonia hasta el río Bravo, trayendo consigo la música, la gastronomía y las mejores costumbres posibles.

Desde el arribo de los primeros hispanos hasta el influjo de exiliados cubanos en los años 1960, que buscaban libertad tras la instauración de la dictadura castrista en Cuba, la continua afluencia de otras nacionalidades hispánicas encuentra en Miami el camino pavimentado para hacer sus sueños realidad.

Por un lado, arriban quienes buscan un lugar más seguro para trabajar y criar a sus hijos, otros escapan de la inseguridad socioeconómica o la falta de libertades.

“Fue difícil al comienzo. Me sentía fuera de lugar y sufría por estar lejos de mi familia, de mi tierra”, comentó María Ofelia, de origen cubano, que vino a Miami a finales de la década de 1990 con dos pequeños hijos.

Un par de años después, María Ofelia vio con sus hijos estudiaban y ella encaminaba su porvenir con un empleo que le daba suficiente para vivir con modestia.

“Comprendí que todo en la vida tiene su tiempo y me acostumbré, sin darme cuenta, a vivir en esta tierra como si fuera la mía”, reflexionó.

A diferencia de inmigrantes necesitados, que cruzan la frontera en busca de supervivencia, hay otros que tienen los medios económicos para realizar inversiones y afincarse en este país.

Entre ellos está Miguel Restrepo, un arquitecto colombiano, que luego establecer un nombre en su ciudad natal, Bogotá, optó por invertir sus ganancias en Miami para constituir una nueva firma.

"Miami es un lugar muy atractivo para los latinoamericanos. Pueden estar aquí, con toda su estabilidad sociopolítica y económica, y al mismo tiempo mantener sus raíces culturales", argumentó Restrepo.

Espanglish

Con la influencia inevitable de la cultura anglo y el idioma inglés, surge lo que llamamos espanglish, que tiene por primer indicio el habla del pueblo, dentro de los cánones de la lengua española con incidencia inglesa.

Hay quien menciona la existencia de un “español miamense”, que hasta hoy está dado mayormente por palabras y frases traducidas literalmente del inglés y no está apoyado por una estructura gramatical mínima que lo sostenga.

El profesor Oscar Menéndez, que impartió clases de español en Florida International University, señala que no hay un español miamense, sino un “vocabulario localista” que se emplea a diario.

Menéndez cree que la salud del idioma “depende de la importancia que le demos a la lengua y sus reglas mínimas”.

“Hay muchas maneras de estimular el buen uso del idioma, principalmente a través de la lectura y la escritura”, y señaló que los medios de comunicación, radio, televisión y prensa tienen la responsabilidad de promover el buen vocabulario.

No obstante, la radio, la televisión y en algunos casos la prensa y hasta escritores hacen lo contrario: estimulan, tal vez inconscientemente, el mal uso del idioma con la aplicación de palabras traducidas literalmente que no significan lo mismo en español.

“Hay palabras y frases innecesarias, cuyas relaciones ya existen en la lengua española, como “aplicar por un empleo” (por solicitar empleo), “alterar ropa” (arreglar ropa), “va a correr para alcalde” (aspira a ser alcalde), “la ciudad se incorporó” (se fundó) o simplemente “déjame saber” (avísame), que representan incoherencias y disparates que proceden de la traducción literal del inglés.

Luego el exprofesor reiteró que “además de informar, los comunicadores tienen la tarea implícita de ser instructores públicos del habla, la escritura y el conocimiento, y no deben estimular el mal uso del idioma”.

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