martes 4  de  febrero 2025

¿Esposa latina o millonario de Forbes?

El día en que la lista de Forbes la encabece un hombre casado con una esposa latinoamericana, existe una sola posibilidad: el tipo declaró números inflados
Diario las Américas | IDAYSI CAPOTE
Por IDAYSI CAPOTE

La lista anual de supermillonarios de la revista Forbes casi siempre la encabezan hombres casados con mujeres que no son latinas; si no, otro gallo cantaría.

Me refiero a tres de los integrantes más asiduos en tal enumeración: Jeff Bezos, emperador de Amazon; Bill Gates, magnate de Microsoft, y Mark Zuckerberg, el rey de Facebook.

Ellos son de los que más saben de programación, de inventos y de negocios. Nacieron, además, con un olfato canino para escoger esposas ahorrativas y, por si fuera poco, con una región vetada para el amor: Latinoamérica.

Jeff Bezos, con $128.7 billones (según Forbes 2018) está casado desde 1993 con Mackenzie Bezos: “californiana”, novelista, con quien ya tiene cuatro hijos. Ella fundó en 2014 una organización contra la Intimidación… No me queda claro: ¿la “intimidación” a qué? ¿Será la que provoca ver esa cantidad de ceros a la derecha o el gasto que puede tener diariamente hasta cumplir los 120 años?

Mackenzie pronto tendrá 48, es decir, le quedan 72 años de vida. ¡Ojalá dure más!... Serían unos 26.000 días aproximadamente y casi 5 millones diarios para gastarrrrr… ¡Siento mareos ante ese dineral! Para empezar, yo cerraría tres joyerías: Bvlgari, Cartier y Tiffany & Co. Vivirían con nosotros Domenico y Stefano, de Dolce & Gabanna, Valentino, y Carolina Herrera.

Les aseguro que cualquier mujer latinoamericana antes de cumplir el primer mes de casada con Bezos, además de billones de besos y un poco más, lo sorprendería con la habilidad innata para derrochar una fortuna. Hecho que a este emperador le borraría su sonrisa tatuada.

Antes del primer año de nupcias, Amazon sería un recuerdo… Después de varios sueños cumplidos, como un avión con una habitación llena de closets para guardar mientras tanto las compras internacionales realizadas en persona, todas las marcas de automóviles respetadas por lo que cuestan y un Rolls Royce de oro y platino con ribetes de diamantes por todas partes y el chofer, William Levy… Nada, que los billones te ponen creativa... Ahora dejemos el abuso con Bezos, y comencemos con el siguiente requetemultimillonario.

Bill Gates, con nada más y nada menos que $90.5 billones (según Forbes 2018). Su esposa Melinda French, nació en Francia, o sea, “francesa”. Casados desde 1994. La French dejó el trabajo para cuidar a sus tres hijos en una mansión donde cabe toda la población de la Ciudad del Vaticano.

Si Melinda fuera más linda, haría que a este magnate se le cayeran sus gafas para que no sufriera el desfalco de una bella latina. Empezaría por cambiar la decoración de su palacio y para lograrlo vaciaría el Museo del Louvre, el Hermitage de Rusia y el Museo del Prado.

La torre Eiffel estaría en mi jardín, por aquello de la añoranza por la madre patria. Y para que los niños aprendan el amor a sus raíces. Además, haría que la Capilla Sixtina fuera arrancada y empotrada en el salón principal, donde se reciben las visitas, no para “restregarles tal posesión”, sino por aquello de que ya no habría que viajar a Italia para deleitarse con esta parte de la historia de las artes. Esto sería un acto humanitario y filantrópico... ¡Los pasajes de avión están carísimos!

Mark Zuckerberg, el rey de Facebook, posee una fortuna de $62.000 millones y billones de divorcios sobre su espalda por esta red social. Este joven está casado con la pediatra Priscilla Chan. Ella nació en Massachusetts y es descendiente de asiáticos.

Si fuera Priscilla Zuckerberg, rodearía mi mansión con varios metros de la muralla china… Total, nadie echaría de menos esta falta por su gran extensión. Pero esto sería el principio de los caprichos logrados.

O mejor sería el Taj Mahal, de la India; pero es Asia. Y esta doctora graduada en Harvard no tendría jamás tristeza por sus ancestros al vivir dentro de tal maravilla. Sí, sería su hogar. Si Priscilla fuera latina, claro está. Dejaría a Mark Zuckerberg diciendo “mamá clarito y papá enreda'o”.

Para los que siguen esta mágica lista de Forbes, se preguntarán: ¿y Carlos Slim, el mexicano? Bueno, Slim tiene sangre libanesa, al igual que su fallecida esposa en 1999, Soumaya Domit Gemayel. Ella llegó a vivir a México con seis años. Este magnate aún se mantiene viudo.

El día en que la lista de Forbes la encabece un hombre casado con una esposa latinoamericana, existe una sola posibilidad: el tipo declaró los números inflados de tal fortuna. Porque aquello del ahorro y la modestia a nosotras, las latinas, no nos queda bien, y a mucha honra. ¡Primero muertas que ahorrativas!

@idaysicapote

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