MARINELLYS TREMAMUNNO
@Marinellys
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Roma.- El gobierno de Giuseppe Conte decidió blindar al país. A partir de este jueves 12 de marzo permanecerán cerradas las actividades comerciales, oficinas, cafeterías y restaurantes. La medida la anunció en cadena nacional, luego de la solicitud realizada por la Lombardía, región duramente afectada por la emergencia coronavirus. Se garantiza el funcionamiento de servicios esenciales como venta de alimentos, farmacias, transporte público, oficina de correos, servicios bancarios y aquellas fábricas que garanticen protocolos de seguridad.
Al momento 10.590 personas resultan positivas al coronavirus en Italia (2.076 más que el día anterior), 827 han fallecido (196 en las últimas 24 horas) y 1.045 se han curado. El total de personas que han contraído el virus en la península es de 12.462. Lo informó el jefe de Protección Civil Angelo Borrelli durante la tradicional rueda de prensa que cada día, a las 6:00 de la tarde (hora de Italia), da a conocer el boletín de guerra contra este enemigo invisible que no sólo mantiene bajo mortal amenaza a los italianos sino al mundo entero, como lo confirma la reciente declaración de Pandemia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los números resultan aterradores si vemos los datos de hace sólo diez días: el 01 de marzo existían 1.577 personas positivas (528 más que el día anterior), 34 víctimas mortales (5 más que el día anterior) y 83 curadas, para un total de 1.694 personas que habían contraído el virus. Es evidente el aumento exponencial de los casos, con el riesgo de que en pocos días Italia sufra un colapso general del sistema sanitario.
Ya es evidente el pánico en los gobiernos regionales del norte: “Los cuidados intensivos alcanzarán su punto máximo en cinco días. Si seguimos así, el 15 de abril se infectarán dos millones de venetos”, indicó Luca Zaia, gobernador de la región Véneto, quien además alertó que “la trampa es el positivo asintomático que infecta a 2,4 personas, según el cálculo R0”. Si además extrapolamos el incremento exponencial de la epidemia previsto por las autoridades venetas al resto del país, el futuro italiano resulta trágico.
Una semana para lo peor
Según las fórmulas matemáticas de varios expertos, la epidemia en Italia podría alcanzar su punto máximo en 8 días, lo que implicaría un incremento inevitable de las solicitudes de hospitalización: los datos ya muestran que el 55% de los contagiados requieren hospitalización y al menos el 10% cuidados intensivos.
Esto pondrá en crisis el sistema sanitario italiano, incluso en regiones como Lombardía, en donde la atención médica siempre ha sido calificada como excelente. Lo más preocupante es que Italia cuenta con un poco más de 5.000 camas de cuidados intensivos para 60 millones de habitantes y hoy ya se encuentran 1.028 personas en terapia intensiva por el coronavirus (560 sólo en Lombardía), sin contar los enfermos por otras patologías. Si vemos los datos regionales, las camas de reanimación en las tres regiones más expuestas (Lombardía, Véneto y Emilia Romaña) suman 1.800 y, de acuerdo con la información publicada por la prensa italiana, en tiempos de coronavirus ya se ha superado el 95% de la capacidad.
Y así, en el giro de pocos días, se pasa de la incredulidad al terror: “No están entendiendo nada... como no lo entendía yo hace dos semanas, hasta que lo ves de cerca con tus propios ojos. Sí, deben tener terror, no miedo, deben llorar de miedo como como yo que trabajo en el Hospital San Raffaele de Milán”, escribió el doctor Antonio Russo en un post de Facebook, indignado por la superficialidad con la que muchos italianos han tomado la emergencia. “Hay que quedarse en casa aislados…, ver a los colegas anestesistas que desde la sala de operaciones tienen que correr a cuidados intensivos para entubar a otro paciente, ya te hace perder el aliento del miedo, pero tienes que mantenerte alejado y seguir trabajando. Le preguntas: ¿cómo está la situación? Bueno, parecen estar bien, de repente empeoran y no respiran”, dijo.
El médico aclaró que el virus puede ocasionar graves daños en los pulmones tanto a personas jóvenes como a ancianos. “Cada paciente debe permanecer al menos 10 días entubado, 10 días con la maquinaria ocupada y, si no te entuban, MUERES: nos obligarán a tener que decidir entre no entubar a un anciano para entubar a los jóvenes: serán asesinos de sus propios parientes”, dijo refiriéndose a aquellos jóvenes que no han tomado en serio las recomendaciones de las autoridades de quedarse en casa.
“Tú... que vas a tomar un aperitivo viendo a todos a tu alrededor normales y sonrientes, al volver a casa infectarás a tus padres o a tu hijo asmático y frágil: llorarás porque no sabrás dónde llevarlo para intubarlo. Sí, tienen que estar ATERRORIZADOS como estoy yo todos los días en el trabajo. ¡QUÉDESE EN CASA!”, puntualizó.
Toque de queda inevitable
Ante este panorama, Attilio Fontana, gobernador de Lombardía, la región más afectada por la epidemia, exigió al gobierno central un endurecimiento significativo de las medidas que entraron en vigor el martes 10 de marzo para intentar contener el coronavirus. El gobernador pidió obligar a la población a permanecer en cuarentena domiciliaria, limitando aún más el tránsito de personas sólo por motivos “realmente indispensables”.
Tal vez es la única forma de combatir al enemigo, pues a pesar del evidente aumento del número de contagiados y muertos, todavía hay quienes no respetan las reglas. En el primer día de la declaración de Italia como “zona protegida”, 161 personas fueron denunciadas por los carabineros por “incumplimiento de la autoridad”. Para poder salir de casa, los italianos deben llevar consigo una autodeclaración que demuestre razones de trabajo, salud (comprobadas por un certificado médico) o para comprar alimentos y medicinas. El incumplimiento puede significar multa de 206 euros o arresto por hasta tres meses, de acuerdo con artículo 650 del código penal.