MIAMI.- JOSÉ PERNALETE / DLA
MIAMI.- Activistas en Miami calificaron como "un teatro político" la acción de la Procuradora General de la Florida que se unió a otros 25 estados para demandar la orden ejecutiva de Obama en beneficio de unos 5 millones de personas
MIAMI.- JOSÉ PERNALETE / DLA
@jpernalete
El monumento a La Antorcha de la Libertad, en Biscayne Boulevard, se convirtió este jueves en la primera manifestación proinmigrante de 2015, cuando un grupo se unió en rechazo después que la procuradora general de Florida, Pam Bondi, suscribiera la demanda contra la acción ejecutiva anunciada en noviembre del año pasado por el presidente Barack Obama.
La directora ejecutiva de la Coalición de Inmigrantes de Florida, María Rodríguez, dijo que el apoyo de Bondi a esa demanda contra la decisión adoptada por el Presidente representa “el intento de algunos republicanos de obstaculizar la implantación de programas que beneficiarán a más de 250 mil personas en este estado, además de impulsar la economía de la nación”.
Rodríguez considera que la postura “antiinmigrante de Bondi es un teatro político contradictorio a lo que han declarado hace seis meses cuando apoyaban a los dreamers […]. Un día quieren darle la oportunidad de estudiar a los jóvenes y al otro quieren deportar a sus padres”, dijo.
La demanda contra la acción ejecutiva del Presidente fue presentada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, y cuenta con el apoyo de la procuradora de Florida Pam Bondi, suscribiendo al estado en los propósitos que pretende el litigio. Según los activistas, el objetivo es detener el desarrollo de los programas DAPA (Acción Diferida para la Responsabilidad de los Padres) y DACA (Acción Diferida para Inmigrantes Menores). Estas normativas facilitan a más de cinco millones de inmigrantes sin documentos a solicitar permisos temporales de trabajo.
“Los republicanos están intentando inyectar un poco de razón pero Bondi no los escucha y les da la espalda a quienes están recibiendo un permiso temporal o una licencia de conducir, sin dudas es un malgasto de dinero salido de nuestros impuestos”, sentenció la líder comunitaria.
Los manifestantes confían en que esta demanda no preposterará judicialmente por debilidades jurídicas y aspiran a reunir firmas que respalde su protesta, además de que buscarán reunirse con la fiscal general de Florida en su oficina.
Moshe Valencia, unas de las que participaron en la protesta. (Giselle Santalucci / DLA)
Continúa la amenaza
Luego del anuncio del presidente de Estados Unidos en noviembre de 2014 sobre la “anhelada” acción ejecutiva que extendía el permiso de permanencia en el país a millones de indocumentados, muchos inmigrantes lograron liberarse de la amenaza latente de la deportación.
Sin embargo, la demanda del gobernador de Texas aviva este peligro para quienes cuentan con los requisitos exigidos por el mandatario a fin de que puedan volver realidad “el sueño americano”.
Al menos así se siente Bertha Sanles, quien llegó a EEUU hace 15 años procedente de Nicaragua. Sanles considera que el Partido Republicano está intimidando a la comunidad de inmigrantes, “yo invito a Pam Bondi a que nos dé una sola explicación para detener la acción del presidente Obama. La fiscal nos quiere desgastar”, lamentó.
Como activista de una organización sin fines de lucro, Sanles asegura que 70% de la población de Florida apoya la reforma migratoria y señaló que esta decisión ayuda a la activación productiva. “Yo pago mis impuestos desde que llegué a este país, nunca me meto en problemas y ahora sufro por el miedo a que mi hija y yo seamos deportadas”, comentó.
Por otra parte, la inmigrante peruana Moshe Valencia tomó la palabra en la manifestación y también alzó su voz en contra de la procuradora. Aseguró que ella y su hija sufren por una enfermedad degenerativa y que sin embargo siguen trabajando por conseguir un estatus legal.
“Los representantes electos están para velar por el futuro de quienes viven acá pero no entienden que unos niños sin sus padres no tiene futuro […] me parece increíble cómo algunos pierden la humanidad”, apuntó.
Explicó que el padecimiento de su hija adolescente no le ha obstaculizado la posibilidad de poder adelantar sus estudios y graduarse antes de tiempo. “Si la demanda se aprueba, no sólo corremos peligro por la deportación, sino que el futuro de salud y los sueños intelectuales de mi hija estarán rotos”, agregó.
La manifestación de este jueves y la recolección de firmas contra la demanda son actividades de organizaciones como United Families, ACLU de la Florida, United We Dream, Homestead Equal Rights for All, Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva, Centro de Trabajadores de Miami y la Coalición de Inmigrantes de la Florida.