jueves 13  de  noviembre 2025
OPINIÓN

¿Tercera guerra mundial?

Visión analítica desde Washington DC, la capital del país, donde el poder y sus efectos tienen otra perspectiva
Diario las Américas | SONIA SCHOTT
Por SONIA SCHOTT

Si bien el gasto militar durante una guerra produce resultados positivos porque impulsa el empleo, la actividad económica y el desarrollo de nuevas tecnologías que impactan a otras industrias, hay consecuencias negativas que nadie desea y ocurren simultáneamente.

La Segunda Guerra Mundial se financió con incrementos en la deuda nacional e impuestos más altos.

Durante la Guerra de Corea hubo tasas impositivas más altas y el Gobierno estadounidense debió implementar controles de precios y salarios en respuesta a la creciente inflación por el estímulo adicional creado por el gasto público.

De igual manera, la Guerra de Vietnam se sufragó con aumentos en las tasas de impuestos y una política monetaria expansiva que luego condujo a una inflación, mientras la inversión declinó.

El período de la Guerra Fría vio aumentos sostenidos en el gasto militar, junto con recortes de impuestos que luego resultaron en un estallido en el déficit presupuestario.

Las guerras de Afganistán e Irak se dieron en un marco económico débil, que luego produjo el estallido de la burbuja de activos de alta tecnología que derivó en recesión, según el estudio realizado por The Institute for Economics and Peace.

Ahora bien, el ataque de Rusia a Ucrania impulsó el precio del petróleo a 100 dólares por barril por primera vez desde 2014.

En este contexto, Venezuela se coló en la agenda geopolítica internacional cuando un grupo de altos funcionarios estadounidenses fue a ese país para reunirse con el gobernante Nicolás Maduro y discutir la posibilidad de aliviar las sanciones a las exportaciones de petróleo venezolano, a cambio de la liberación de prisioneros políticos estadounidenses.

Está iniciativa se produjo mientras el presidente Joe Biden consideraba firmar la orden ejecutiva que prohibió la importación de petróleo ruso, gas natural licuado y carbón a Estados Unidos, como parte del paquete de sanciones por la invasión de Rusia a Ucrania.

El encuentro con Maduro creó malestar en sectores políticos estadounidenses, así como entre aliados regionales como Colombia, cuyo presidente desde la Casa Blanca calificó al venezolano como el “Vladimir Putin latinoamericano”.

Al parecer, algunos inversionistas estadounidenses vieron la oportunidad para comercializar el crudo de la nación caribeña a pesar del régimen de sanciones internacionales.

Y es que el alza en las materias primas tiene un papel crucial en la curva inflacionaria que impactaría la recuperación de la economía mundial post pandemia.

“La inflación es alta y seguirá aumentando debido a lo que está pasando en Ucrania”, afirmó el asesor económico del grupo Allianz Mohamed El-Erian.

“Estimo que, considerando un 7,9% de inflación actual, probablemente nos acercaremos mucho o superaremos el 10% antes de bajar. Y esa diferencia será debido a la interrupción que la guerra de Putin implica para los precios de las materias primas, las cadenas de suministro y los envíos”, afirmó El-Erian.

En el plano estratégico militar, el presidente Joe Biden ha asegurado que las tropas estadounidenses no estarán envueltas en una confrontación con las rusas.

Pero hace poco, se produjeron diferencias sobre si los aviones de combate polacos de fabricación soviética podrían ser entregados a la fuerza aérea ucraniana, cuyos pilotos están familiarizados con la tecnología.

El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que apoyaría cualquier iniciativa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa del Este, para poner a disposición aviones militares para los ucranianos.

Sin embargo, cuando Polonia ofreció sus aviones de combate para que Estados Unidos los llevara a Ucrania, Biden cambió drásticamente de opinión.

Si pilotos estadounidenses volaran cazas MiG polacos hacia Ucrania, podría ser visto por Vladimir Putin como un acto de guerra de la OTAN a Rusia.

En todo caso, Estados Unidos y otros 14 países están armando a Ucrania con toneladas de municiones, armas, misiles antiaéreos y armas antitanque.

Esto significa que la OTAN indirectamente ya está en guerra con las fuerzas rusas porque las armas de la alianza militar occidental están liquidando a los soldados de Putin.

Senadores republicanos dicen que Biden necesita ser más duro con Putin y apoyan una zona de exclusión aérea e incluso el envío de tropas estadounidenses a Ucrania.

Blinken tiene la respuesta a eso y es simple: “Lo que estamos tratando de hacer es poner fin a esta guerra en Ucrania, no comenzar una más grande”.

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