MIAMI.-REDACCIÓN
Con menos dinero que entra y la demanda de importaciones que sigue siendo fuerte, el valor de las reservas de divisas de Venezuela se ha reducido de forma alarmante
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Desastre es la mejor manera de describir la situación económica que afecta a Venezuela, a pesar de que a su presidente Nicolás Maduro no le agrade el término. Así lo asegura el portal de The Economist, en un análisis en el que resalta que .la única esperanza visible es el hecho que la oposición ganó las elecciones en el pasado proceso electoral del 6 de diciembre, obteniendo mayoría en la Asamblea Nacional. "La victoria electoral de la oposición en diciembre mostró que la democracia está todavía viva"
El artículo indica que bajo el mandato de Maduro la nación ha entrado en una fuerte caída, por lo que restringió la publicación de cifras económicas oficiales. Sin embargo, aquellas que se han divulgado confirman que 2015 fue un año muy malo y que 2016 va a ser aún peor.
A juicio del portal Maduro no logró convencer a los votantes de que es un digno heredero de Hugo Chávez. El índice de aprobación de Maduro no está muy por encima del 20%. La nueva Asamblea Nacional está comprometida en una lucha de poder con el régimen. El Tribunal Supremo, que se puede contar aliado al Gobierno, ha dictaminado que tres diputados de la oposición no pudieran ser juramentados, privando a la MUD de su "mayoría calificada".
El precio del petróleo, que proporciona el 95% de los ingresos de divisas de Venezuela, ha dictado durante mucho tiempo la popularidad de sus líderes. Los ingresos del Gobierno a partir del crudo hasta noviembre de 2015 fue de dos tercios menor que en el mismo periodo del año anterior. El precio del petróleo ha caído aún más desde entonces.
Con menos dinero que entra y la demanda de importaciones que sigue siendo fuerte, el valor de las reservas de divisas de Venezuela se ha reducido de forma alarmante. Una caída durante 2015 en el precio del oro, de la cual Venezuela tiene participaciones significativas, ha contribuido a la disminución de las reservas.
La caída actual del petróleo sería un golpe duro para quien esté en el poder, dice The Economist. Sin embargo, el régimen ha agravado enormemente el daño con políticas que, aunque diseñadas para favorecer a los pobres, terminan empobreciendo a ellos y al Estado.
Si desea ver el texto completo puede ir al enlace de The Economist.