MIAMI.- El nombramiento de Danielle Cohen Higgins como comisionada por el distrito 8 del Condado Miami-Dade, para cubrir la silla que ocupaba la actual alcaldesa, Daniella Levine Cava, desató cierta controversia.
MIAMI.- El nombramiento de Danielle Cohen Higgins como comisionada por el distrito 8 del Condado Miami-Dade, para cubrir la silla que ocupaba la actual alcaldesa, Daniella Levine Cava, desató cierta controversia.
Polemizar y disentir es uno de los atributos que enriquece la democracia y este caso no fue la excepción, ¿o sí?
La Comisión del Condado tenía ante sí un gran problema, uno de sus 13 distritos carecía de comisionado. Y por ello, las más 200.000 personas que residen allí carecían de representación ante el máximo órgano legislativo condal.
Pero ¿cómo se originó tamaña situación?
La ley de la Florida exige que cuando un político en ejercicio se postule para ocupar un nuevo puesto renuncie de su cargo en vigor, pero no especifica si la renuncia debe ser efectuada en un corto plazo.
De hecho, el pasado mes de mayo la entonces comisionada Levine Cava presentó su carta de renuncia, pero en vez de hacerla efectiva con inmediatez la hizo cierta a partir del 16 de noviembre, a las 11:59 pm, cuando oficialmente culminaba su segundo mandato permitido por la ley.
Con esa maniobra ajedrecística, aparentemente inocua, la actual alcaldesa ocupó el centro del tablero. Se mantuvo activa en el órgano legislativo condal, mientras desempeñaba su campaña por la alcaldía, y así, tal vez sin proponérselo, algo que tendría que contestar ella; impidió que el puesto de comisionado del distrito 8 se eligiera por los votantes en las pasadas elecciones primarias de agosto o incluso en las generales el 3 de noviembre.
Ello provocó que la Comisión condal tuviera que intervenir para llenar su vacante, ya fuera convocando unas carísimas elecciones especiales antes del 1 de enero, cuando entra en vigor la enmienda recientemente aprobada que prohíbe comicios adicionales para ahorrar precisamente dinero, o a través de un nombramiento.
De los nombres que se barajaban para ocupar la silla del distrito 8, el más recurrente fue el de la abogada Danielle Cohen Higgins: mujer, mestiza, hija de inmigrantes, abogada, activista comunitaria y progresista, que durante más de un año hizo campaña por el puesto. Era además la preferida de Levine Cava.
Y todo esto ocurre con un telón de fondo nada despreciable: una terrible pandemia de coronavirus que aún nos azota y sumerge en una de las peores crisis económicas de la historia.
Aunque los cargos a nivel condal no son partidistas, las posiciones bien marcadas de los políticos muestran su talante conservador o liberal. Para nadie es un secreto que Levine Cava pertenece al ala liberal de los demócratas de la Florida. Ha quedado demostrado en sus propuestas políticas y en los apoyos recibidos de parte de las principales figuras demócratas.
Sin ir más lejos, su campaña para alcaldesa recibió 900.000 dólares del filántropo Donald Sussman, que es uno de los mayores donantes para las causas liberales y el principal contribuyente en la campaña de Hillary Clinton en 2016.
Analistas y observadores opinan que entre las variantes que pudo haber hecho a Levine Cava ‘retrasar’ su renuncia figura haberse mantenido en la Comisión hasta el último minuto y así mantener, tal vez, la correlación de fuerzas, evitando que su escaño fuera ocupado por un conservador.
De hecho, dos comisionados abiertamente conservadores llevaron la voz cantante en contra de que la Comisión optara por evitar las elecciones especiales, Joe Martínez, por el distrito 11, y René García, por el distrito 13.
Ambos políticos coincidieron al opinar que la Comisión traicionaba el sentir popular reflejado en el referendo # 2 de las pasadas elecciones.
“Sabemos lo que desea el pueblo. Los electores no quieren que nombremos a nadie. En ese distrito en particular, el 80% de los votantes se negó a que decidamos por ellos”, sostuvo Martínez, quien además fue uno de los patrocinadores de la enmienda.
La enmienda, que fue aprobada por el 78.40% del electorado de Miami-Dade que acudió a votar preguntó: “¿Deberá enmendarse la Carta Constitucional de modo de exigir que cuando el alcalde o un miembro de la Junta de Comisionados del Condado renuncie, con el objetivo probable de presentar candidatura para otro cargo, se ocupe la vacante mediante elección durante las Elecciones Primarias y Generales, en lugar de hacerlo por medio de nombramiento o Elecciones Especiales posteriores?
Por ello. ninguno de los dos comisionados cuestionó la legitimidad del proceso, solo pusieron en duda su espíritu. Incluso García, que fue el único que votó en contra del nombramiento, una vez designada Cohen Higgins comisionada del distrito, le dio la bienvenida como miembro del órgano legislativo.
“No voté contra ella. Voté contra el proceso que no me parece el más democrático”, explicó luego.
Hasta el veterano comisionado José Pepe Díaz argumentó que unas elecciones especiales costarían casi un millón de dólares.
“Yo también hubiera preferido ir a unas elecciones especiales, pero viendo las urgencias que tenemos y la necesidad imperiosa de representación del distrito, hemos hecho lo correcto. Una elección extraordinaria podría durar meses y en un mes o en un día suceden muchas cosas”.
Díaz quiso dejar claro que el sentir popular del pasado referendo era evitar a toda costa las elecciones especiales. “Es por ello que el votante exigió (pide) que el candidato renuncie a tiempo, cuando aspire a otro puesto político”.
Ambas posiciones creen representar el espíritu del pasado referendo. Ambas posiciones compraron la idea de polemizar alrededor de qué era lo correcto: votar o nominar.
Sin proponérselo, sirvieron de cortina de humo de una estrategia magistral que colocó en la silla del distrito 8 a la preferida de la alcaldesa. Levine Cava con una sola jugada avanzó a un cargo superior y reforzó su retaguardia.
Simplemente, jaque mate.
@menendezpryce