
Visión analítica desde Washington DC, la capital del país, donde el poder y sus efectos tienen otra perspectiva
No hace tanto tiempo, los resultados de una encuesta publicada por Newsweek, a mediados de 2021, mostraban al actual mandatario, Joe Biden, en el puesto 11 y al expresidente Donald Trump en la posición número 20 en las preferencias.
“En términos de características personales, los votantes encuestados consideran que el presidente Trump es más osado y enérgico que Biden, pero Biden aventaja a Trump con su imagen de honestidad, ecuanimidad y por parecer un buen modelo a seguir”.
Estas fueron las conclusiones de la división estadounidense de YouGov, una firma internacional de investigación y análisis que realizó una encuesta sobre los 45 presidentes estadounidenses que sirvieron dos términos consecutivos.
Pero ahora, a tan solo un año de su gestión gubernamental, Biden está bajando en las encuestas apresuradamente.
Solo un tercio de los estadounidenses aprueba su trabajo, según la última encuesta de la Universidad de Quinnipiac.
El jefe de Estado también vio caer su aprobación entre los demócratas del 87% en noviembre al 75% en enero, después de que la mayoría de los encuestados desaprobaran su manejo de temas clave.
“Biden ha logrado la aprobación de un paquete de alivio de coronavirus de $1.9 billones y un acuerdo de infraestructura bipartidista de $1.2 billones, pero otros desafíos han eclipsado esas hazañas”, sostiene, FiveThirtyEight, otra página web dedicada al análisis estadístico.
Es innegable el impacto de COVID-19 y la variante ómicron en la creciente incertidumbre económica, la inflación y los problemas en la cadena de suministros, un dilema que Estados Unidos comparte con el resto del mundo.
“El virus determinará cómo será el segundo año del presidente Biden”, opina Timothy Naftali, historiador de la Universidad de Nueva York, en una entrevista publicada en la revista Time.
Según Goldman Sachs “con la demanda laboral aún al rojo vivo y los beneficios de desempleo mejorados, ahora vencidos, esperamos que la tasa de desempleo caiga a un mínimo de 50 años de 3.4% para fines de 2022”.
Sin embargo, admiten que el aumento de la inflación actual empeorará antes de mejorar para fin de año.
“Para fin de año el Índice de Precios de Gasto del Consumidor o PCE subyacente puede caer por debajo del 3%, aunque es probable que el Índice de Precios al Consumo (IPC) se mantenga un poco más alto. Es cierto que el impulsor clave de nuestro pronóstico, la resolución parcial de los desequilibrios entre la oferta y la demanda en el sector de bienes duraderos es difícil de cronometrar, y es probable que omicrón empeore las cosas a corto plazo”, añadió.
Los retos internacionales también suman.
En Ginebra, la semana pasada, la posición de Estados Unidos, respaldada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), frente a Rusia sobre la amenaza de invasión de Ucrania, parecía ser la correcta.
Aunque Moscú expresó su descontento por la negativa de la OTAN a ceder ante sus principales demandas, incluida la retirada de una oferta de membresía de la alianza militar a Ucrania, hubo algunos aspectos positivos. Se acordaron continuar las conversaciones incluida la seguridad europea.
Todo dependerá de los próximos movimientos del Kremlin, tomando en cuenta que recientemente el viceministro de Relaciones Exteriores ruso Serguei Ryabkov, amplió el escenario conflictivo al asegurar que no descartaba que su país colocara infraestructura militar en Cuba o Venezuela, luego de calificar como "infructuosas" las últimas rondas de conversaciones.
Aunque tales avances no son descartables, dada su larga relación con estos países, la realidad es que, más que una amenaza parece una demostración para sus rivales de lo que sentirían sobre un avance similar “intimidatorio” hacia sus límites de seguridad.
Ahora bien, si Biden logra combinar un poco de persuasión para mejorar sus relaciones con el Congreso, aportando una visión de futuro en tiempos de crisis, su popularidad se verá incrementada, lo que le permitirá lidiar con los vientos cruzados, asegurando el despegue de su liderazgo.