Mujeres de la etnia uigur vigiladas por militares chinos.
AFPGINEBRA.- Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) denunciaron el jueves la falta de acción internacional un año después de la publicación de un informe abrumador de la ONU sobre las violaciones de derechos humanos en la provincia china de Xinjiang.
Ese informe publicado por la ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, mencionó posibles crímenes contra la humanidad cometidos contra los uigures y otras minorías, confirmando lo que ya aseguraban expertos occidentales y oenegés.
Pero la respuesta internacional a este informe es "terriblemente insuficiente", considera Amnistía en un comunicado. "En lugar de actuar con urgencia (...), la comunidad internacional -incluidos importantes componentes de la ONU- se ha abstenido de adoptar las medidas firmes necesarias para hacer avanzar la justicia, la verdad y la reparación para las víctimas", afirma Sarah Brooks, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para China.
"Los países miembros de la ONU no deben permanecer en silencio ante crímenes contra la humanidad" mientras Pekín continúa "aplastando los derechos" de los uigures y otras minorías musulmanas de habla turca, afirma la investigadora Maya Wang, especialista en Asia en HRW, en un comunicado separado.
China niega todas esas acusaciones, incluyendo la existencia de campamentos donde estarían encerrados uigures, y habla de "centros de formación profesional" para erradicar el extremismo.
En octubre de 2022, China tuvo éxito en la ONU cuando una pequeña mayoría de los 47 Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra rechazó la propuesta de varios países occidentales de organizar un debate sobre Xinjiang.
Amnistía y HRW siguen pidiendo una investigación internacional y apelan a los Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, cuya próxima sesión se celebrará del 11 de septiembre al 13 de octubre, a que la exijan.
Pero este mecanismo parece poco probable porque Pekín demostró su peso político ante esa instancia de la ONU.
HRW también solicitó que la comunidad internacional hiciera más esfuerzos para documentar el número de personas que seguían detenidas o desaparecidas por la fuerza en Xinjiang.
La ONG aboga por sanciones selectivas y pide a las autoridades judiciales que inicien acciones penales en virtud del principio de jurisdicción universal.
El sucesor de Bachelet, el austríaco Volker Türk, se comprometió en diciembre pasado a dar curso al informe, asegurando que intervendría "personalmente" ante las autoridades chinas.
FUENTE: Con información de AFP
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