Cada año el Carnaval de Miami deja un legado de alegría y unión entre la multicultural comunidad del sur de la Florida, pero, además, una enseñanza sobre la mejor forma de darle a la gente un poco de alivio en sus cargas diarias.
Vítores al Club Kiwanis y al Carnaval de Miami. A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, reza un viejo dicho popular basado en las sagradas escrituras
Cada año el Carnaval de Miami deja un legado de alegría y unión entre la multicultural comunidad del sur de la Florida, pero, además, una enseñanza sobre la mejor forma de darle a la gente un poco de alivio en sus cargas diarias.
Este año, el rey de la celebración fue el actor y director de cine cubanoamericano, Andy García, quien volvió a la Pequeña Habana, lugar que lo vio nacer y crecer, para retribuirles a sus antiguos vecinos y amigos un tanto del precio de su fama mundial.
La presencia de García le confirió una alta dosis de prestigio y notoriedad internacional al carnaval, y al Club Kiwanis la oportunidad de proyectarse, entre los habitantes de Miami y el Gran Miami, como una institución de loables iniciativas sociales.
No por casualidad el Carnaval de Miami 2016 estuvo dedicado a los 40 años del Club Kiwanis, de la Pequeña Habana, que nació el 16 de septiembre de 1975 entre un grupo de 15 amigos, con el propósito de ayudar a las personas más necesitadas de la popular barriada miamense.
Cuatro décadas después, esta organización sin ánimo de lucro es considerada uno de los pilares comunitarios más importantes de la ciudad floridana, y así quedó demostrado con la serie de eventos de lujo que este año apreciaron los miles de espectadores de la fiesta popular de la Calle Ocho, donde habitualmente se dan cita ricos y pobres, sin distingo de razas o credos.
El Carnaval de Miami es la simbolización viva de la comedia que, de alguna manera, se burla de la vida cotidiana, pincelada por la tragedia y sus afanes. En otras palabras, es un momento colectivo, fugaz e intenso, que, mediante la música y otras expresiones culturales, permite a una comunidad ávida de sensaciones salirse de la rutina de todos los días.
Vítores al Club Kiwanis y al Carnaval de Miami. A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, reza un viejo dicho popular basado en las sagradas escrituras.