miércoles 2  de  octubre 2024
ANÁLISIS

¿Qué podría pasar en julio dentro del Partido Republicano?

Los candidatos corren el riesgo de llegar a una Convención en la que se anulen los resultados de las primarias e incluso el establishment cambie o incluya nuevos aspirantes

Aunque el magnate Donald Trump lidera desde hace meses la carrera de las primarias y asambleas republicanas con la mayor cantidad de delegados a su favor, todavía está muy lejos del número “dorado” necesario para coronarse con la candidatura a las presidenciales de noviembre. Por eso la idea de que todo termine en una convención abierta o negociada late más fuerte en los medios por estos días y crea mayor tensión entre los candidatos.

Las reglas internas de cada partido para elegir a sus nominados no son sencillas y pueden cambiar incluso año a año, pero hay algunas claves que ayudan a entender y prever lo que podría pasar en julio dentro del Partido Republicano.

Hasta el momento, el magnate cuenta con 678 delegados, seguido por Ted Cruz, que tiene 413, y John Kasich con 164. Para conseguir la nominación republicana, Trump –o cualquier otro candidato- deberá pasar dos condiciones obligatorias: por un lado, ganar 1.237 delegados y por el otro, cumplir con la también necesaria Regla 40, por la que el aspirante tiene que haber triunfado por completo en ocho estados del país, algo difícil de conseguir y que para algunos analistas no tiene caso.

El día clave es el 7 de junio, el último de las primarias republicanas y en el que votan cinco estados, entre ellos California -que tiene 172 delegados, el mayor número de un estado, y en el que el ganador se los lleva todos-. Al final de esa jornada se sabrá si algún candidato logra las metas para quedar como nominado o si es necesario hacer una convención abierta.

Una convención de este tipo es aquella en la que, como ningún aspirante tiene la mayoría necesaria de delegados, se vota dejando que los delegados elijan por el candidato que prefieran, aunque no sea el que les fue asignado. En otras palabras, después de una primera elección sin ganador, en la que cada delegado vota por el candidato que le fue estipulado, se hace una segunda elección –o todas las que sean necesarias- en las que se elige libremente.

El riego que surge para candidatos como Trump en esa instancia, es que los varones del partido podrían incluir o cambiar candidatos a la nominación, lo que anularía por completo los resultados obtenidos en las primarias nacionales. Ese es uno de los planes que aparentemente está barajando el establishment republicano para tratar de que el magnate no gane la candidatura.

De todas maneras, si el 7 de junio nadie obtiene la mayoría de delegados, se espera que las semanas siguientes sean de grandes negociaciones dentro del partido, para convencer a los delegados que no tienen compromiso de voto cerrado por las reglas de su estado o a los que tienen su voto ligado a candidatos que se han retirado. Además, podrían verse alianzas entre los candidatos para acumular mayor cantidad de votos.

Reacciones de candidatos

Tanto Donald Trump como Ted Cruz advirtieron a sus compañeros republicanos esta semana sobre las nefastas consecuencias que tendría el hecho de que el establishment del partido intente tener una Convención Abierta o negociada este verano, como se ha filtrado después de las primarias del martes pasado -en las que Kasich se llevó los 66 delegados de Ohio, algo que dificultará a Trump para conseguir los 1237-.

“Creo que tendrían disturbios. Creo que tendrían disturbios”, insistió el magnate el miércoles en el programa New Day de CNN. “Represento a muchísimos millones de personas”.

“La probabilidad [de que haya disturbios] significa que habrá descontento si nuestros líderes del partido se corrompen y deciden ignorar la voz de las personas e ignorar el proceso [democrático]”, dijo la simpatizante de Trump, Scottie Neil Hughes, a la misma cadena de noticias.

Cruz también dijo que el hecho de que los líderes del partido estuvieran detrás de una convención negociada, poniendo o cambiando los candidatos existentes, sería desastroso.

“Creo que eso sería un desastre absoluto, creo que las personas con toda razón se sublevarían. La manera de derrotar a Donald Trump es en las urnas”, dijo el senador por Texas en  New Day.

“Si termina sucediendo que lleguemos a Cleveland y que nadie tiene 1.237 delegados, que Donald tiene un montón de delegados y que yo tengo un montón de delegados y nos encontramos emparejados, entonces les corresponde a los delegados decidir”, agregó.

El director de comunicaciones del comité nacional republicano, Sean Spicer, dijo por su parte, que todavía continúa la posibilidad de una convención negociada.

“Por supuesto, vamos a permitir que el proceso avance por sí mismo”, dijo. “Nosotros vamos a continuar preparándonos para todas las contingencias, incluyendo una Convención Abierta”. Pero Spicer dijo que no cree que habrá disturbios si a Trump no se le permite ser el candidato.

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