MIAMI.- La Unidad de Delitos Médicos del Departamento de Policía del Condado de Miami-Dade (MDPD, por sus siglas en inglés) arrestó a dos individuos por operar una clínica veterinaria no autorizada desde una residencia y practicar la medicina veterinaria sin licencia.
Según los investigadores, detectives de la Unidad de Delitos Médicos del MDPD recibieron un aviso de un dueño de un perro que había llevado al animal a esa clínica veterinaria operada desde una residencia privada. Al perro se le realizó un procedimiento quirúrgico, pero su herida se infectó más tarde, y finalmente un veterinario con licencia tuvo que amputarle la cola a la mascota.
La Unidad de Delitos Médicos del MDPD, en colaboración con los Servicios de Animales del Condado de Miami-Dade y el Departamento de Regulación de Negocios y Profesionales (DBPR, por sus siglas en inglés), realizó una orden de registro en la residencia.
Allí encontraron varios dueños de animales con sus mascotas esperando a que se realizaran diversos procedimientos veterinarios por estos individuos sin licencia. También se encontraron numerosos medicamentos recetados que estaban siendo administrados por personas sin permiso.
Dos de los sujetos que operaban sin licencia veterinaria fueron identificados como Robert Hernández Ferra, de 47 años, y David Villalonga Blondin, de 68 años.
Los investigadores descubrieron que estos medicamentos fueron obtenidos por los infractores de un verdadero veterinario con licencia. En esa línea, también los infractores fueron arrestados y acusados.
Las autoridades continúan investigando.
Es fundamental que los dueños de mascotas tomen medidas proactivas para garantizar la salud y el bienestar de sus animales. En primer lugar, es esencial realizar investigaciones antes de seleccionar un proveedor de servicios veterinarios. Se recomienda verificar que el veterinario elegido cuente con la debida licencia y esté autorizado para practicar la medicina veterinaria.
Esta información puede ser verificada a través de las autoridades pertinentes y registros profesionales. Además, es útil obtener referencias y opiniones de otros dueños de mascotas que hayan utilizado los servicios del veterinario en cuestión.
Además, los propietarios deben ser conscientes de las señales de advertencia de posibles prácticas veterinarias no autorizadas. Si la clínica parece operar desde una ubicación no convencional, como una residencia privada, o si se observa una falta de documentos oficiales y certificaciones en las instalaciones, hay que considerar estos elementos como banderas rojas.
Al tomar estas precauciones, los dueños de mascotas pueden contribuir a la protección y el cuidado adecuado de sus fieles compañeros.
FUENTE: MDPD