BUENOS AIRES.- REDACCIÓN WEB / DLA
Según informa El Clarín los funerales del fiscal argentino, Alberto Nisman ocurrieron la mañana de este jueves en medio de aplausos y gritos de decenas de personas que se acercaron a la casa velatoria a despedirlo.
Luego de una ceremonia religiosa a cargo del rabino Marcelo Polakoff, y la participación del filósofo Santiago Kovadloff y el vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, según informó la Agencia Judía de Noticias, el cortejo se dirigió al cementerio de La Tablada.
El mismo periódico argentino, El Clarín, reseña que entre aplausos y gritos de "Nisman, presente", "Argentina, Argentina" y "Justicia" de los compatriotas que se acercaron, a la carroza fúnebre que trasladaba los restos del fiscal emprendió el trayecto hacia el cementerio, custodiado por la Policía Federal.
"Yo estoy muy triste. Queremos justicia. Por eso estoy acá". "Esto que sucede en el país es una lástima. Necesitamos otra dirigencia política". "Vengo a presentar mis respetos a un fiscal de la Nación que nos defendió", fueron algunas de las frases que pronunciaron frente a los medios la gente que estaba en la puerta de la Casa O'Higgins, en el barrio porteño de Belgrano. En esa casa velatoria, desde este miércoles a la noche, despidieron los restos del fiscal en una ceremonia íntima. Sus hijas y su mujer fueron de las primeras en llegar y este jueves lo recordaron también con dos emotivos avisos fúnebres.
A pesar del carácter privado y de la lluvia que cubrió la ciudad gran parte del día, mucha gente concurrió ayer a la casa velatoria para dejar una flor y apoyar a la familia con carteles. "Todos somos Nisman", podía leerse. "Basta de corrupción e impunidad K", decía otro afiche.
El momento de mayor tensión se vivió cerca de las 22, cuando ingresó a la funeraria la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, en medio de silbidos e insultos de los presentes.
Nisman fue hallado muerto el domingo 18 de enero, en el baño de su departamento en Puerto Madero, con un disparo en la cabeza de un revólver calibre 22 que se encontraba bajo su cuerpo. El 19 se iba a presentar ante el Congreso para explicar la denuncia en la que acusó por encubrimiento del atentado a la AMIA a la presidenta Cristina Kirchner y a su canciller Héctor Timerman.
