Ante una nube de fotógrafos congregados en el centro de prensa habilitado en el centro de la antigua capital zarista, el felino blanco se tomó su tiempo para elegir uno de los comederos con pienso que le habían preparado.
Uno a la derecha con la bandera tricolor de Rusia al lado, y otro flanqueado por la enseña verde con la profesión musulmana grabada en el centro que representa al ultraconservador reino de la península Arábiga.
Incluso se le veía falto de apetito, más pendiente de evitar las decenas de cámaras de vídeo y foto que tenía enfrente, que de saciar su intento.
Finalmente, y tras jugar un rato sobre el balón símbolo de esta copa del Mundo, "Achilles" imitó al mítico pulpo Paul y entre risas de los asistentes decidió comer del tazón que escoltado por la bandera de su país.
De inmediato, y entre aplausos, la conductora de la ceremonia le impuso la camiseta roja de Rusia y se lo entregó de vuelta a su duela, que lo entregó con ilusión al intenso restallar de miles de flashes.