MIAMI.- Altos funcionarios del sur de la Florida estuvieron de acuerdo, según sondeo hecho por DIARIO LAS AMÉRICAS, en que aún es difícil calcular el costo de la inminente llegada de miles de puertorriqueños desplazados por la destrucción producida por el huracán María que dejó en ruinas a la llamada Isla del Encanto.
Pero lo que sí saben, y están preparados para afrontar, es que quienes lleguen serán bienvenidos y tendrán la atención necesaria en todos los aspectos.
“Queremos tener toda la flexibilidad posible y que los estudiantes no pierdan tiempo ni el interés de seguir sus estudios” explicó a DLA el presidente del Miami Dade College, Eduardo Padrón, quien anunció que la semana entrante el MDC empieza un curso y en enero de 2018 arrancará otro.
“Hemos estado en comunicación con el Departamento de Estado de Puerto Rico para hacer un puente entre las distintas universidades de la isla” informó Padrón. Él cree que será un proceso largo, no de pocos meses, pero la intención es que el MDC, como lo ha sido para estudiantes de otras nacionalidades, “sea un faro de esperanza”.
Eso significa que los jóvenes que lleguen, en promedio entre los 18 y 23 años, sea con sus familias o solos, puedan recibir del MDC no sólo educación sino los servicios para poderse establecer en la Florida. “Nosotros tenemos un sistema de apoyo muy completo. Podemos suministrar ayuda económica, orientar a los muchachos para que tengan acceso a esos servicios del Gobierno, como vivienda y atención médica”, añadió Padrón.
Inmigración ordenada
El distrito escolar de Miami-Dade está preparado para la posible llegada de cientos de niños procedentes de Puerto Rico. Según su superintendente Alberto Carvalho el distrito tiene un plan de refugiados que se actualiza cada año que ha servido para recibir oleadas sucesivas de inmigrantes de Cuba, Nicaragua, México, El Salvador, Honduras, Colombia, Venezuela, Haití, entre otros países.
“La diferencia es que estos muchachos son ciudadanos estadounidenses”, precisó. “No puedo proyectar cuántos vendrán pero sí puedo decir que vendrán de una manera ordenada”, recalcó en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS.
El aeropuerto en San Juan ha reiniciado de manera parcial sus actividades lo que significa que aún no hay un restablecimiento total de los vuelos comerciales. Cuando eso suceda tanto el distrito escolar como Tallahassee podrán calcular el número de estudiantes que vendrán a la Florida y en especial a Miami.
Carvalho ha estado en permanente contacto con la Secretaría de Educación de la isla con el propósito de coordinar la logística del traslado de quienes llegarán como desplazados de María.
El gobernador Rick Scott y la Comisión de Educación estuvieron en Puerto Rico para colaborar en anticipación al arribo de los jóvenes. “Sólo en dos días ya hemos inscrito a 20 estudiantes puertorriqueños”, indicó Carvalho.
Los costos
Los niños serán aceptados de inmediato al mismo tiempo que siguen el proceso burocrático de inscripción. Los ayudarán con las vacunas y están en conversaciones con el Departamento de Educación de la isla para que haya un entendimiento de los estándares y requisitos académicos de la Florida con el fin de que la transición sea lo menos traumática posible.
Ni Carvalho ni Padrón saben con exactitud el valor de recibir a las víctimas del huracán María. El MDC tiene la capacidad de absorber a 5.000 nuevos alumnos pero si sobrepasa ese número habría necesidad de acudir a la ayuda estatal y federal.
Carvalho anunció que ya está en conversaciones con el representante republicano Carlos Curbelo para saber cómo podrá ser el apoyo federal a los nuevos inmigrantes.
Para que quienes lleguen, acompañados o no, puedan recibir ayuda federal serán considerados, a la luz del gobierno central, como refugiados o indigentes. “Se van a extender esos recursos a menores que fueron desplazados, se quedaron sin techo, de pronto vivían en la pobreza, con limitaciones para hablar inglés. Hay que tener en cuenta además que han vivido una tragedia, por lo tanto tan van a necesitar apoyo psicológico”, advirtió el superintendente del distrito escolar de Miami-Dade.
“Nosotros estamos listos. Estos niños son ciudadanos estadounidenses pero llegarán con las mismas necesidades de otros inmigrantes. Tenemos la capacidad de apoyarlos, de darles la bienvenida y, por supuesto, necesitaremos el compromiso del estado y del Gobierno federal, acotó Carvalho.
Cuando lleguen las autoridades de la Florida tendrán que hacer unos cálculos distintos de los que hicieron, inicialmente, para dar los recursos. De igual manera el Gobierno central tendrá que aportar sus recursos para aquellos estudiantes que requieran aprender inglés.
Por lo general, hay un costo de 2.000 dólares adicionales por cada estudiante que se encuentra en ese proceso y, además, viven en la pobreza.
El golpe indirecto de María
El presidente de la Cámara estatal, Richard Corcoran, creó la semana pasada la comisión especial que tiene la misión de estudiar y proponer respuestas legislativas para responder antes, durante y después del paso de un huracán.
Corcoran nombró a su colega republicana Jeannette Núñez como la presidenta de la comisión. En diálogo con DIARIO LAS AMÉRICAS, Nuñez anunció que el comité tendrá su primera reunión el próximo 12 de octubre. “Supongo que abordará el tema de Puerto Rico, pero desde una perspectiva estatal con todas sus agencias”, afirmó.
“Tendremos la oportunidad de hablar de María cuando tengamos una mejor idea de su impacto a nivel estatal, nos va a afectar de manera indirecta en el sistema de educación y en los servicios que ofrecemos”, acotó.
Las reuniones del comité especial durarán cinco semanas. Tendrán que ver cómo afectará el huracán, que destruyó la infraestructura de Puerto Rico, el presupuesto de la Florida. “Hay un proceso en el Congreso para manejar esa nueva situación, tendrá que ser reevaluado el presupuesto en educación y eso dependerá del número de estudiantes que llegue”, expresó Núñez.