CARACAS.- REDACCIÓN DLA / EFE
El presidente Nicolás Maduro prevee una insurrección mundial de obreros y campesinos si el imperialismo, como llama a Estados Unidos, "toca a Venezuela" de manera directa o a través de "sus lacayos internos".
"Si a Venezuela llegaran a tocarla algún día, ¡Ay, Dios santo! Por eso, lo mejor es la paz y Dios proveerá paz, amor y vida", exclamó tras avalar una afirmación que en ese sentido hizo el líder del Movimiento Sin Tierra de Brasil (MST), João Pedro Stédile, de visita en Venezuela.
En cadena nacional obligatoria de emisoras de radio y televisión, estatales y privadas, Maduro advirtió que Stédile tenía "una lengua picante" luego de que este dijera que los opositores venezolanos son parte de una "derecha desvergonzada, una derecha de mierda que algún día el pueblo pondrá en su debido lugar".
La alocución de Maduro se cumplió a propósito de la inauguración de un supermercado construido cerca de Caracas con ayuda brasileña, para fortalecer la distribución estatal de alimentos y neutralizar el "desabastecimiento inducido" que forma parte de la "guerra económica" que él denuncia.
Halagos… para quien lo apoya
"Bueno, como ustedes pudieron ver, João Pedro Stédile tiene una voz y una lengua picante", dijo Maduro y destacó que el líder popular brasileño también forma parte de la llamada Vía Campesina, que aglutina a organizaciones rurales de países tales como India, Brasil, Honduras y Venezuela.
"Maduro: yo no sé por qué la derecha en Venezuela no hace como la cubana: que se vayan de una vez a Miami (EEUU) y nos dejan en paz, para que nosotros en nuestro continente sigamos trabajando, estudiando y construyendo una patria libre y socialista", le dijo Stédile al Presidente venezolano.
Los “vampiros” de la oposición
En otro orden de ideas, Maduro agradeció a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) su apoyo para apuntalar redes de distribución de alimentos para combatir el desabastecimiento y censuró la reacción opositora ante ello.
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Se creará "una comisión especial" de la Unasur "para apoyar a Venezuela" y ante ello la reacción de algunos opositores fue "como si le hubieran mostrado un crucifijo a un vampiro y empezaron a pegar gritos, chillidos y a protestarle al secretario general (de la Unasur, el expresidente colombiano) Ernesto Samper", expresó Maduro.
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"¿Ustedes pueden entender que alguien se oponga a que nos ayuden?", preguntó Maduro a sus conciudadanos. La reacción opositora "solo es un tema de mezquindad y malos sentimientos", dijo Maduro quien añadió que el apoyo de Unasur facilitará al Gobierno "vencer la guerra económica", que es parte del plan - según él - para derrocarlo y cuya autoría le atribuye a sus opositores y al Gobierno de EEUU.
Insistencia… sin cansarse
Al respecto, la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez, repitió en una entrevista sabatina con el canal internacional Telesur, con sede en Caracas, que "la política exterior estadounidense es belicista e imperialista" y rechazó las que llamó "constantes acciones injerencistas de EEUU contra Venezuela".
Tras sostener que Unasur actúa en previsión de acciones militares estadounidenses como la invasión a Libia en 2011, la canciller advirtió que podría ocurrir lo mismo en América Latina y el Caribe "si las pretensiones contra Venezuela llegasen a concretarse".
"De allí las expresiones de solidaridad de los organismos de integración, como la Unasur, a favor del pueblo y del Gobierno legítimo y constitucional de Venezuela", remarcó.
La presencia de una comisión de la Unasur en Venezuela "realmente fue algo muy positivo" y sus integrantes "pudieron tener las pruebas (...) de que se pretendía derrocar al Gobierno constitucional y legítimo de Venezuela, incluso asesinar al presidente, y con ello lograr una escalada de violencia sin límite", añadió Rodríguez.
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