MADRID.-EFE
Según las últimas encuestas -ya está prohibido publicar sondeos-, el PP sería la fuerza más votada, aunque puede perder alguno de sus 123 escaños
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A cuatro días de las elecciones legislativas que se celebran este domingo 26 en España, los cuatro principales partidos políticos españoles intentan marcar su territorio pensando, sobre todo, en el día después.
Si de algo están convencidos los líderes del Partido Popular (PP, centroderecha), Mariano Rajoy; del PSOE (socialistas), Pedro Sánchez; de la coalición Unidos Podemos (UP, izquierda, comunistas incluidos), Pablo Iglesias, y de Ciudadanos (liberales), Albert Rivera, es de que para formar gobierno habrá que pactar.
El Parlamento que salga tras los comicios del 26-J puede ser tan complicado, si no más, como el formado después de las elecciones del 20 de diciembre de 2015, tras las que han pasado seis meses sin acuerdos y, por tanto, con un Gobierno en funciones.
Hoy mismo, Rajoy, presidente de este Ejecutivo provisional y cuyo partido aparece como el más votado en todas las encuestas, ha manifestado su intención de sentarse con el PSOE y con Ciudadanos tras conocer el veredicto de las urnas la noche del domingo.
Aunque prefiere reuniones bilaterales, Rajoy, consciente de que habrá de sumar apoyos para poder seguir en el Gobierno, ha dicho: "Es evidente que tras el resultado electoral tendremos que hablar y la iniciativa la debe tener quien tenga más apoyos. Si yo soy el más votado, lo intentaré".
Para ello hace falta que reciba el encargo de formar Gobierno por parte del rey Felipe VI, según prevé la Constitución española, y que se someta a la investidura, cosa que declinó tras los pasados comicios.
Entrevistado por el diario madrileño El País, el socialista o Sánchez promete "no vetar a ninguna fuerza del cambio", si bien arremete contra el líder de Podemos por su "intransigencia" y por su "soberbia".
Molesto por los intentos que hace el dirigente "podemita", excomunista declarado, para presentarse hoy como socialdemócrata -seña de identidad del PSOE-, Sánchez afirma: "No voy a permitir que Iglesias manosee la socialdemocracia".
La coalición Unidos Podemos, una amalgama que incluye a Izquierda Unida, cuya fuerza central es el Partido Comunista y grupos nacionalistas de diferentes regiones españolas, se sitúa en el segundo lugar, tras el PP, según las encuestas.
Sus dirigentes insisten en que el PSOE es su "aliado natural" y le piden sumar sus votos para lograr una mayoría parlamentaria en apoyo de un presidente que sería Sánchez o Iglesias, dependiendo de qué partido gane más escaños este domingo.
El cuarto en liza, Ciudadanos, cree firmemente en un pacto que deje a Unidos Podemos al margen. Su líder, Albert Rivera, considera que un Ejecutivo del PP en solitario como fuerza más votada sería "un Gobierno débil" y que, además, "daría argumentos al populismo para que siga creciendo".
En una entrevista a la emisora Onda Cero, Rivera apostó por crear, tras el 26-J, una mesa de negociación "a tres" que reúna al PP, al PSOE y a su partido para hablar sobre proyectos de gobierno antes de ocuparse de quién ocupa qué cargo.
"Los sillones -argumentó- no pueden ser el bloqueo de un país. Sería inadmisible decirle a los españoles que España se bloquea porque uno dice que no acepta que el otro esté en la mesa".
Según las últimas encuestas -ya está prohibido publicar sondeos-, el PP sería la fuerza más votada, aunque puede perder alguno de sus 123 escaños.
Unidos Podemos quedaría segunda tras sumar entre 10 y 15 diputados a sus 69 actuales.
El PSOE pasaría, por primera vez desde que España recuperó la democracia, en 1977, al tercer lugar, quizá también dejándose algunos de sus 90 escaños por el camino.
Ciudadanos mantendría su cuarta posición con, más o menos, sus 40 representantes en el Congreso.
Varios partidos más, entre ellos los nacionalistas y los separatistas, sumarían el resto hasta completar los 350 escaños de la Cámara.
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