domingo 1  de  diciembre 2024
TEMPORADA CICLÓNICA

Milton, Helene y Debby: la trilogía de huracanes que golpeó a Florida en 2024

La temporada ciclónica de 2024 deja una estela de destrucción, con una sucesión de tormentas que causaron estragos sin precedentes en Florida

Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- La temporada de huracanes de 2024 deja una huella devastadora en Florida, lo que marca uno de los períodos más intensos y destructivos en la historia reciente del estado.

A medida que la temporada llega a su fin este 30 de noviembre, el balance de los daños ocasionados por los ciclones presenta un panorama sombrío para el Estado del Sol.

Milton

El huracán Milton se erigió como uno de los protagonistas más temibles de esta temporada. El meteoro de categoría 3 azotó Florida con vientos de hasta 129 millas por hora (207 km/h) y dejó tras de sí una estela de destrucción.

Al menos 16 personas perdieron la vida en varios condados, mientras que más de 3.4 millones de hogares y negocios quedaron sumidos en la oscuridad por largas horas debido a cortes de energía.

Las inundaciones provocadas por Milton fueron particularmente severas en el centro y este de Florida, causando daños significativos en infraestructuras críticas.

El huracán tocó tierra cerca de Siesta Key, en el condado de Sarasota, con vientos máximos sostenidos de 120 millas por hora (193 km/h). La tormenta atravesó la península de Florida de oeste a este y mantuvo su fuerza de huracán durante gran parte de su trayectoria.

En Tampa, se registraron precipitaciones de hasta nueve pulgadas (23 cm) en apenas tres horas, lo que provocó inundaciones repentinas y emergencias en toda el área de la bahía. Los condados más afectados incluyeron Hardee, Manatee, Sarasota, Pinellas, Hillsborough, Polk, Pasco y Charlotte.

El impacto de Milton se extendió más allá de los vientos y las inundaciones. Se reportaron al menos 19 tornados en varias zonas de Florida como parte de los efectos del huracán.

En la ciudad de Fort Myers, los fuertes vientos derribaron árboles, postes eléctricos y arrasaron los techos de numerosas estructuras.

Las autoridades ordenaron la evacuación de los residentes en la Zona A, así como de aquellos que vivían en casas móviles, construcciones de baja calidad o zonas propensas a inundaciones.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, informó que más de 50.000 técnicos trabajaron en la restauración del servicio eléctrico.

Helene

El huracán Helene trajo consigo una devastación sin precedentes en Florida y fue catalogado como uno de los ciclones más destructivos que han azotado el estado en décadas.

El 26 de septiembre, Helene tocó tierra en la región de Big Bend, en la costa noroeste de Florida, como un poderoso huracán de categoría 4 con vientos sostenidos de hasta 139.8 mph (225 km/h).

La furia de Helene se ensañó particularmente con la costa del Golfo de Florida y dejó a su paso un panorama de destrucción comparable a las secuelas de una "bomba nuclear", según algunos damnificados por la tormenta.

En la región de Big Bend, los niveles de agua superaron los 4.5 metros sobre el nivel del suelo, por lo que algunas comunidades quedaron sumergidas durante varios días.

El impacto en la infraestructura fue severo. Más de 3 millones de personas en Florida quedaron sin electricidad en los días posteriores al paso del huracán.

Aunque para el 1 de octubre la mayoría había recuperado el servicio eléctrico, aún quedaban 49.000 clientes, principalmente en áreas rurales, a la espera de que se restableciera la energía.

Las imágenes de la destrucción en localidades como Steinhatchee eran impactantes. La recuperación se prevé larga y compleja. Expertos estiman que tomará al menos seis meses para que algunas áreas comiencen a levantarse.

El gobernador DeSantis declaró el estado de emergencia para 41 condados antes de la llegada de Helene. Se desplegaron más de 217 miembros de la Guardia Estatal y se activaron 100.000 socorristas para atender las necesidades más urgentes.

Los daños materiales en Florida fueron astronómicos. Moody's Analytics evaluó que los daños totales causados por Helene en el sureste de Estados Unidos se ubicaron entre los 15.000 y los 26.000 millones de dólares. Sin embargo, para Florida específicamente, las pérdidas podrían ser aún mayores.

Debby

A principios de agosto, el huracán Debby añadió su nombre a la lista de tormentas que han castigado este año al estado de Florida.

El meteoro tocó tierra cerca de Steinhatchee, en la región de Big Bend, alrededor de las 7:00 a.m. del 5 de agosto, como un huracán de categoría 1 con vientos máximos sostenidos de 80 millas por hora (129 km/h).

Debby dejó al menos cuatro muertos en Florida, incluidos dos niños.

Las lluvias intensas y las marejadas ciclónicas asociadas a Debby provocaron inundaciones peligrosas y dejaron a miles sin electricidad.

El impacto más significativo de Debby fue el desbordamiento de afluentes y las inundaciones repentinas causadas por lluvias torrenciales.

En partes de los condados de Manatee y Sarasota, las precipitaciones totalizaron entre 15 y 20 pulgadas (38 a 51 cm), lo que provocó el cierre de numerosas carreteras y requirió rescates acuáticos de vehículos varados, hogares y apartamentos en vecindarios de la zona.

La tormenta también generó marejadas ciclónicas de 3 a 5 pies (0,9 a 1,5 metros) por encima del nivel del suelo normalmente seco en la región de Big Bend. Además, se emitió una alerta de tornados para ciertas áreas de Florida hasta la mañana del lunes 5 de agosto.

Después de su paso por Florida, Debby se desplazó hacia Georgia y Carolina del Sur, donde se pronosticaron lluvias récord de hasta 30 pulgadas (76 cm) en algunas zonas.

Su movimiento lento y la gran cantidad de precipitaciones convirtieron a Debby en una amenaza prolongada para el sureste de Estados Unidos, extendiéndose más allá de su impacto inicial en Florida.

Más tornados

Un aspecto particularmente alarmante de esta temporada ha sido el aumento inusual en la actividad de tornados.

Florida se posicionó entre los cinco estados con más reportes de estos fenómenos en el país, con 178 tornados generados por las tormentas tropicales y huracanes.

Esta tendencia ha llevado a los expertos a considerar la inclusión de Florida en el llamado "Corredor de Tornados", una designación que subraya la creciente vulnerabilidad del estado ante estos eventos extremos.

Análisis

El impacto acumulativo de estos ciclones ha sido catastrófico. Ciudades como Tampa, Sarasota y Orlando sufrieron daños severos, con algunas áreas que experimentaron marejadas ciclónicas de hasta 15 pies (4.5 metros).

Las inundaciones han sido una constante, de allí que los esfuerzos de recuperación se vieron obstaculizados por la sucesión rápida de eventos meteorológicos.

A medida que Florida se enfrenta a los desafíos de reconstrucción y recuperación, la temporada de huracanes de 2024 quedará grabada en la memoria colectiva como un recordatorio sombrío de la fuerza implacable de la naturaleza y la urgente necesidad de mejorar la resiliencia y preparación ante estos fenómenos cada vez más frecuentes e intensos.

Con el denominado cambio climático como telón de fondo, la pregunta que queda en el aire es si esta temporada excepcional se convertirá en adelante en la nueva normalidad para el Estado del Sol.

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@danielcastrope

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