NAPLES.- El más reciente reporte de la FPL indicaba que de los 210.700 usuarios del servicio eléctrico en el condado Collier, al suroeste del estado de la Florida, todavía 58.800, es decir el 28%, se encontraban soportando la falta de energía en sus hogares o negocios como consecuencia del paso del huracán Irma.
Pero además de los apagones, DIARIO LAS AMÉRICAS comprobó que el ciclón causó graves destrozos en Naples, Marco Island y Everglades City, las tres municipalidades de ese condado, en donde el meteoro tocó tierra el pasado 10 de septiembre después de devastar a Los Cayos de la Florida.
La furia de la tormenta dejó sin techo a decenas de viviendas en sectores residenciales de Naples, y destruyó parcialmente algunos repartos de casas móviles, cuyos propietarios o inquilinos ya empezaron las labores de reconstrucción.
Entretanto, en Marco Island la fuerza de los vientos arrasó la cobertura del hotel Marriot, obligando al cierre indefinido de ese centro de hospedaje. Además, varias habitaciones de ese hotel resultaron parcialmente destruidas.
Uno de los sitios turísticos de mayor afluencia de visitantes, el muelle de Naples, aún el domingo se encontraba cerrado el público, mientras que la playa contigua presentaba una muy baja afluencia de bañistas que encontraron un balneario en el que persisten las secuelas de la tormenta.
Aunque gran parte de la atención se ha centrado justamente en los hogares dañados en el suroeste de la Florida, la condición de las playas es importante porque constituyen un “motor económico” para la región y el estado en su conjunto.
Asimismo, las playas de Marco Island siguen presentando un estado deplorable, con rastros de algas y objetos traídos por la marejada del huracán. Sin embargo, en este lugar el domingo había más presencia de bañistas.
A lo largo y ancho del condado, un alto número de cuadrillas trabajaban en la reconexión de los cables eléctricos que se vinieron al suelo tras las ráfagas de viento. También muchos postes y transformadores sucumbieron ante la severidad del ciclón.
Por ello, en Naples a lo largo de la US 41 la mayoría de los negocios se encontraban cerrados al público, y los pocos que estaban funcionando tenían carteles que decían que el servicio era limitado por la falta de energía eléctrica.
En el dowtown de la pequeña ciudad de unos 20.000 habitantes solo unos pocos restaurantes y tiendas de ropa y calzado se encontraban operando, al tiempo que las calles del área parecían más solitarias que en otras épocas.
(Ampliaremos esta información)