MADRID.- ADOLFO MORENO
Especial
MADRID.- El meteórico ascenso en las encuestas del partido de Pablo Iglesias no deja indiferente a nadie, o lo temen o lo anhelan: lo observamos frente al espejo de las vivencias de cubanos y venezolanos que viven en España
MADRID.- ADOLFO MORENO
Especial
“Es lamentable que nos toque vivir en un déjà vu de los años noventa en nuestro país”, expone Alberto Pérez, presidente de la Asociación Civil de Venezolanos en España (ACVE). No opina igual su compatriota Jorge Páez, que tras 12 años viviendo en España asegura que “Podemos, de alcanzar el Gobierno, tendría otras cuestiones que atender: para empezar, las relaciones con Europa para revertir el llamado austericidio” [la política de austeridad impuesta a ciertos países debido a su elevado déficit y deuda].
Estas reflexiones son la consecuencia de la publicación de la encuesta sobre intención de voto del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), organismo público dependiente del Ministerio de Presidencia del Gobierno español, en la que el grupo Podemos obtiene unas perspectivas de voto sorprendentes para un partido casi recién constituido.
Según este sondeo, por primera vez, los partidos que se han alternado en el Gobierno desde 1982 -el democristiano PP y el socialdemócrata PSOE- no ostentan las dos primeras posiciones. El bipartidismo tradicional (que en las elecciones europeas de 2014 no alcanzó el 50% de los sufragios por primera vez) pasaría a ser un tripartidismo con la potente irrupción de Podemos.
El PP seguiría siendo el partido más votado según el CIS con un 27,3% de los votos (ganó las elecciones en 2011 con un 44%), pero el PSOE pasaría a ser tercera fuerza (22,2%) y su lugar como alternativa de Gobierno lo ocuparía Podemos (23,9%).
Los sociólogos se muestran cautos sobre estos resultados del CIS ante lo inédito de un fenómeno como Podemos en la política española. Pero las encuestas se quedarán en papel mojado pronto, cuando llegue el veredicto de las urnas: elecciones en Andalucía en marzo, elecciones en todos los municipios del país y en la mayoría de Comunidades Autónomas en mayo, elecciones en Cataluña en septiembre y elecciones generales al Congreso y al Senado -en principio- a finales de año. ¿Qué podría ocurrir si se produce un cambio histórico? DIARIO LAS AMÉRICAS ha querido conocer las reflexiones de los ciudadanos cubanos y venezolanos que viven en España ante esta posibilidad.
“Amenaza populista”
La encuesta del CIS es valorada con “preocupación” por José Óscar Pérez, presidente del Centro Cubano de España, ante “el surgimiento de la amenaza populista”.
Pérez pone el acento en la dificultad para los pactos que serían necesarios a la hora de formar Gobierno y califica de “la irresponsabilidad mayor que podrían cometer los socialistas en la historia reciente de España” un posible pacto del PSOE con Podemos.
Va más allá, haciendo un paralelismo entre esta hipótesis y “un Frente Popular de aciago recuerdo”, en referencia a la unión de partidos de izquierda que ganó las elecciones democráticas en 1936 y que fue respondida por la derecha con el alzamiento militar del general Franco que dio lugar a la guerra civil española y a la posterior dictadura.
Por su parte, Virgilio Toledo, presidente de la Asociación Convivencia Cuba-España, ve en los resultados del sondeo un llamamiento a que PP y PSOE “propongan medidas y estrategias concretas que contrarresten ese crecimiento tan acelerado que se alimenta de los descontentos generados por la profunda crisis que vive la sociedad española”. Para Julio Andrés Hernández, cubano con dos décadas viviendo en España, es “un éxito” el segundo puesto de un partido “que desea capitalizar el descontento de amplias capas de la población y que funciona de manera transversal”
En una palabra
Hemos pedido que nos definan sus sentimientos hacia Podemos en una sola palabra. Para Alberto Pérez es “repulsa”, mientras que para el también venezolano Jorge Páez es “participación”.
Desde la perspectiva de los cubanos, José Óscar Pérez elige “populismo-comunista”, Virgilio Toledo “desconfianza” y Julio Andrés Hernández “cautela”.
Sobre los aspectos que gustan o disgustan de Podemos, a José Óscar Pérez no le gusta “nada”, ya que “estos rasgos nos producen rechazo: su profesada identificación con el chavismo, reinante en Venezuela y Bolivia, con el populismo, en Ecuador y Argentina, y con el comunismo en general y el castrismo en particular”.
