Cuba resiste. En cada calle, cada pueblo, cada rincón donde el silencio ha querido imponerse, ahí hay corazones que laten con fuerza. El régimen comunista ha intentado anestesiar la voluntad del pueblo con miedo, escasez y vigilancia, pero no ha logrado apagar ese fuego que arde bajo la piel de cada cubano que sueña con una patria libre. Este llamado va para ti, que estás dentro, que vives la rutina impuesta, que soportas el peso de un modelo que te quiere obediente.
No estás solo. Sabemos que el camino no es fácil. Que la represión golpea sin aviso, que el hambre agota, que la censura encierra. Pero también sabemos que dentro de ti hay fuerza. Que cada día, cada palabra que susurras, cada gesto que se escapa del control del sistema es una forma de decir “yo no me rindo”. Este editorial no busca exigirte más dolor, sino recordarte que tu valor ya es heroico y que tu despertar tiene poder.
Hoy Cuba necesita que sus hijos se miren entre sí y digan: “hasta aquí”. Que se activen desde el barrio, desde la iglesia, desde el corazón. Que cada uno encuentre su forma de ser voz, ser acción, ser luz. No hay que esperar grandes movilizaciones para cambiar la historia. Basta con que los despiertos ya no se hagan los dormidos. Basta con que el miedo se encuentre con la dignidad.
Cada vez que un cubano decide no callar, el régimen pierde terreno. Cada vez que una mujer decide marchar, la dictadura se tambalea. Cada vez que alguien se niega a aceptar la mentira como verdad, Cuba respira.
Que no te cansen, que no te quiebren, que no te convenzan de que no puedes. Porque sí puedes. Y porque cuando el pueblo se levanta, ningún sistema por más viejo o feroz, puede sostenerse.
Este editorial es un abrazo a tu coraje y una sacudida a tu alma. Porque Cuba no está dormida: está esperando que tú, cubano que luchas desde dentro, te actives con la certeza de que no estás solo. La libertad se construye desde la conciencia, y tú eres parte de esa nueva conciencia que no se va a rendir.
Cuba no está dormida, está esperando que despiertes tú.