Vivir en Venezuela se ha convertido en una pesadilla. La escasez, la falta de medicamentos y la inseguridad son algunos de los problemas que afectan a diarios a los ciudadanos. Pero a la familia Riso Herrera, habitantes del pueblo de Carrizales en el estado Miranda, le llegaron todos los problemas a la vez, cuando funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) dieron muerte a su hijo de 16 años, durante un operativo especial montado con una alcabala en un sector popular de la capital mirandina; en circunstancias que aún están por aclararse.
La versión oficial fue que hubo un enfrentamiento, que había armas; por lo que los medios de comunicación prestaron poca atención al hecho. Pero cuando la madre del joven recuperó sus fuerzas después de conocer la noticia de que su único hijo había sido asesinado, se organizó con familiares y amigos para clamar justicia y exigir cárcel para los culpables.
Según la versión del diario Avance, periódico de la capital del estado Miranda; el joven fallecido estaba junto a su padre de nombre Alexis Ramón Riso y de un amigo llamado Johnny Cerpa. Iban en el vehículo del papá quien se había tomado unas cervezas, después de su jornada laboral la tarde del viernes.
Herrera y familiares estuvieron en el lugar donde ocurrió el fatal incidente en Los Barriales. Allí conversaron con testigos de lo ocurrido. Según comentarios de los habitantes, los uniformados nunca le dieron la voz de alto, sino que los siguieron y comenzaron a disparar contra el carro, logrando herir con un tiro en la cabeza al menor, que murió en el sitio, mientras que a su padre le dispararon en varias partes del cuerpo. Al parecer no había luz en la calle, ni conos, ni señales que advirtieran a los conductores que allí había una alcabala.
Por los impactos, Riso perdió el control del vehículo y se estrelló contra una vivienda. “Vecinos trataron de ayudarlos pero los funcionarios de la GNB lo impidieron, en ese momento mi hijo ya estaba muerto. Recibió dos tiros uno en la cabeza y otro en el torax”.
Trascendió que Riso fue trasladado a un hospital público, donde su estado de salud es crítico. Herrera manifestó que “desde el sábado a su esposo no le han prestado el apoyo médico que requiere, pues está custodiado por funcionarios de la GNB que solo le permitieron ver a su familia el domingo por la tarde. Necesita una operación en el brazo izquierdo, pero no saben para cuándo pueden hacérsela ya que el hospital no cuenta con insumos médicos, ni anestesiólogos”.
Se conoció que la otra persona que estaba dentro del vehículo fue llevado a la Fiscalía general de la República, ya que está acusado de haberse enfrentado a los funcionarios de la GNB; mientras que una comisión de la fiscalía visitó al herido en el hospital, porque no logró ser trasladado por su crítico estado de salud.
Familiares y vecinos de la zona exigen justicia, alegan que las víctimas son inocentes, nunca han tenido antecedentes penales ni han estado presos. Herrera indicó que “la Guardia dice que dentro del vehículo había un arma, lo cual es falso, ninguno de ellos tenía pistolas”. La madre del joven asegura que desea limpiar la memoria de su hijo. “Ellos se equivocaron. Él no tenía armas, era un joven que no le hacía daño a nadie. No era un malandro. Quiero que la memoria de mi hijo sea limpiada y que haya justicia”.
Además denunció que las pertenencias de su hijo como las de su esposo fueron retenidas por los funcionarios y todavía no se las han entregado. Nadie sabe dónde están. El vehículo fue llevado a un estacionamiento donde lo desvalijaron. “Hay muchas irregularidades en torno al caso. Mi esposo recuerda que los funcionarios cuando se dieron cuenta que él estaba vivo, gritaron que quedaban dos vivos. Mi esposo llegó sin ropa al hospital donde fue trasladado”.
Protesta en apoyo
Un grupo de habitantes de Los Barriales se concentró a las afueras de los tribunales con la finalidad de protestar.
Vecinos, que prefirieron resguardar su identidad por temor a represalias, exigieron justicia y aseguraron que el consejo comunal de la zona apoya la buena conducta de los implicados y señalaron que acudirán a los organismos que sean necesarios para comprobar la inocencia de Cerpa y Riso.
Uno de los allegados de las víctimas expresó que existen muchas irregularidades en torno al caso, por lo que piden que se haga justicia. "No le dan la voz de alto en una calle oscura. Los persiguen, les disparan en la cabeza y además les quitan sus pertenencias. Hasta cuándo los abusos por parte de estos funcionarios que se suponen son la autoridad. ¿En quién confiamos?".
País militarizado
Venezolanos a través de las distintas redes sociales han denunciado que desde hace una semana la ciudad militarizacion de la ciudad se ha hecho más evidente. Desde el aeropuerto Internacional de Maiquetía hasta la ciudad capital (28.7 kilómetros /18 millas) hay cuatro puntos de control con la Guardia Nacional Bolivariana mostrando armas largas. Los amigos de la familia Herrera señalan que este error ya se ha cometido en otros casos, sin que haya una verdadera toma de decisiones que evite estos criminales hecho. “Cuando ves que los tiros son a la cabeza, sabes que ellos no quieren mediar o detener a nadie, sino matar a quien sea. Otra vez se volvieron a equivocar y mataron a un niño inocente” dijo un amigo del joven fallecido.
