Lisette Alves
Superintendente auxiliar de Asuntos Académicos
Escuelas Públicas de Miami-Dade
Lisette Alves
Superintendente auxiliar de Asuntos Académicos
Escuelas Públicas de Miami-Dade
El distrito escolar de Miami-Dade se compromete a que cada año un gran número de estudiantes aprenda a nadar, lo que a su vez ayuda a mantener un peso adecuado en correspondencia con sus edades.
Según estudios de organizaciones que promueven la salud en el país, la obesidad ha sido reconocida como una enfermedad, lo cual ha forzado a nuestros médicos a que se comprometan a tratarle como tal y a las compañías aseguradoras a proporcionar cobertura de su tratamiento. En los Estados Unidos se calcula que alrededor de 78 millones de adultos y 12 millones de niños sufren de ese mal. Se estima que un tercio de la población cae bajo esa categoría, de la cual un 17 por ciento son niños.
Además de practicar una dieta apropiada y un nuevo estilo de vida, se recomiendan ejercicios que reduzcan el peso y a la misma vez tonificar el cuerpo. La natación es recomendada como un excelente ejercicio que fortalece el corazón y contribuye al desarrollo de los músculos. Se les recomienda a los padres establecer un régimen de ejercicios para los niños, en el cual se incluya la práctica de la natación. La natación es un deporte muy completo que no solo ayuda con la coordinación y el balance, sino que también reduce el nivel de estrés en los niños.
El programa llamado Learn to Swim, o aprende a nadar, el cual fue establecido hace 43 años en nuestra red de educación en Miami-Dade, se lleva a cabo durante el día escolar. El mismo fue creado con el propósito de enseñarles natación y habilidades de supervivencia en el agua a los niños más pequeños y vulnerables en un ambiente controlado y bajo supervisión.
El programa Learn to Swim está afiliado a la Cruz Roja Americana, la cual es el mayor proveedor de instrucción en natación y de prevención de ahogamiento. Los instructores son salvavidas certificados por la asociación de ayuda, que a la vez que enseñan natación ayudan a desarrollar en el niño la confianza ante la adversidad, a ser independientes y a mantener una óptima salud mental.
A las escuelas que están localizadas en zonas con alto índice de ahogados se les proporcionan piscinas portátiles por un periodo de ocho semanas donde los niños de preescolar, kínder, primer y segundo grado aprenden a nadar. Los estudiantes practican la natación diariamente con el propósito de crear un hábito de ejercicio para toda la vida.