miércoles 11  de  septiembre 2024
CENTROAMÉRICA

La violencia en Centroamérica no da tregua

Este país registró un promedio de 15,2 asesinatos diarios por cada 100.000 habitantes durante el primer trimestre de 2015, según estadísticas del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), lo que contradice al presidente Otto Pérez, quien afirma que la violencia muestra tendencia a la baja como prometió en campaña electoral, en la que ofreció “mano dura” contra la criminalidad

SAN JOSÉ.- JOSUÉ BRAVO
Especial

Los nuevos enfrentamientos armados entre autoridades y grupos de delincuentes, así como el hallazgo de los cuerpos de cinco pandilleros ejecutados en una finca en el oeste del país, es apenas un detalle del crecimiento de la violencia en El Salvador, uno de los países que integran el llamado Triángulo del Norte en Centroamérica, región considerada entre las más violentas del mundo.

Los cinco miembros de la pandilla Mara Salvatrucha, sacados antes de sus casas por desconocidos, fueron ejecutados en una zona rural del municipio Chalchuapa, a unos 78 kilómetros al oeste de la capital; al tiempo que circulaba un video en la que un supuesto policía pidió a sus compañeros aplicar la ley "ojo por ojo y diente por diente" con los pandilleros.

Como parte de esta guerra anunciada, las pandillas han incrementado sus ataques contra los policías con granadas fragmentarias. En lo que va del año han matado a 19 policías. Definitivamente la violencia no da tregua en este pequeño país de 21.000 kilómetros cuadrados, llamado El Pulgarcito de América, así como en países vecinos con alta inseguridad como Guatemala y Honduras.

Con 6,27 millones de habitantes, El Salvador ha registrado 19 homicidios múltiples en lo que va de 2015, más del doble de los ocurridos en el mismo período de 2014, según la Policía Nacional Civil (PNC), que reporta 9 masacres (seis triples, dos cuádruples y un séxtuple, es decir, 32 víctimas), muchos de ellos relacionados a la narcoactividad, según el director del Instituto de Medicina Legal, Miguel Fortín.

De esa guerra violenta tampoco se salvan los miembros del batallón militar que custodia al mandatario Salvador Sánchez Cerén. Uno de sus guardias, quien descansaba en una hamaca en su casa ubicada en una zona rural, fue asesinado frente a su madre, esposa e hijos. En total tres militares han sido asesinados por las pandillas en lo que va de 2015.

En marzo se registró el asesinato de 16 salvadoreños por día para un total de 481, según la PNC, convirtiendo en este mes el más violento en este siglo. Si la tendencia continúa, al final del año 4.500 salvadoreños habrán sido asesinados. El incremento coincide con el regreso a las cárceles de líderes de tres pandillas, así como el discurso del mandatario, Salvador Sánchez Cerén, de no “volver al esquema de entendernos y de negociar con las pandillas porque eso está al margen de la ley (…). No vamos a ceder ni un solo espacio a la delincuencia”.

En Guatemala, el otro país que integra el inseguro Triángulo del Norte en Centroamérica, los crímenes siguen a la orden del día.

Este país registró un promedio de 15,2 asesinatos diarios por cada 100.000 habitantes durante el primer trimestre de 2015, según estadísticas del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), lo que contradice al presidente Otto Pérez, quien afirma que la violencia muestra tendencia a la baja como prometió en campaña electoral, en la que ofreció “mano dura” contra la criminalidad.

Las cifras indican que fueron asesinados 1.587 guatemaltecos, 144 más que en el mismo período de 2014. Las necropsias realizadas por la institución detallan que la mayoría de las víctimas (77.04%), murieron por heridas de arma de fuego. De esa mayoría, 107 personas eran de sexo femenino.

Las autoridades estiman que casi el 50% de las muertes violentas en Guatemala está asociada principalmente al narcotráfico y a la lucha entre la pandillas o maras.

En Honduras, durante los primeros tres meses del año, se registró el asesinato de 1.248 personas, lo que da un promedio de 13,6 asesinatos diarios y una baja del 18% respecto al 2014, según un informe preliminar del Ministerio de Seguridad.

A pesar de la disminución, el índice de asesinatos sigue siendo elevado, con una reducción de apenas 2,6 crímenes diarios en comparación con igual lapso de 2014. El mes más violento de 2015 fue enero, con 464 asesinatos, y el menos sangriento fue febrero, con 361.

Tegucigalpa y San Pedro Sula, las ciudades más importantes del país centroamericano, siguen siendo las que registran los índices más altos de homicidios.

En 2014 se registraron en Honduras 5.891 homicidios, 540 menos (8,3%) que en 2013, cuando sumaron 6.431. La violencia también fue causada por el crimen organizado y el narcotráfico.

Esta ola criminal sangra los recursos de los países e impide el desarrollo. Enfrentar la violencia le cuesta 36.715 millones de dólares a Centroamérica y República Dominicana, según el Institute For Economics and Peace, que elabora el Índice Global de Paz (IGP).

La cifra es el triple del Producto Interno Bruto de Nicaragua (PIB), el país más pobre del área y un 14% del PIB regional. En los países del Triángulo Norte, la violencia sigue siendo una situación delicada, según IPG.

Estados Unidos ha prestado atención al problema, tanto que el vicepresidente Joe Biden ha sostenido una reunión con los presidentes Juan Orlando Hernández, de Honduras; Otto Pérez (Guatemala), y Salvador Sánchez Cerén (El Salvador).

Los gobiernos centroamericanos planean, junto a Estados Unidos, la dinamización del sector productivo, el desarrollo del capital humano, el mejoramiento de la seguridad ciudadana y el fortalecimiento de las instituciones. “Si los presidentes de la región están interesados en impulsar este plan, nosotros vamos a ayudarles (...). Se debe garantizar que las instituciones funcionen a favor de los comunes y corrientes”, indicó Biden.

Después del encuentro, Biden urgió al Congreso en marzo a aprobar los 1.000 millones de dólares solicitados para el plan Alianza para la Prosperidad.

Biden insistió en el Capitolio en los tres objetivos de esos fondos para reforzar la seguridad: reducir la violencia, luchar contra la corrupción y proporcionar asistencia técnica para atraer inversión internacional hacia la región.

En la Cumbre de las Américas desarrollada el fin de semana en Panamá, el presidente Barack Obama renovó el compromiso con Centroamérica para resolver los problemas que generan la emigración hacia el norte, como lo es la violencia, entre otros aspectos.

Tras el encuentro, el presidente Sánchez Cerén destacó el trabajo conjunto que realiza su Gobierno con el de Estados Unidos "a través del impulso de acciones en áreas prioritarias como la lucha contra el narcotráfico, crimen organizado y las pandillas".

"Lo que es bueno para la región, es bueno para Estados Unidos", expresó por su parte el mandatario estadounidense.

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