Recientemente tuve el honor de iniciar la Caminata Anual de Concientización sobre los Trastornos de la Alimentación. Muchas personas fueron fundamentales para hacer posible esta caminata, también la organización The Alliance for Eating Disorders Awareness, los innumerables voluntarios y todos los que participaron hicieron posible este maravilloso evento. Durante muchos años, he trabajado para concienciar y educar a los miembros del Congreso en Washington sobre los graves efectos que los trastornos alimenticios pueden causar en las personas.
Aproximadamente 25 millones de personas en los Estados Unidos, independientemente de su origen étnico, edad o sexo, tendrán problemas de alimentación en algún momento de sus vidas. Estos trastornos no solo tienen un impacto físico y emocional en quienes lo sufren, también son mortales. Los trastornos alimenticios tienen la mayor tasa de mortalidad comparados con cualquier enfermedad mental. Por eso trabajé diligentemente para tomar medidas legislativas contra estos dañinos trastornos.
Con la ayuda de The Alliance, Kitty Westin y dedicados defensores, el congresista Ted Deutch y yo pudimos presentar el Anna Westin Act y luego convertirla en ley en 2016, como parte de la ley 21st Century Cures Act. Este proyecto de ley centró la atención en la necesidad de capacitar educadores y profesionales de la salud para identificar trastornos alimenticios, garantizar que los pacientes tengan acceso al tratamiento necesario y promover imágenes corporales positivas en nuestra sociedad. La ley Anna Westin fue solo el primer paso que mis colegas en el Congreso y yo hemos tomado para abordar los trastornos de la alimentación.
Por otra parte, dirigí una coalición bipartidista en la que instaba a la Comisión Federal de Comercio a cumplir con su deber de proteger a la próxima generación de niños y adolescentes promoviendo anuncios veraces, justos y responsables. También, trabajé para asegurar fondos federales para investigar los trastornos alimenticios. Al apoyar esta investigación, nuestra nación puede obtener una mejor comprensión de las causas de estas enfermedades, cómo podemos prevenirlas y desarrollar mejores tratamientos para que no perdamos a otro familiar, amigo o vecino debido a esta terrible enfermedad.
A pesar de que hemos avanzado mucho para contener este problema de salud, sé que todavía hay mucho más que podemos hacer. Eventos como esta caminata anual, desempeñan un papel crucial en el logro de estos objetivos. Al promover educación sobre los trastornos alimenticios, difundir un mensaje de esperanza y recaudar fondos para ayudar a las personas en recuperación, seguiremos salvando vidas.