lunes 10  de  febrero 2025
NUEVO GABINETE

Un viejo político y el poder militar marcan el nuevo gabinete de Maduro

El gobernante renueva su gabinete con un veterano político como segundo a bordo y el respaldo de los militares que conservan inalterable su cuota dentro del Gobierno bolivariano

CARACAS.-PEDRO PABLO PEÑALOZA
Especial

En la sesión de instalación de la Asamblea Nacional, el martes 5 de enero, el coordinador de la bancada oficialista, Héctor Rodríguez (representante del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, por el estado Bolívar), rechazó la designación de Henry Ramos Allup (del partido Acción Democrática, AD, de Caracas) como presidente de la Cámara básicamente basado en un argumento: la edad que tiene Ramos Allup, el secretario general de Acción Democrática.

Rodríguez (33 años) destacó que él era un niño en los tiempos en que Ramos Allup (26 años de experiencia como legislador, 72 de vida) ya tomaba decisiones que a su juicio, lesionaban los intereses de la República. En su turno, el experimentado opositor le explicó al joven chavista que el “cambio” no es una cuestión de rostros ni de almanaques.

Al día siguiente de aquel áspero debate parlamentario, el presidente Nicolás Maduro renovó su gabinete y nombró vicepresidente de la República a uno de los políticos más veteranos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Desplazando a Jorge Arreaza, yerno del difunto comandante Hugo Chávez, Aristóbulo Istúriz (69 años) se convirtió en el segundo a bordo en el Ejecutivo bolivariano.

Tiene apenas tres años menos que Ramos Allup, pero ha acumulado muchos más cargos públicos. Dirigente sindical, concejal, diputado, alcalde de Caracas, ministro de Educación y hasta hace pocas horas, gobernador del estado Anzoátegui, Istúriz podría echar mano de su amplísimo recorrido político para enfrentar la crisis que padece Venezuela.

Luego de la derrota sufrida por el chavismo en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, Istúriz – quien en sus años mozos militó en AD- entonó el mea culpa y sorprendió con un discurso autocrítico, distinto al repetido por los altos jerarcas de la revolución bolivariana.

“Los dirigentes estamos obligados a dar la cara al pueblo siempre, pero cuando hay una derrota nadie sale, me toca salir a mí. Yo asumo la responsabilidad plena de la derrota en el estado Anzoátegui y por eso como miembro de la dirección nacional del partido puse mi cargo a la orden. Hicimos muchas cosas, pero la gente quería que elimináramos las colas. La gente quería conseguir los productos. Y tenemos que decirlo con humildad, no fuimos capaces de eliminar las colas, la especulación y el bachaqueo”, reconoció.

“Istúriz es percibido, por algunos sectores del chavismo, como alguien que puede contribuir a una mayor cohesión de la coalición chavista, que puede dialogar con sectores de la oposición y el empresariado y que tiene suficiente experiencia para proponer una ‘nueva’ versión del socialismo”, acota el consultor político John Magdaleno.

Un antiguo parlamentario del PSUV, que prefiere reservar su identidad, opina que el ascenso de Istúriz es “interesante”. “Es buen político, puede servir para llamar a todos los chavistas que estamos molestos con el Gobierno”, apunta. Otro dirigente oficialista considera que el flamante vicepresidente “sabe cómo atenuar las contradicciones internas” y tiene autoridad para ejercer su liderazgo.

Siguen mandando

Maduro informó el 11 de diciembre que había ordenado el regreso a los cuarteles de los militares que estaban ocupando puestos en la administración pública. “He dado una orden para implementar un plan bien pensado, detallado, para que regresen a sus puestos de mando y a filas activas en cada componente, los compañeros que han ido a la administración pública a prestar sus servicios a la patria. Es momento de regresar a la fuerza para traer más unión”, expuso el jefe de Estado.

Sin embargo, la abogada Rocío San Miguel, experta en temas de la Fuerza Armada Nacional (FAN), subraya que el mandatario venezolano “no honró su promesa”. “Con la restructuración del Gobierno, mantuvo la cuota de diez ministros militares en el gabinete”, precisó la portavoz de la ONG Control Ciudadano.

San Miguel indicó que los militares conservan el control “de los ministerios más importantes, desde la perspectiva de la gestión de los recursos presupuestarios y las competencias que manejan. Entre estos están los ministerios responsables de áreas como la seguridad y defensa del Estado, la alimentación, la construcción de viviendas y el sector eléctrico, cinco áreas de enormes inversiones presupuestarias, frecuentemente ejecutadas sin seguimiento ni evaluación y en los casos más graves sin licitación”.

¿Se debilita Cabello?

En cuanto a las salidas del entorno presidencial, la analista resalta las de José David Cabello y Giuseppe Yoffreda, quienes ya no estarán en los despachos de Comercio y Transporte Acuático y Aéreo, respectivamente. “Puede interpretarse como una derrota de Diosdado Cabello (diputado, expresidente de la AN) en el seno de los grupos de poder que dominan el oficialismo. Son personas allegadas a él, uno por razones familiares (hermano), el otro por acompañarlo en cargos clave desde 2002”, observa.

“Durante 2015, Maduro pasó de un 25% a un 35% de participación de militares en el gabinete ministerial. Con esta restructuración se ratifica lo que se considera una cuota fija inamovible, de más de 25% de participación que tiene pactada la cúpula militar, en esa alianza que el propio Presidente de la República ha dado por llamar ‘el Alto Mando Político Militar de la Revolución’”, concluye la directora de Control Ciudadano.

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