Aunque pueda resultar tentador tener siempre a mano todas las fotos y la colección musical, a diferencia de una computadora, un smartphone no es un buen dispositivo para ser usado como archivo o backup para datos.
Al sincronizar los contenidos entre la PC y el teléfono hay que tener en cuenta cada vez qué es lo que de verdad se necesita, señala la revista especializada Connect
Aunque pueda resultar tentador tener siempre a mano todas las fotos y la colección musical, a diferencia de una computadora, un smartphone no es un buen dispositivo para ser usado como archivo o backup para datos.
Por eso, al sincronizar los contenidos entre la PC y el teléfono hay que tener en cuenta cada vez qué es lo que de verdad se necesita, señala la revista especializada Connect.
Casi todos los sistemas operativos móviles ofrecen la posibilidad de limitar la transmisión de datos a ciertos períodos o bien a determinadas carpetas de datos y música. Y la selección se puede cambiar cada vez que sea necesario.
Se puede consultar cuánto espacio queda en la memoria y cuánto ocupan los diferentes programas y archivos fácilmente en la configuración del smartphone o en el software de sincronización. Esa información permite decidir por dónde empezar a la hora de borrar o reorganizar.
Como tanto el sistema operativo como las aplicaciones guardan datos en el teléfono, también tiene sentido mirar estas configuraciones. Por ejemplo, se puede organizar el Dropbox para que guarde a nivel local realmente sólo los datos imprescindibles.
Quien haga muchas fotos y videos con el smartphone quizás debería bajar un poco la calidad de la resolución para ocupar menos espacio y tampoco hay que dejar de aprovechar la oportunidad de ampliar la memoria con tarjetas SD. Hay ya tarjetas disponibles con 128 GB por unos 50 dólares.
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