viernes 29  de  marzo 2024

Bolivia, dos y medio millones de hectáreas devastadas y el ecocidio continúa

La realidad objetiva de Bolivia constata y documenta los delitos que Evo Morales ha cometido y comete usando el poder público
Diario las Américas | CARLOS SÁNCHEZ BERZAÍN
Por CARLOS SÁNCHEZ BERZAÍN

La indiferencia, tolerancia o doble estándar con los crímenes de Evo Morales continúa. El dirigente cocalero que llegó a presidente por 5 años sin posibilidad de reelección, detenta el poder en Bolivia desde hace más de 14 años continuos, y entre otros delitos, ha suplantado la Constitución Política, liquidado la República, instalado una dictadura castrochavista terminando el estado de derecho y la división e independencia de poderes, con presos y exiliados políticos, cometido masacres sangrientas, convertido el país en narco estado, promovido y sostenido incendios forestales. En este rumbo, el ecocidio de Evo Morales en Bolivia continúa con más de dos millones y medio de hectáreas devastadas.

La realidad objetiva de Bolivia constata y documenta los delitos que Evo Morales ha cometido y comete usando el poder público, en el mismo modelo, agenda e integrado a los crímenes de los Castro en Cuba, Chávez/Maduro en Venezuela y Ortega/Murillo en Nicaragua. En el caso de Morales, gran parte de la comunidad internacional, organizaciones, jefes de gobierno y prensa, aparentan no conocer tales crímenes, ignoran los hechos y le siguen dando trato de gobernante democrático.

No hay diferencia de conductas y efectos criminales entre Morales y los ya reconocidos dictadores Castro, Chávez, Maduro y Ortega. Los asesinatos, torturas, presos políticos, exiliados, violaciones de derechos humanos y víctimas de los regímenes dictatoriales de Cuba, Venezuela y Nicaragua pueden ser más en número, pero en Bolivia, Morales perpetra los mismos delitos con más de 20 masacres sangrientas muertos, presos y exiliados políticos y miles de perseguidos.

En el narcotráfico Evo Morales tiene preponderancia. Desde el poder político ha incrementado los cultivos de coca ilegal y la producción de cocaína de 3.000 hectáreas del año 2003 a cerca de 80.000 hectáreas, incluyendo el aumento por ley -bajo la falsedad de coca legal- de 12.000 a 22.000 hectáreas. Hechos concretos y notorios como la ruptura de los acuerdos de lucha contra el narcotráfico, la expulsión de la DEA, el incremento de producción de cocaína, el tráfico con Venezuela y Cuba, los discursos de Morales en las Naciones Unidas proclamando que “la lucha contra el narcotráfico es un instrumento del imperialismo para oprimir a los pueblos”, lo demuestran.

“Castrochavismo es la denominación que describe el sistema de crimen organizado transnacional que usurpa el poder político en Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, cuyos integrantes deben ser tratados como parte de una estructura de delincuencia organizada, no como políticos y menos como dignatarios”. Pero Evo Morales resulta el miembro encubierto, públicamente mas tolerado de las dictaduras del castrochavismo. Mismas condiciones, mismos delitos, diferente trato, doble estándar.

Los incendios en Bolivia son los recientes delitos de Morales, pero como los otros, permanecen protegidos por la indiferencia, tolerancia o doble estándar del sistema internacional. Los incendios empezaron en julio, fueron promovidos por Evo Morales con la ley 741, con el Decreto Supremo 3973, con declaraciones y acciones políticas, para ampliar cultivos de coca ilegal, ejecutar migraciones internas para cambiar el mapa sociopolítico del país y beneficiar a grupos económicos del régimen.

Además de promover los incendios, Evo Morales actúa con negligencia criminal, pues no movilizó oportunamente los recursos y personal para controlarlos, rechazó ayuda como los aviones ofrecidos por Chile que el gobierno de Brasil sí aceptó. Morales se niega a derogar el Decreto 3973, se niega a declarar “desastre nacional” por los incendios, manipula sus movimientos cocaleros para amedrentar a quienes buscan mitigar los efectos del ecocidio y apagar los incendios. Prepara repetir masacres en el oriente boliviano volviendo a usar la falacia del “secesionismo” para completar la ocupación de los territorios devastados.

Hasta ahora, más de dos millones y medio de hectáreas han sido consumidas por los incendios, hay más de 50 incendios activos, se estima que se han quemado "40 millones de árboles y cerca de 1.200 especies de animales vertebrados en 10 parques y reservas naturales". Para poner en dimensión la gravedad de los delitos de Evo Morales, la superficie devastada por los incendios es de 6.178 millones de acres, o sea 25.000 kilómetros cuadrados, lo que es más que la superficie del Estado de Israel, más grande que El Salvador y el doble del territorio de Bahamas.

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy

www.carlossanchezberzain.com

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar