MIAMI— Karla Hernández-Mats es la primera mujer hispana en dirigir el sindicato de maestros de Miami-Dade, United Teachers of Dade, UTD, una organización que representa a más de 20.000 educadores que trabajan en alrededor de 400 planteles educativos. Durante la pandemia ganó bastante notoriedad cuando alzó su voz para que se garantizara la seguridad de sus representados, llegando incluso a demandar al gobernador de Florida, Ron DeSantis, por emitir la orden de abrir las aulas físicas a partir de agosto de 2020, “cuando todavía no se había erradicado el COVID”.
Hernández-Mats forma parte de la primera generación de su familia que nació en EEUU, exactamente en el hospital Mont Sinai de Miami-Beach.
“Me crié en Hialeah, fui a la escuela pública, me gradué en Florida International University en Business Management y tengo también un grado en Educación Especial”, dijo Hernández-Mats.
Mujeres en la familia
La madre y abuela de Hernández-Mats jugaron un papel clave en la formación de su personalidad. “Mi madre fue secretaria y trabajó durante mucho tiempo introduciendo datos en una oficina. Ella era quien nos ayudaba con las materias de la escuela. Mi abuela fue fundamental en mi crianza. Aunque llegó a EEUU sin saber leer ni escribir, era muy luchadora y tuvo la inteligencia de hacer que todos sus hijos fueran a la escuela y que comprendieran el valor de la educación”.
“En mi casa se mantuvo la cultura hondureña, comíamos nacatamales, mi abuelita hacía tortilla de manos y mi relación con mi cultura ancestral fue también básica en la formación de mi personalidad”, sostuvo Hernández-Mats, cuyos ancestros pertenecieron a la cultura Maya.
Sindicada desde la cuna
Por la parte paterna, recibió las ansias reivindicativas y la sed de justicia. “Mi padre era contador en Honduras, pero al emigrar a EEUU desempeñó diversas ocupaciones, trabajó en la agricultura, cortó caña, cosechó tomates, estuvo en los Everglades. Unas vivencias que le sirvieron para darse cuenta del dolor de ser inmigrante”.
“Gracias a sindicalizarse, mi padre tuvo la oportunidad de aprender carpintería. Por ello, desde que yo era muy pequeña me inculcó la importancia de la lucha por los derechos laborales y humanos”.
Hernández-Mats pareciera predestinada a dirigir un sindicato. Participó en su primera manifestación siendo muy niña. “Tenía yo seis años y viajaba con mi padre en su auto y nos encontramos con una huelga de trabajadores. Creo que eran electricistas que pedían algunas mejoras. Mi padre parqueó el carro, me tomó de la mano para unirse a la huelga. Tenemos que ayudar al prójimo y a la comunidad para que todos podamos tener un trabajo digno, me decía mientras agitábamos las pancartas”.
Primera presidenta latina
Hernández-Mats siempre fue una activista, pero su pasión se incrementó al ser madre. “Después de tener mi primer hijo me hice más sensible al derecho del niño, los derechos humanos, el derecho de la mujer y comencé a ser más activa”.
A Fedrick C. Ingram, entonces tesorero del sindicato, le llamó la atención la labor de Hernández-Mats. “Me pidió que me postulara como secretaria tesorera y él se postularía a presidente”. Hernández-Mats ocupó el puesto de secretaria tesorera durante tres años y en 2016 alcanzó la presidencia sindical.
La lucha
Al valorar la situación de los maestros de las escuelas públicas de Miami-Dade, la presidenta del sindicato considera que la pandemia ha logrado que exista más empatía por el sistema escolar. “Por una parte, los maestros se han dado cuenta de lo fundamentales que son las escuelas para el avance económico de la comunidad. De la otra, los padres entendieron el valor, el esfuerzo y el tremendo trabajo que los docentes desempeñan cotidianamente”.
“A pesar de esa importancia [de su función], los docentes no están bien remunerados”, señaló Hernández-Mats. “Entre los factores que causan estos bajos ingresos, destaca el hecho de que la mayoría de los docentes son mujeres. Si fuera una profesión masculina tal vez la situación sería diferente”.
“En cuanto a nivel salarial, Florida ocupa el 47 lugar, entre los 50 estados. Nuestros maestros ganan un promedio de 48.314 dólares al año”. Realmente el Estado del Sol se encuentra al nivel de Arkansas y Dakota del Sur. Muy lejos de Nueva York, donde el promedio salarial de los maestros supera los 85.800 dólares, y de California, donde perciben 82.000 dólares anuales.
“A pesar de que nuestro distrito escolar recibe innumerables premios a nivel nacional por los programas que tenemos, todavía ese esfuerzo no se refleja en la remuneración que reciben nuestros maestros”.
Según Hernández Mats, queda mucha labor por hacer. “Por ejemplo, nuestros docentes carecen de licencia de maternidad, un beneficio común en otros países. Es algo en lo que, como nación, hemos fracasado”.
Hernández-Mats reconoció la calidad de los maestros de Miami-Dade. Destacó la importancia de que exista diversidad en la masa de educadores. “Es esencial que los niños se vean reflejados en sus líderes, en las caras que los animan y los inspiran. Es fundamental que el maestro se les parezca, hable como ellos y entienda su cultura, algo que lamentablemente no sucede en todos los distritos del país”.
Sobre la posibilidad de que hubiera racismo en las escuelas, Hernández-Mats consideró que tal vez pueda existir de forma muy sutil. “Sobre todo si prestamos atención a los datos y vemos como determinados grupos de niños están sobre representados en las tablas de fracaso por comportamiento. Es posible que ahí se manifiesten determinados prejuicios”.
A la pregunta de cuál sería su mensaje a una niña para que logre ser una líder en el futuro, Hernández-Mats sostuvo:
“Le diría que no tenga miedo, que tenga valor de levantar la mano y hacer preguntas incómodas y que esté dispuesta a dar un paso al frente, porque se aprende cuando preguntamos y cuando fracasamos. Por ello hay que tener valor para asumir la posibilidad de fracaso como parte del camino. Y cuando se alcancen ciertas metas, no olvidar lo recorrido, las raíces y, sobre todo, dejar la puerta abierta, especialmente a otras mujeres que por lo general encontramos más obstáculos por el camino”.
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