Desde hace más de 15 días cerca de 20 opositores cubanos protagonizan una nueva huelga de hambre para exigir el cese de la represión en Cuba y el respeto a los más elementales derechos de todos los residentes en la isla.
Es muy probable que muchos consideren esta acción como una idea desacertada, en especial ahora que Cuba y Estados Unidos viven una nueva época de relaciones diplomáticas
Desde hace más de 15 días cerca de 20 opositores cubanos protagonizan una nueva huelga de hambre para exigir el cese de la represión en Cuba y el respeto a los más elementales derechos de todos los residentes en la isla.
En Miami muchos han estado al pendiente de esa situación; otros han permanecido al margen mientras en el interior de la isla, millones de cubanos desconocen que unos pocos hombres llevan consigo el decoro de una nación entera.
Tal y como dijera el héroe nacional José Martí: “Cuando hay muchos hombres sin decoro hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que roban a los pueblos su libertad. (…) En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana”.
Esos son los opositores cubanos que ahora mismo se encuentran en huelga de hambre, algunos de ellos con peligro de muerte luego de más de dos semanas sin ingerir alimentos.
Es muy probable que muchos consideren esta acción como una idea desacertada, en especial ahora que Cuba y Estados Unidos viven una nueva época de relaciones diplomáticas. Sin embargo, nada es más justo y necesario que continuar con la lucha para acabar con la dictadura más longeva del continente.
Los atropellos a la libertad de expresión, de asociación, de poder escoger entre diferentes partidos políticos, las detenciones arbitrarias y el acoso continúan siendo las armas principales del régimen de La Habana que se cree impune.
Ahora más que nunca se necesita la solidaridad de todos. Cada cubano, sin importar el lugar donde se encuentre, debe apoyar a estos huelguistas que no defienden intereses personales, sino que representan el anhelo de todos de tener un país libre que puedan disfrutar y ayudar a construir.
Quizás sea el momento en que un pueblo entero realice el ayuno más grande de la humanidad para no dejar solos, a la deriva, a este puñado de hombres que llevan consigo el decoro de la nación cubana.