jueves 14  de  marzo 2024
INMIGRACIÓN

Willy Allen: Quienes buscan asilo en la frontera sur de EEUU enfrentan un panorama "muy incierto"

El abogado de inmigración Willy Allen analiza que las recientes medidas migratorias de cero tolerancia hacen cada vez menos probable y riesgoso el ingreso a los Estados Unidos
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- Mientras más “dura” se torna la política de “cero tolerancia” en materia de inmigración, por parte de la actual administración, las probabilidades de ingreso a EEUU son “más y más difíciles”.

Así lo advierte el reconocido abogado de inmigración Wilfredo “Willy” Allen.

La posibilidad de cruzar la frontera entre Estados Unidos y México para miles de migrantes depende cada día más de la "suerte" para afrontar “serias dificultades” que se desprenden de las nuevas medidas migratorias implantadas por la Casa Blanca, apuntó el letrado en declaraciones a DIARIO LAS AMÉRICAS.

Para Allen, el panorama que se puede apreciar en la frontera es “muy incierto”. A comienzos de la semana en curso, una directriz emitida por el Gobierno de Trump obliga a los migrantes a solicitar primero asilo en un tercer país si quieren ser elegibles para optar por esa misma protección en EEUU. Sin embargo, no es “ciento por ciento seguro” que el inmigrante pueda lograr su cometido.

De tal manera, a tenor de la nueva disposición, una persona que llegue a la frontera con México, y previamente haya transitado por otro país, ya sea Guatemala, Honduras o Nicaragua, por ejemplo, tiene que demostrar que trató de solicitar asilo político y fue rechazado en alguna de esas naciones para luego tener un “chance mínimo” de ser admitido en EEUU.

El letrado también lo explica de otra forma: “Pensemos que la persona está en México y ese país le ha ofrecido refugio, sin importar su nacionalidad. De inmediato, ese migrante descalifica para poder solicitar asilo político en EEUU, ya que las autoridades estadounidenses consideran que estaría seguro en un tercer país”.

Estados Unidos justificó la medida sobre la base de que “nuestro sistema interno” está recibiendo “cargas abrumadoras (…) causadas por los solicitantes de asilo que no buscan protección en el primer país disponible” y considera a quienes tratan de conseguir ese beneficio como “migrantes económicos que carecen de un temor legítimo”, según Kevin McAleenan, secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional.

La espera en México

La reciente determinación anunciada por los Departamentos de Justicia y de Seguridad Nacional de EEUU se produce en momentos en que los solicitantes de asilo político en la frontera quedaron conminados desde hace algunos meses a esperar una respuesta en territorio mexicano gracias a un acuerdo de entendimiento entre los gobiernos de los dos países.

“Yo he tenido llamadas y correos de personas en México que han sido devueltas a esperar futuras vistas en corte en noviembre o diciembre, mientras que otras ya están programadas para estos días”, aseguró Allen, quien insiste en que la “suerte” se ha convertido en un factor determinante en estos casos.

De cualquier forma, la ampliación del denominado Protocolo de Protección a Migrantes (MPP), acordado con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, implica “largas, medianas o cortas esperas” del lado mexicano. De hecho, en lugares como Ciudad Juárez se concentran “miles de migrantes” que no tienen otra opción que “ser pacientes y esperar”.

Para los cubanos en tránsito hacia Estados Unidos, esta medida representa un fuerte revés. Desde enero de 2017, cuando el saliente presidente Barack Obama derogó la política “pies secos, pies mojados” estos inmigrantes tenían la opción de prolongar su estadía en EEUU a través de una solicitud de asilo para acogerse al año y un día a la Ley de Ajuste Cubano, como lo establece esa legislación.

Allen estimó que la frontera con México no solo está “complicada” para los cubanos, sino también para los venezolanos, congoleses, armenios, hondureños y personas de todas las nacionalidades que quieren ingresar a EEUU. “A todos los tratan por igual”, subrayó.

El letrado opinó que a los cubanos “poco o nada” les sirve que el Gobierno de Nicaragua haya flexibilizado los trámites para la obtención de una visa de ese país. “En estos momentos, hay cientos de cubanos que han ido a Nicaragua con una visa que consiguen muy fácil, pero tienen que pasar primero por Honduras, Guatemala y México antes de pretender ingresar a EEUU”, dilucidó.

“Frontera esquizofrénica”

Allen es más incisivo y considera que la frontera “en estos momentos es esquizofrénica”, en donde —a su juicio— “cualquier cosa puede pasar y cuando uno menos lo cree, sin esperarlo, lo que uno piensa que es imposible, puede resultar posible”.

Para sustentar sus palabras, el reconocido abogado se refirió al caso de un cubano que el lunes pasado logró obtener una fianza por 17.000 dólares para quedar en libertad provisional mientras avanza su proceso. “Hoy [miércoles] la familia ya está pagando esa fianza, así que pronto debe estar en camino a Miami”, señaló.

Una “señora” no corrió con la misma suerte. Al presentarse en la frontera —según Allen—, la inmigrante presentó la documentación requerida y, conforme al nuevo acuerdo con México, fue devuelta a ese país, conminada a esperar una entrevista en el mes de noviembre próximo.

El litigante añadió que la ciudad de ingreso a Estados Unidos, el oficial de inmigración y “muchas otras circunstancias” juegan un papel importante en el desenlace de una solicitud de asilo político. “Si tienes suerte, te dejan entrar y hasta puedes obtener un parole de manera inmediata”, puntualizó.

Cifras conocidas por DIARIO LAS AMÉRICAS dan cuenta de que en los últimos meses alrededor de 500.000 personas han llegado a México con intenciones de entrar a los Estados Unidos. La mayoría de los migrantes son centroamericanos, cubanos y venezolanos, de acuerdo con esas estadísticas.

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