El gusano Morris fue uno de los primeros ataques cibernéticos conocidos, que se produjo en 1988 en contra de la infraestructura mundial.
Valiéndose de las debilidades del sistema operativo UNIX, que nació en los laboratorios Bell de AT&T, el gusano ralentizó las computadoras hasta hacerlas inservibles, según relata un artículo del magazine NATO review, de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La idea del ataque fue de Robert Tapan Morris, un científico en informática, que en realidad estaba tratando de medir cuán grande era la red de Internet.
Morris, quien actualmente trabaja como profesor en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, se convirtió en la primera persona en ser condenada de fraude y abuso informático de los Estados Unidos.
Aunque este ciberataque pretendía ser una prueba científica, se amplían las vías para cometer delitos en el área del ciberespacio a medida que la tecnología avanza.
En la actualidad, existen diferentes modalidades.
El uso de programas maliciosos, como gusanos, virus o troyanos para inutilizar una red y otorgar al atacante acceso; la suplantación de identidad o phishing que utiliza correos electrónicos engañosos; el secuestro de datos, que descifra archivos personales de la víctima para luego exigir un rescate, generalmente en criptomonedas y hasta el crypto jacking, que es la manipulación de la computadora de la víctima, para generar criptomonedas.
Todo el tema viene a colación por el último ataque cibernético que sufrieron algunas de las agencias gubernamentales más importantes de Estados Unidos.
El alcance todavía está por evaluarse.
La pregunta es ¿Cómo fue posible que piratas informáticos obtuvieron acceso a las redes del Gobierno sin ser detectados durante nueve meses?
Si la seguridad cibernética se ha convertido en una responsabilidad prioritaria, es de suponer que hay defensas sólidas contra ataques de este tipo.
¿Estaba tan ocupado el país, lidiando con la amenaza del coronavirus y la campaña electoral, que se convirtió en presa fácil de adversarios extranjeros que se aprovecharon de esta combinación de eventos sin precedentes?
Todavía no hay certeza sobre los orígenes del ataque porque el presidente Donald Trump parece sospechar de China, mientras otros miembros de su gabinete le atribuyen el hecho a Rusia.
Si se demuestra que el servicio de inteligencia ruso, SVR, estuvo detrás de los ataques o bien su contraparte china, significa que Joe Biden comenzará su presidencia enfrentado la difícil decisión de adoptar cómo castigar al presidente ruso, Vladimir Putin, o al líder chino, Xi Jinping.
La complejidad del ciberataque fue impresionante. Los piratas informáticos lograron violar secciones clave del Departamento de Energía, incluida la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, que es responsable de mantener el arsenal de armas nucleares estadounidenses.
También se sabe que el Departamento de Estado, el Tesoro y el Departamento de Seguridad Nacional se han visto afectados por un software malicioso, insertado en los sistemas informáticos.
Antes de que Trump asumiera la presidencia en 2017, su antecesor, Barack Obama, ordenó la expulsión de 35 diplomáticos rusos en represalia por la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.
Los servicios de inteligencia acusaron entonces a Moscú de perpetrar ciberataques al Comité Nacional Demócrata y a la campaña de Hilary Clinton,para influir en las elecciones a favor de Donald Trump.
Los ciberataques son ahora tan comunes que todos los gobiernos del mundo deben permanecer alerta.
En 2006, la Adminstracion Espacial Aeronautica estadounidense (NASA) se vio obligada a bloquear los correos electrónicos con archivos adjuntos antes del lanzamiento de un transbordador por temor a que fueran pirateados.
No se conoce todavía si la administración Trump tomará medidas, mientras el presidente electo Joe Biden se ha comprometido a proteger a todos los departamentos gubernamentales de los ciberataques, pero no ha dado todavía detalles.
¿Se vieron afectadas las computadoras del Pentágono? Si es así, ¿qué tan extensa fue la infiltración y qué medidas se pueden tomar para contrarrestar el daño?
De lo que no hay duda es que la respuesta que tome el país, en las próximas semanas, definirá la administración actual y la que está por llegar.
