PRAGA.-El exgeneral Petr Pavel, quien lideró el comité militar de la OTAN, asume hoy jueves 9 de marzo la presidencia de la República Checa, una nación que hace tres décadas abandonó el socialismo para forjarse como estado democrático.
PRAGA.-El exgeneral Petr Pavel, quien lideró el comité militar de la OTAN, asume hoy jueves 9 de marzo la presidencia de la República Checa, una nación que hace tres décadas abandonó el socialismo para forjarse como estado democrático.
En sucesión del socialdemócrata Milos Zeman, Pavel toma posesión del cargo por un periodo de cinco años en los cuales se espera un alejamiento de China y, en cambio, un acercamiento a Occidente.
La ceremonia en la que Pavel es juramentado ante el jefe del Senado en acto solemne, transcurre en la gótica sala Vladislao del Castillo de Praga, sede de la presidencia del país.
El presidente electo señaló en campaña que “las relaciones económicas no deberían estar por encima de los derechos humanos” y, a diferencia del jefe de Estado saliente, que dedicó esfuerzos a la diplomacia económica dirigida a China, el nuevo mandatario ve al régimen de Pekín como una amenaza a la seguridad de su país.
De hecho, República Checa lleva años estrechando sus lazos con Taiwán, no sin la desaprobación del régimen chino, que no reconoce la soberanía del vecino “territorio rebelde”.
Medios internacionales reseñan que a pesar de no contar con experiencia política, Pavel se impuso en las presidenciales de enero, a las que se presentó como candidato independiente.
El voto popular parece habérselo echado al bolsillo, algo que se refleja también en las redes sociales, donde los checos han compartido sus impresiones sobre la elección. “Desde hoy tenemos el presidente nuevo”, escribió la guía turística Nikola Abudová y le estampó el emoticono de un corazón. “Finalmente, después de 10 años”, acotó y remarcó: “Felicidades a Petr Pavel, felicidades a nosotros”.
De modo que Pavel pasa a la historia checa como el cuarto presidente desde la división de la antigua Checoslovaquia en 1993, cuando los praguenses echaron abajo el régimen comunista mediante su Revolución de Terciopelo.
Pavel, además, es el segundo jefe de estado elegido directamente por sufragio universal en las urnas, en tanto los dos primeros líderes habían sido nombrados por el Parlamento.
Aunque el nuevo presidente fue miembro del partido comunista de 1985 a 1989, años más tarde calificó esto como un "error". Se dedicó a la inteligencia militar de 1991 a 1993, cuando el país ya había iniciado su transición hacia un sistema democrático.
La República Checa, con unos 10,7 millones de habitantes y bajo un régimen comunista hasta 1989, es un país miembro de la Organización de Tratados del Atlántico Norte (OTAN) desde 1999 y de la Unión Europea (UE) desde 2004. En la actualidad, es una de las naciones que más apoya a Ucrania frente a la invasión rusa. Los propios checos vivieron el despliegue de tanques rusos en su territorio y no parecen olvidarlo.
Durante el periodo 2012-2015, Pavel fungió como jefe del Estado Mayor del ejército checo, hasta que dejó el cargo para presidir el comité militar de la OTAN de 2015 a 2018. Se trata del segundo puesto en importancia de la Organización atlántica.
"Fue un momento conmovedor. Petr Pavel habló de que la decencia volverá al Castillo, que finalmente 'el amor y la verdad vencerán a la mentira y al odio' (este es el lema de nuestro primer presidente Václav Havel). Dijo que será el presidente de todo el pueblo, incluso de los que no votaron por él, porque en la situación en la que estamos (alta inflación, guerra en Ucrania) estamos todos juntos", contó a DIARIO LAS AMÉRICAS la ciudadana checa Nikola Abudová.
Y agregó: "Prometió ser un presidente activo desde el primer día, y no poner excusas por '100 días de incidencia', como les gustaba decir a sus antecesores. Recibió una gran ronda de aplausos. Luego llegó al balcón del Castillo, donde los checos lo esperaban en el patio grande".
"Anunció de antemano que tendría dos sorpresas para la gente. El primero fue el himno nacional checo cantado por el coro Kühn y la famosa canción Los tiempos están cambiando. La segunda sorpresa fue el estandarte checo, símbolo nacional, que fue robado por un grupo de artistas 'Ztohoven' durante la toma de posesión del anterior presidente, Miloš Zeman. Prometieron devolverlo si Andrej Babiš (ex primer ministro que fue el principal rival de Petr Pavel en las elecciones presidenciales de 2023) no se convertía en presidente. Hace años, este grupo de artistas disfrazados de deshollinadores, se subieron al techo del Castillo de Praga y cambiaron el estandarte por gigantescos calzoncillos rojos: la ropa interior de Miloš Zeman, con la que se bañaba. Y una vez más Petr Pavel recibió un gran aplauso. Luego se paseó entre la gente con la que saludó, se tomó fotos y recibió felicitaciones", añadió Abudová.
Por su parte, el periodista cubano Orlando Vallejo, estudiante en Praga, dijo a este medio que "en muchos aspectos, la llegada de Petr Pavel al poder representa una buena evolución en las aspiraciones democráticas de la República Checa luego de tener un ex primer ministro, Andrej Babis, por más de 10 años con acusaciones serias de corrupción".
Primero, planteó, "hay que decir que en todos estos países del antiguo bloque del este, las aspiraciones democráticas todavía están marcadas por el pasado comunista de ellos. De hecho, el propio Pavel fue militante del partido comunista de Checoslovaquia. Pero luego, como ocurrió con muchos, cambió de color, y llegó tener altos cargos en la OTAN".
Como acotó Vallejo, "otro aspecto importante aquí es la membresía de la Unión Europea, que se mira desde una perspectiva muy crítica entre los más conservadores de los países excomunistas. Pavel viene a afianzar los lazos con la UE y la OTAN, sobre todo en el contexto de la guerra contra Ucrania".
En ese sentido recordó que "República Checa es un país muy anti ruso, pero igual han sido muchas las manifestaciones que ha habido aquí criticando las sanciones contra Rusia porque han llevado a una crisis energética y porque muchos consideran que Rusia y Ucrania deben resolver sus asuntos ellos. Yo me atrevo a decir que es un conflicto generacional, y los más jóvenes son los que muestran mayor apoyo hacia la membresía de la Unión Europea, y en eso también han encontrado un triunfo".
Además, subrayó que "si comparamos República Checa con Polonia o Hungría, que han experimentado una regresión al conservadurismo o al autoritarismo, ahora mismo es un buen signo, desde la perspectiva occidental, la llegada al poder de Pavel".