NUEVA YORK.- dpa
NUEVA YORK.- Los dibujos animados de la muy impredecible familia lograron captar la atención de los menos jóvenes desde el primer día
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A lo largo de los últimos 25 años volaron casas por los aires, se enfrentaron a un presidente de Estados Unidos y entraron en contacto con repugnantes extraterrestres: el miércoles 17 se cumple un cuarto de siglo desde que los amarillos Simpsons irrumpieron en la pequeña pantalla, y aún hoy siguen protagonizando la serie más longeva de la televisión estadounidense.
Cuando comenzaron, allá en 1989, estaban pensados para rellenar las pausas del Tracy Ullman Show en la Fox. El programa pronto desapareció, pero los divertidos personajes animados convencieron a los directivos del joven canal estadounidense. Hoy, muchos se preguntan si la Fox habría sobrevivido aquellos años sin "Los Simpson". Y es que la serie no sólo les reportó dinero y fama, sino que además se convirtió en un hit que exportaron a numerosos países de todo el mundo.
Al comienzo, la crítica no estaba del todo convencida con las aventuras del naive padre de familia Homer (Homero, en Latinoamérica), la agobiada Marge, el descarado Bart, la sabelotodo Lisa y la pequeña Maggie, que en 25 años no se ha quitado los pañales y sigue sin aprender a andar ni a hablar (excepto la palabra "daddy", papá, pronunciada en su versión original por la entre tanto fallecida diva Elizabeth Taylor).
Para los estadounidenses más devotos, la serie era demasiado herética, las organizaciones de mujeres la consideraban demasiado descarada, los islamistas demasiado occidental, los rusos demasiado americana. Y lo más importante de todo: ¿dibujos animados para adultos? Sin embargo, los Simpson resultaron ser perfectos como producto de marketing, y no sólo en televisión: hoy en día es posible decorar una casa exclusivamente con productos inspirados en estos seres amarillos. O construírsela.
Como hace un cuarto de siglo, el núcleo sigue estando en Springfield, la ciudad natal de la familia. A qué ciudad estadounidense corresponde es algo que el creador de la serie, Matt Groening, dejó a propósito abierto. Y el resto, deriva de su propia biografía: los nombres de los protagonistas son los de su familia y muchos de los personajes secundarios están inspirados en otros reales. Ese microcosmos en el que para cada grupo laboral y tipo de persona hay un alter ego es uno de los puntos fuertes de Los Simpson.
Además, los personajes invitados también han contribuido a su éxito. Entre los que prestaron su voz alguna vez a los amarillos dibujos figuran desde tres de los cuatro Beatles a Michael Jackson, el cineasta alemán Werner Herzog o el primer ministro británico Tony Blair. Eso sí, la cuestión de las voces no ha estado exenta de polémica.
Tras la temporada 23, Fox pidió a los protagonistas de la serie que aprobaran un drástico recorte de sus sueldos -que con más de 250.000 dólares por episodio de 23 minutos siguen siendo astronómicos-. Actualmente van ya por la temporada 26 y, aunque de los 13,4 millones de espectadores que vieron la primera sólo queda la mitad, su cuota de pantalla sigue siendo estable y un sueño para la mayoría de series.
Hace cinco años, Los Simpson superaron el récord del western Gunsmoke como la serie más longeva de la pequeña pantalla estadounidense. Los treintañeros de hoy prácticamente no conciben la televisión sin estos entrañables personajes. Con 31 Emmys en su haber, lideran también el ranking de trofeos y sus protagonistas han sido homenajeados con sellos de correos. Incluso Marge Simpson llegó a posar casi desnuda para la revista Playboy.