Tampoco encuentra ningún aspecto positivo Alberto Pérez, “ya que inclusive la apertura a la participación ciudadana en la toma de decisiones fue un gran fraude”. Jorge Páez también pone el foco en la participación: si bien le gusta “el horizonte de participación que de momento practica”, lo importante, asegura, es “no convertir una vez más el voto en un cheque en blanco: creo que la democracia debe ser un proceso dinámico de participación”.
La apuesta por “la toma de decisiones por parte de Asambleas Ciudadanas” es también lo más destacado para Julio Andrés Hernández. Donde Jorge Páez se muestra crítico es en que “se dejan llevar por un lenguaje excesivamente publicitario” y en que, pese a que “Podemos es mucho más que Pablo Iglesias”, “a veces se apoya en el tratamiento que los medios de comunicación dan al partido, jerarquizándolo, para afirmar su autoridad”.
Alberto Pérez, que precisamente recibió clases de Ciencias Políticas en la universidad por parte de Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero -quienes ocupan la segunda y tercera posición, respectivamente, dentro del organigrama del partido-, va más allá: el “éxito en la implementación de un buen programa de propaganda ha sabido engañar a mucha gente y a canalizar y capitalizar políticamente el descontento, la rabia y la sed de revancha”.
Palabras que coinciden casi textualmente con las de Virgilio Toledo, que añade como crítica “la demagogia en su discurso, el proponer una realidad, un proyecto que ha quedado demostrado por la Historia que no funciona y que muy pronto se vuelve contrario a los sueños idílicos de igualdad y justicia”. También de “demagogo que persigue el poder para ejercerlo de manera absoluta” ve José Óscar Pérez a su líder, Pablo Iglesias.
Grecia, España, Francia y el futuro de Europa
El reciente triunfo del partido de izquierda SYRIZA en Grecia, al que muchos comparan con Podemos, ha sido “preocupante” para José Óscar Pérez y “desconcertante” para Alberto Pérez, aunque añade que “hay una gran posibilidad en este momento de girar hacia el camino que las socialdemocracias del norte tomaron el siglo pasado”.
Por contra, Julio Andrés Hernández lo califica de “esperanzador”, ya que “la situación griega era insostenible” y tiene “mucha fe en que este cambio sirva de ejemplo y otros sigan sus pasos”. Virgilio Toledo ve con “escepticismo” este cambio en Grecia ante “los enromes retos que resolver” que tiene Europa. Y no son pocos.
Alberto Pérez destaca “las amenazas extremistas externas, el posible estancamiento económico y los radicalismos internos”. En este último punto pone el foco también Jorge Páez, para quien el “gran peligro” en Europa sería “una victoria del Frente Nacional en Francia”, que hoy lidera las encuestas y que ya fue el partido más votado en el país galo en las pasadas elecciones europeas.
Páez recalca una diferencia clave entre el partido de Marine Le Pen y el de Pablo Iglesias: “Podemos es un partido europeísta”. Asimismo, cree que Europa “debe avanzar en una integración más de los pueblos que de las economías” y vaticina que “a la Unión le quedarán menos años de los que esperamos” si, insiste, “sigue primando la palabra socio sobre la palabra pueblo”.
También muestra sus temores con el proyecto europeo José Óscar Pérez, que cree que si Podemos gobierna en España, ésta “abandonaría el euro y, al igual que Grecia, terminaría saliendo de la Unión Europea”. Virgilio Toledo no se atreve a vaticinar qué ocurriría si Pablo Iglesias alcanza La Moncloa, pero resume el futuro de Europa asegurando que “todos los radicalismos y revoluciones que han llegado al poder han traído sufrimiento, frustración y empobrecimiento para ese país”.
Todo lo contrario piensa Julio Andrés Hernández ante el posible triunfo de Iglesias: “La cuarta potencia económica de la eurozona será más libre que antes”. “El principio del cambio ya empezó en la cabeza de las personas -cree Hernández-, y lo siguiente es trasladar ese cambio a las instituciones”.
Quien opina que poco va a cambiar es Alberto Pérez, que no cree que la victoria de SYRIZA vaya a traer consecuencias: “Nadie va a forzar la barra. Y la Real Politik se va a plantar. Los cambios serán cosméticos; hay poco margen de maniobra”.