MIAMI.- El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó que está monitoreando de cerca una zona de baja presión en el suroeste y centro del Mar Caribe, que podría convertirse en la próxima depresión tropical en el Atlántico.
El Centro Nacional de Huracanes vigila una nueva formación ciclónica en el mar Caribe, mientras Florida se recupera del impacto de tres huracanes recientes
MIAMI.- El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó que está monitoreando de cerca una zona de baja presión en el suroeste y centro del Mar Caribe, que podría convertirse en la próxima depresión tropical en el Atlántico.
Según los últimos informes del NHC, existe una probabilidad media del 40% de que se forme un sistema tropical en los próximos días.
Los modelos meteorológicos actuales sugieren que, de formarse, el sistema se dirigiría hacia el suroeste del Atlántico.
La posible formación de este sistema subraya la actividad inusual de la temporada de huracanes 2024, que ya ha visto 15 tormentas con nombre y 10 huracanes.
Aunque es tarde en la temporada que finaliza oficialmente el 30 de noviembre, los expertos advierten que el Caribe sigue siendo un área propicia para el desarrollo de ciclones tropicales hasta principios del próximo mes.
Las autoridades locales en las áreas potencialmente afectadas están en alerta, actualizando sus planes de emergencia y preparándose para posibles evacuaciones si fueran necesarias.
El NHC dijo que continuará emitiendo actualizaciones regulares sobre este sistema en desarrollo. Se recomienda a los residentes de la región caribeña y a quienes tengan planes de viaje en la zona que se mantengan atentos a los pronósticos oficiales y sigan las recomendaciones de las autoridades locales.
La temporada de huracanes de 2024 ha sido particularmente devastadora para Florida, con tres huracanes sucesivos -Debby, Helene y Milton- que impactaron el estado en los últimos meses.
El ciclón Debby fue el primero en golpear a principios de agosto, causando inundaciones significativas en la región de Big Bend de Florida.
Con acumulaciones de lluvia de hasta 15 pulgadas en algunas áreas, Debby provocó inundaciones generalizadas y daños por marejada ciclónica de 3 a 5 pies por encima del suelo normalmente seco en las zonas costeras.
Aunque menos intenso que sus sucesores, Debby dejó a muchas comunidades vulnerables y con recursos agotados.
Apenas unas semanas después, el huracán Helene azotó el estado como un poderoso huracán de categoría 4 el 26 de septiembre. Helene causó una destrucción catastrófica, con al menos 25 muertes solo en Florida y daños estimados entre $10.5 y $17.5 mil millones.
La tormenta dejó un rastro de comunidades devastadas desde la costa del Golfo hasta las montañas de los Apalaches, afectando gravemente áreas históricas como Asheville en Carolina del Norte.
Milton, el tercero de los huracanes descrito como "la tormenta del siglo" por el presidente Biden, tocó tierra como un huracán de categoría 3 el 9 de octubre.
Milton golpeó áreas que aún se estaban recuperando de Helene, exacerbando los daños existentes y complicando los esfuerzos de recuperación en curso.
La tormenta causó una marejada ciclónica significativa, inundaciones generalizadas y dejó a casi un millón de personas sin electricidad en los primeros 15 minutos después de tocar tierra.