El famoso y eterno cantautor Carlos Gardel, al interpretar el hermoso tango “Volver”, dejo una frase para la historia: ¡Que veinte años no es nada!, simbolizando el regreso a la patria querida, después de tanto tiempo fuera de ella, su amor e inquebrantable pasión por la tierra amada lo expresaba con la dulzura de su voz.
Pero hoy no nos referimos a los sentimientos de Gardel, sino en sentido contrario, al tratar el tema desde otro punto de vista, al resaltar igualmente que muchos compatriotas exiliados y refugiados en diferentes países del planeta, sienten el mismo dolor, la ansiedad y la añoranza por la patria perdida entre la terrible crisis humanitaria y la represión de una feroz dictadura.
Ya son 20 años de la narco dictadura impuesta poco a poco, en forma gradual y planificada, primero por el “comandante eterno “y luego por su “designado” Nicolas Maduro, con el apoyo condicional: ayuda petrolera y económica, de la tiranía castro comunista de Cuba, y su mejor instrumento de “cooperación internacional” el famoso G-2 cubano, experto en el diseño de políticas de contraespionaje e imposición totalitaria.
Existen teorías que establecen que la historia no se repite, sin embargo, cuando tratas de profundizar sobre la similitudes o diferencias entre los hechos y acontecimientos ocurridos entre una época de tiempo y otras, encuentras a veces coincidencias notables, que debe ser tomadas en cuenta en cualquier análisis en búsqueda de soluciones prácticas, reales y verdaderas. Bien para no repetir los mismos errores, y finalmente para lograr avanzar en positivo.
Cuando Chávez fue candidato por primera vez, 1998, el nivel decreciente de la popularidad de los partidos políticos estaba en el suelo, los venezolanos por impulso de los medios de comunicación
y sectores económicos muy poderosos, perdieron su confianza en los grandes partidos tradicionales, como AD y COPEI, a quien le endilgaban ser los causantes de todos los problemas del país, incluyendo los más insulsos y banales que pudieses presentarse, el nivel de la anti política organizada y dirigida, estaba en su mejor momento, listo las condiciones para la búsqueda del “mesías salvador” estaban dadas.
La campaña de Chávez, conto con el respaldo de importantes grupos económicos de la llamada oligarquía financiera e importadora, quienes ahora prevalecidos de su fortaleza económica y política, decidían su apoyo al “candidato emergente”: el “teniente coronel golpista”, para derrotar y sepultar a los partidos políticos tradicionales, e iniciar una nueva etapa de control y seguridad económica de sus intereses grupales e individuales. Que luego se convirtió en frustración y desengaño total.
Muchos medios de comunicación y sus dueños aportaron todo su apoyo en forma irrestricta al candidato golpista, que ahora disfrutaba las mieles de su famosa frase “Por ahora”, cuando se entregó derrotado a las fuerzas leales al presidente Carlos Andres Pérez, al sentirse” guapo y apoyao” y con un ferviente respaldo popular, que en el ayer respaldaron y apoyaron con sus votos a los presidentes electos de AD y COPEI. ¡Que metamorfosis!
La similitud y coincidencia histórica se refiera ahora, que esos mismos factores de la primacía de la llamada “anti política” en el escenario nacional, vuelve a ser una referencia importante para lograr el desenlace definitivo de la inmensa tragedia venezolana.
Las ultimas encuestas nacionales de Maganalisis, y Delphos, revelan que un porcentaje muy alto de los venezolanos, no tienen confianza ni en el gobierno, mucho menos en la oposición, sus porcentajes son muy bajos, mientras que un 62% consideran que se defina un liderazgo opositor en unas elecciones primarias sin la participación del CNE, en este ultimo se expresan sectores
independientes, los diversos sectores antagónicos de la oposición, y de los chavistas anti-Maduro. Una necesidad imperiosa esta definición. Si esta posición no se satisface, sin duda tendríamos un supuesto proceso electoral, totalmente divididos, atomizados y con una matriz de opinión abierta a la anti política. Es decir, un nuevo “mesías” deberá aparecer, al margen de los partidos políticos, para “salvar al país”. Un nuevo error para reincidir en el pasado.
Toda esta situación es generada por los veinte años del fracaso político de un modelo económico anquilosado, que solo ha generado más hambre, miseria, destrucción total de la economía privada, y publica, que levantado sobre las promesas de odio visceral contra las organizaciones políticas, y navegando en las aguas del populismo latinoamericano, líquido y destruyó por completo la Venezuela rica, petrolera, energética e incipiente en la inversiones privadas, todo en 20 años, pasando a ser de una “vedette” querida y respetada a la “limosnera o mendigo de la calle” tratando de recibir “ limosnas y dadivas” para sobrevivir. ¡Que tristeza!
Pero todo no puede ser negativo, es una situación de crisis integral que debemos superar todo unidos, evitando caer de nuevo en los “cantos de sirena” de la anti política, y reconstruyendo con firmeza y claridad estratégica, una nueva opción de frente, contra la dictadura y sus aliados y presentando una alternativa unitaria, sin exclusión de nadie, para lograr la derrota definitiva de la tiranía castro comunista y reconstruir nuestro hermoso país, en democracia libertad.