“A Daniella, ni con el pétalo de una rosa. ¿Qué culpa tiene la chica de tener un padre como el que tiene? Ella no lo escogió, al final”.
“A Daniella, ni con el pétalo de una rosa. ¿Qué culpa tiene la chica de tener un padre como el que tiene? Ella no lo escogió, al final”.
La Fiscalía contra la Legitimación de Capitales de Costa Rica abrió el viernes pasado una investigación por supuesto lavado de dinero en la empresa venezolana, Alunasa, orquestado –la orquestación, también es supuesta– por Diosdado Cabello. ¡Qué raro! Días antes, apenas ¡Qué raro, otra vez! el periodista Oscar Haza había informado que la implacable OFAC ordenó la incautación de US $ 800 millones y 12 apartamentos de superlujo todos, propiedad del mismo Cabello a través de testaferros. ¡Siguen las rarezas!
Sin embargo, este último, se defendió. Dijo que todos los periodistas eran unos barriga verde y sanseacabó. Además, con la vehemencia del amantísimo padre que dice ser, desmintió la supuesta expulsión de territorio norteamericano de Daniella, su hija, quien habría intentado un toque técnico en el aeropuerto JFK de NY.
No cobrarle a un hijo las cuentas del padre ruin. Lo aprendimos de nuestro Andrés Eloy Blanco, en su Coloquio bajo el Olivo: “Y no olvidar que las hijas/ del que me hiciera sufrir/ para ti han de ser sagradas/ como las hijas del Cid”.
Por lo mismo, a Daniella, ni con el pétalo de una rosa. Además ¿qué culpa tiene la chica de tener un padre como el que tiene? Ella no lo escogió, al final. Ya tendrá tiempo de perdonarlo y hasta de orar por su regeneración. Esto último, misión totalmente imposible.
Dicho lo anterior, entremos en materia: Lo contraproducente que resultan tales incautaciones, en algunos casos. Una sanguijuela, una criaturita moralmente sarnosa, rastrera, apestosa, esconde el producto de sus fechorías. Entonces vienen los escuadrones antinarcóticos y ¡zas! le incautan el botín ¡Bravo, bravísimo por los escuadrones! Pero ¿qué sucede si a la “criaturita” no la mandan presa y la dejan ahí, pegada al sabor robolucionario? ¡Qué a la “criaturita” se le alborotará su furor de Mesalina por los $$, Euros, pounds, yenes, yuanes, rublos y hasta bolivaritos depreciados! En tal hipótesis, seguro, que para reponer pérdidas volverá por sus fueros. Otros 800 millones, sumados al equivalente de los inmuebles incautados. Remedio peor que la enfermedad. Arreciará su saqueo contra nuestras exiguas arcas públicas y los sufridos venezolanos, en tal caso, tendremos menos dólares para papel toalé, medicinas, alimentos y demás necesidades elementales.
Por otra parte. Por muy narcos, cleptómanas, zafias, guisadoras, depredadoras, voraces, prosticultas, que sean tales “criaturitas” hay que presumirlas inocentes, hasta que le demuestren lo contrario.
Pasemos, entonces, al escenario número 2: “Míster –le informan decepcionados los agentes de la DEA– nos hemos tragado el cuento chino que esa millonada, se la ha ganado con el sudor de su calva y de esa barrigota. Que sus ahorritos han crecido y multiplicado gracias a un milagro del Cielo –las vacas paren, alegó años atrás, un generalote en similares circunstancias– pero, usted, “míster”, ha sido, es y seguirá siendo, por lo menos para nosotros, un Chapo cualquiera. ¿Quién nos garantiza, entonces, que si le devolvemos ese dineral, en lugar de volvernos a bombardear desde el 'Mazo Dando' con cierto tipo de alijos, usted, no se va a comprar una flota de aviones para intensificar los bombardeos, desde sus recién adquiridos F-18? Queda libre, pero sus millones, decomisados, carrizo”.
Tanto es el afecto que le profesamos, al “míster” los venezolanos, por su eficiencia, honestidad, pulcritud, abnegación, que ante tamaña arbitrariedad abriremos una colecta pública, “voluntaria” –el que no contribuya no come, decretarán sus compinches del desgobierno bolivariano. 800-Diodado será el número call free o libre de cargo para las donaciones. Unas pocas horas bastarán para que el “míster” esté, otra vez, buchón, sonriente, feliz, rebosante. No es justo, que lo dejen en la ruina. Seguro, no tiene más cuenticas de esas, por ahí ¿No es así, “míster”?
@omarestacio