Durante una aparición institucional sin preguntas en el palacio del Gobierno, Sánchez informó de que habló con el rey Felipe VI para comunicarle la disolución del Congreso con mira a elecciones parlamentarias.
"Asumo los resultados", dijo el presidente del Gobierno, que optó por aceptar el "mandato democrático a la voluntad popular".
El recuento de las elecciones municipales confirmó a la agrupación de centro derecha Partido Popular (PP) con el 31,50% de la votación, aventajando al PSOE que obtuvo un 28,11%.
En un distante tercer lugar quedó el ala de la derecha VOX con un 7,19 % de los votos y la coalición izquierdista Unidas Podemos con el 2%.
El grupo centrista Ciudadanos, que fue la tercera fuerza en 2019, sólo obtuvo un 1,35%.
Otros partidos políticos regionalistas, que también tiene representación en el Congreso nacional y suman algunos votos para nombrar presidente, son los catalanes Junts-Compromis, con 2,46%, y Esquerra Republicana, que logró el 2,34% de los votos.
Por su parte, Bildu y PNV, del País Vasco, sumaron 1,63%, y 1,44% respectivamente.
Sánchez
A diferencia de otros países, donde el electorado elige directamente legisladores y presidentes, en España existe democracia parlamentaria y los españoles votan partidos políticos en vez de líderes.
Antes, cuando en España prevalecía el bipartidismo, un partido u otro lograba los 175 escaños que exige la Constitución y nombraba presidente del Gobierno español.
Ahora, con la existencia de al menos seis partidos nacionales, el grupo político que más votos obtenga contaría con más legisladores, pero tiene que sumar ‘apoyos’ de otras agrupaciones, por medio de concesiones, para sumar al menos los 175 votos parlamentarios necesarios.
“La historia política de Sánchez es muy peculiar”, comentó a DIARIO LAS AMÉRICAS el profesor de Derecho de la Universidad de Lleida, la más antigua de Cataluña, Ferran Espaser.
“Sánchez fue prácticamente echado del PSOE en 2016, cuando estalló el conflicto interno por el poder”, recordó el académico.
Un año después, como el ave fénix, Sánchez regresó a la palestra política y logró reconquistar las altas esferas del PSOE.
En 2018, se señaló al Partido Popular (PP), que dirigía entonces el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, como partícipe a título lucrativo de la trama de corrupción Caso Gürtel, “y el PSOE aprovechó la ocasión para presentar una moción de censura contra Rajoy con Sánchez como sustituto para la presidencia del Gobierno”, recordó el profesor.
De esta manera, paso a paso, Sánchez asumió la jefatura del Gobierno español en 2018 y la ratificó en 2019, cuando el PSOE fue el partido más votado, con 28% del sufragio, pero tuvo que buscar ‘apoyos’ en quienes se lo ofreciera para sumar los 175 síes en el Congreso que la ley requiere.
“La gran sorpresa fue que Sánchez, después de decir que no pactaría con Podemos porque le quitaría el sueño, pactó con la izquierda de Pablo Iglesias y otras agrupaciones más pequeñas para sumar los 175 votos”, trajo a la memoria el académico Espaser.
Con altas y bajas, éxitos, reveses y disputas internas, el gobierno de coalición navegó a pesar de claras diferencias políticas e ideológicas con Podemos.
Iglesias, que llegó a ser vicepresidente por concesión de Sánchez, se apartó más tarde en busca de más poder, con la gobernación de la Comunidad de Madrid en la mirilla. Pero la jugada le salió mal cuando Isabel Díaz Ayuso y el PP obtuvieron una rotunda victoria en 2019 y pasó prácticamente a la retaguardia en contra de todos.
“Fueron las malas jugadas, el protagonismo, lo que hundió a Sánchez e Iglesias”, reclamó el profesor.
“De la misma manera que surgieron, se esfuman”, acentuó.
Julio 23
Nada es seguro hasta que concluya la jornada electoral el 23 de julio. No sería la primera vez que un partido que no ha ganado unas municipales gane las generales, pero esta no es una tendencia común y tanto Sánchez como el PSOE lo saben.
El PP tilda la gestión de Sánchez de sanchismo, desde la declaración del estado de alarma por el COVID, la aprobación de diferentes planes para hacer frente a la crisis económica y energética, la aprobación de los indultos a los independentistas catalanes, cinco remodelaciones de gobierno y polémicas creadas por la reforma del delito de malversación o por las consecuencias de la ley contra la violación sexual, así como el coqueteo con regímenes de izquierda cuando no son democráticos.
Según la encueta del Instituto DYM, el Partido Popular obtendría un 30,60% de los votos, esto es, entre 127 y 132 escaños.
En este sentido, el PP necesitaría obtener el apoyo de otras agrupaciones, como VOX, para sumar la cifra meta de 175 votos en el Congreso.
De hecho, VOX acaba de decir, en palabras de su presidente Santiago Abascal, que tiende la mano al PP para conversar “sin la condición de entrar en los gobiernos”.
Acorde con el sondeo, el PSOE lograría el 24,70% de los votos, entre 98 y 103 escaños, por lo que necesitaría, otra vez, los apoyos de otras organizaciones.
Para el PSOE y Unidas Podemos, que es la suma de Izquierda Unida y Podemos, la mala y buena noticia tienen por nombre Sumar, la recién creada formación política izquierdista de la vicepresidenta Yolanda Díaz, que proviene de Unidas Podemos y arrebata votos tanto a uno como al otro.
Mientras Unidas Podemos lograría el 6,8% de votos, esto es, entre 7 y 10 escaños, Sumar obtendría 9,2%, entre 18 y 22 parlamentarios.