MIAMI.- Decenas de personas en el condado de Broward, al norte de Miami, continúan lidiando con los estragos que ocasionaron la intensa lluvia el jueves.
MIAMI.- Decenas de personas en el condado de Broward, al norte de Miami, continúan lidiando con los estragos que ocasionaron la intensa lluvia el jueves.
Casi 26 pulgadas de lluvia cayeron en Fort Lauderdale en apenas unas horas y paralizaron automóviles en calles inundadas, cerraron el aeropuerto internacional, el puerto y las escuelas.
Una especie de tsunami cayó del cielo y tomó a casi todos por sorpresa.
Tres días después, el agua acumulada continúa retrocediendo lentamente, no sin antes ocasionar pérdidas materiales.
En Fort Lauderdale, las calles están despejadas, pero muchas casas y patios siguen inundados.
“Todo está dañado”, declaró a DIARIO LAS AMÉRICAS Clara Martínez. “Todos los electrodomésticos, el calentador de agua, todo está dañado”.
El ayuntamiento de Fort Lauderdale, así como la autoridad condal de Broward, continúan bombeando agua en lugares como Edgewater, al norte del centro urbano de Fort Lauderdale.
“Continuamos trabajando, ya que quedan de dos a tres pies de agua en algunas áreas”, comentó el alcalde de Fort Lauderdale, Dean Trantalis.
No obstante, muchos preguntan por qué la red de alcantarillado no es lo suficientemente capaz para lidiar con tanta lluvia.
“No es usual que tengamos 24 pulgadas de lluvia en apenas 20 horas”, señaló William Hansley, ingeniero de obras públicas en el condado Broward.
De hecho, la red de alcantarillado está diseñada para procesar de cinco a 10 pulgadas de lluvia, que son las cantidades habituales en una situación extrema.
“Pero, 26 pulgadas es mucho. Si es confirmado establecería una nueva marca en Florida”, subrayó.
Al sur de Broward, en Miami-Dade, la lluvia fue insistente y fuerte por momentos, pero no tan intensa.
Acorde con el estudio científico de National Oceanic and Atmospheric Administration, publicado por The Washington Post, el Golfo de México que se calienta más de lo usual y el aumento del nivel del mar a lo largo de las costas este y oeste de Florida, la posibilidad de fuertes aguaceros crece.
“Toda la costa sureste y la costa del Golfo está sintiendo el impacto de la aceleración del aumento del nivel del mar”, declaró al periódico el científico Jianjun Yin, de la Universidad de Arizona.
El agua de mar más cálida se expande en volumen, y la Corriente del Golfo, más cálida de lo usual, “es una importante corriente oceánica que fluye desde el Golfo y hacia el norte hasta la costa este de Florida y más allá”, explicó.
Por otra parte, el agua más cálida en el océano también genera huracanes mayores y destructivos, como Ian, que azotó el suroeste de Florida el año pasado y acabó con la vida de 152 personas y produjo pérdidas materiales estimadas en 113.000 millones de dólares.