SAN JOSÉ.- Costa Rica lo advierte de nuevo. Aquel migrante irregular cubano que sea atrapado dentro de su territorio, será deportado a su país. Eso sí, lo hará respetando sus derechos humanos en cumplimiento en su legislación migratoria.
SAN JOSÉ.- Costa Rica lo advierte de nuevo. Aquel migrante irregular cubano que sea atrapado dentro de su territorio, será deportado a su país. Eso sí, lo hará respetando sus derechos humanos en cumplimiento en su legislación migratoria.
“Costa Rica ya está preparando acciones necesarias para hacer deportaciones, preparando acciones para migrantes haitianos y se hará con cubanos en caso de que ingresen al país”, dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS el ministro de Comunicación, Mauricio Herrera.
La alerta la viene lanzando Costa Rica desde la semana pasada, cuando conoció que la mayoría de cubanos varados en Turbo, Colombia, abandonaron el lugar rumbo a Centroamérica.
En este momento, unos 1.000 de ellos se encuentran atravesando el Tapón del Darién, la zona selvática panameña fronteriza con Colombia.
“En todo esto insistimos en que lo más importante es que entiendan que no deben hacer ese viaje tan peligroso, arriesgado e inhumano. Para quienes están en Colombia, lo más apropiado y seguro es que acepten la propuesta del Gobierno colombiano de ser repatriados a sus países. Esa es una decisión sensata, insistir en hacer un viaje en condición irregular por zonas totalmente agrestes sin recursos, es exponerse ellos mismos y sus familias a tragedias”, expuso Herrera.
Según la prensa internacional, la bodega y los alrededores donde estaban 1.200 cubanos en Turbo, se ha vaciado porque en total unos 1.000 han emprendido la peligrosa ruta por el Darién hacia Panamá, previa solicitud de salvoconducto ante las autoridades migratorias que les facilita el paso por Colombia.
El abandono del lugar ocurrió ante el temor masivo de ser deportados a Cuba, como ocurrió hace semanas con algunos de ellos. Los cubanos toman lancha en la zona fronteriza colombiana para llegar al extremo sur panameño, desde donde se internan en la selva para continuar la ruta.
“Hay niños, embarazadas, personas de la tercera edad, más de 1.000 personas en Turbo han decidido salir en desbandada para atravesar la selva del Darién. Este conflicto pasa de ser una situación política por la cual han salido de Cuba o humanitaria de hacinamiento, a una situación de desastre humanitario al estar insertados en la selva del Darién miles de personas en un solo instante”, expuso por su parte Pavel Fernández, el pastor evangélico cubano que estuvo varado meses anteriores en Panamá y que ahora radica en New York.
“Ya no son 20-30 extracontinentales, en este momento van a atravesar la selva del Darién más de 1.000 personas en un mismo momento, situación que no se ha visto y por la cual estoy pidiendo continuamente sus oraciones e intercesión ante autoridades y gobierno panameño para que facilite el paso por la selva, y les ayuden a llegar seguros mínimo a Panamá y se empiecen a hacer negociaciones para ayudarles”, añadió.
Panamá mantiene oficialmente cerrado el paso para la migración irregular en su frontera con Colombia. Costa Rica, por su parte, volvió a enviar a 300 policías a resguardar su frontera con Panamá.
Según Herrera, los oficiales mantienen un cordón por el punto principal de paso de personas en la guardarraya y hacen patrullajes a lo largo de decenas de kilómetros en el cordón fronterizo.
No obstante, la dinámica sigue parecida a la de hace meses. Cientos de migrantes ingresan a diario ante la porosidad de la zona, reconoció Herrera. De 50 a 100 personas diarias que entraban a Costa Rica por día, desde hace más de una semana llegan a diario más de 150.
La mayoría son haitianos que emigran desde Brasil, país que les abrió las puertas a miles de ellos desde 2010 después del terremoto en Haití. El resto son africanos y asiáticos.
Desde que salieron los últimos cubanos de Costa Rica el pasado mes de marzo, producto de un puente humanitario abierto en conjunto con El Salvador, Guatemala y México; Costa Rica no ha tenido nuevamente el ingreso masivo de migrantes cubanos.
Mediante ese puente salieron de Costa Rica más de 4.000 cubanos rumbo a Estados Unidos, de casi 8.000 a quienes este país les permitió el ingreso con visa de tránsito a finales de 2015.
No obstante, el país advierte que no tiene recursos para recibirlos nuevamente. Además, la frontera nicaragüense, del país que sigue en la ruta después de Costa Rica, se mantiene cerrada.
“El pueblo y el Gobierno de Costa Rica somos respetuosos de los derechos humanos, protegemos la dignidad de las personas y somos solidarios con las personas migrantes, pero las actuales condiciones no permiten el ingreso ni la posibilidad de que se asienten en el territorio nacional”, indicó el Presidente, Luis Guillermo Solís Rivera.