domingo 17  de  marzo 2024
SENSORES

Sistemas de seguridad en red para el hogar

Se recomienda por ello que la conexión en red se haga a ser posible por cable. El WLAN sólo debería ser de apoyo, porque "con distorsionadores de señal se puede bloquear"

REDACCIÓN.-dpa

Los ladrones consiguen entrar en la casa, pero los sensores de movimiento registran su presencia y encienden las luces, prenden las cámaras de seguridad y envían un mensaje al dueño de la vivienda, que ve las imágenes en directo y puede intentar ahuyentarlos.

Por ejemplo, con un mensaje por el smartphone que se oye dentro de la vivienda a través de altavoces: "Están siendo filmados. La policía fue alarmada. Váyanse de la casa". ¿Ciencia ficción? No por mucho tiempo.

Las videocámaras, los sensores de movimiento, los de calidad del aire, las luces y muchos otros dispositivos se pueden conectar hoy en día ya entre sí, también para la vigilancia del propio hogar. Hay incluso sensores para ventanas que registran si alguien las abre, y sensores que miden el nivel de dióxido de carbono. Si éste aumenta, es un indicio de la presencia de personas en la habitación.

En el caso de los sistemas de vigilancia vinculados con el smartphone, el usuario tiene que establecer qué va a ocurrir cuando se activan determinados sensores. ¿Se enciende la luz? ¿Una cámara de video? ¿Envía el sistema un mensaje al propio teléfono o al del vecino si uno está fuera de vacaciones?

Günther Ohland conoce muchas opciones. Con los módulos conectados en red es posible una vigilancia efectiva, afirma este gerente de la empresa Smarthome. La policía es más escéptica. Estos sistemas pueden servir como un canal de información extra, accesorio a una alarma y a otros métodos de protección más importantes, señala el director de criminalística Andreas Mayer. En opinión de este experto en prevención de delitos, la tecnología del smartphone se puede hackear con relativa facilidad.

Es cierto que la mayoría de los ladrones no son tan sofisticados, por lo que no es de esperar que consigan anular los sistemas, reconoce Mayer. Sin embargo, los dueños no deben descartar encontrarse en ciertos casos con criminales con mayores conocimientos técnicos.

Ohland recomienda por ello que la conexión en red se haga a ser posible por cable. El WLAN sólo debería ser de apoyo, porque "con distorsionadores de señal se puede bloquear".

En el mejor de los casos, los ladrones no llegan a entrar, sino que deciden abandonar antes el intento, por ejemplo porque se activa el sensor de la ventana al tocar alguien el marco, lo que hace que se enciendan las luces dentro y por los altavoces suene el ladrido de un perro. "Con eso cualquier ladrón se larga", opina Ohland.

Andreas Mayer subraya que si la protección va en serio, entonces hay que invertir en un mecanismo más sólido, como ventanas reforzadas. Porque una vez que los criminales entran, todo va muy rápido. "Hay bandas profesionales que revuelven toda la casa en dos minutos". Es decir que aunque el sistema del smartphone los filme y alarme al dueño, antes de que llegue la policía normalmente ya se han ido.

Pese a ello, al menos las grabaciones son un material de prueba, así que las cámaras son siempre un componente importante de la vigilancia porque permiten ver si realmente hay alguien extraño en la casa.

Los sensores pueden dar falsas alarmas, señala Nico Jurran, de la revista c't. Puede pasar, por ejemplo, que un sensor de una ventana se active con el movimiento de una rama. Pero a través de las cámaras se ve de inmediato si hay alguien o no.

También hay cámaras que permiten un reconocimiento facial tras una fase de aprendizaje, explica Jurran. Solamente envían un mensaje al smartphone si aparecen desconocidos.

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