miércoles 18  de  septiembre 2024
TAMARA ADRIÁN

“Venezuela logró derrumbar el muro de Berlín que la dividía”

Tamara llega al hemiciclo venezolano como la primera diputada transgénero electa no solo en ese país sino en todo el continente americano 

El pasado 6 de diciembre, Tamara Adrián se convirtió en la primera diputada suplente transgénero en ser electa a la Asamblea Nacional de Venezuela, por el Distrito Capital. Ese cargo tiene una duración de cinco años y en él Adrián espera propulsar varias leyes que otorguen derechos a la comunidad venezolana de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT).

Adrián ha formado parte del activismo igualitario que lucha durante años en la búsqueda de lograr derechos civiles dentro de la comunidad. De hecho en sus documentos de identidad aún figura el nombre de Tomás Adrián, ya que las leyes venezolanas no estipulan aún el cambio de identidad por reasignación de sexo.

Tamara Adrián, quien aspiró algunas vez por un cargo en el Tribunal Supremo de Justicia, ha desarrollado su carrera como abogada defendiendo los derechos de la comunidad LGBT en Venezuela.  Es graduada en la Universidad Católica Andrés Bello, posee un doctorado en la Universidad Panthéon-Assas de París, además de dedicarse al activismo. Ejerce la docencia en la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad Metropolitana, ambas en la ciudad de Caracas

Adrián asegura en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, que el movimiento LGBT ha disminuido en los últimos años en Venezuela como resultado de la politización del mismo. “En el año 2007 en la marcha del Orgullo Gay llegué a contar entre 50 y 70.000 personas, si el año pasado hubo 5.000, fue mucho. Esto se debe a que en 2008 el Gobierno nacional comenzó a poner banderas rojas (el color político del chavismo) camiones y caras de Chávez por doquier y la gente comenzó a sentirse que no era representada y ante tantas ‘situaciones’ dejó de interesarse”.

¿Cómo asume usted el triunfo que obtuvo con la mesa de la unidad (MUD)? 

Me siento muy comprometida con el movimiento de igualdad porque la Unidad ayer destruyó un gran muro que teníamos acá y este hecho exige eso: unidad. Exige que los venezolanos trabajemos juntos para la creación de un mejor país lleno de oportunidades para todos sin discriminación, que dejemos el odio que nos estuvo dividiendo durante años.

Su elección es inédita no sólo en Venezuela sino en todo el continente americano. ¿Se siente abrumada por ese hecho?

Creo que es una puerta que se abre, una puerta que asumo con toda la responsabilidad y entereza. Lo que yo quiero es que estas mismas oportunidades las tengan otras personas abiertamente LGBT, personas transgénero sobre todo, porque son las más excluidas en el resto de Latinoamérica. Ya ha habido precedentes de personas transexuales electas pero para cargos municipales en Perú, Argentina y Chile. Ha llegado el momento de que se llegue también a los parlamentos de esos países.

La victoria de la oposición fue abrumadora. ¿Esperaban ustedes una respuesta así de los votantes, fueron precavidos en cuanto a las proyecciones?

Nuestros estimados eran mucho menores al comienzo de la tarde, siempre estuvimos proyectando entre 89 y 92 diputados, eso era lo que estábamos esperando en ese momento. Y de repente comenzaron a llegar cifras sorprendentes, alguien decía “ya no son 92 son 95” y luego “no son 95 son 97”, así se fue desarrollando a medida que avanzaba la noche, de verdad, fue extraordinaria esa impresión.

¿Cómo se sintió durante la campaña, cómo fue el contacto cara a cara con el pueblo venezolano?  

Fue un trabajo de escuchar a la gente, de tocar sus necesidades a través del sentimiento y de encontrar eso que en el fondo es la base de la nacionalidad. Fue algo muy importante y muy interesante porque primero me dio impresiones de cosas que yo no había percibido nunca. Por ejemplo yo creía que el fenómeno de la emigración sólo se daba en la clase media profesional inclusive en la media alta. Me pasó muchas veces que cuando subía a un barrio pobre (zonas populares en Venezuela) y tocaba la puertas de un ranchito con aquel argumento de lucha para que no se vayan nuestro hijos o nuestros amigos del país me decían: “yo tengo un amigo que se fue”, “si, yo tengo un sobrino viviendo en tal país” y siempre era un joven profesional, pero de origen muy humilde que no veía que Venezuela le diera esa permeabilidad social que en algún momento le ofreció a otras generaciones.

¿Puede decirse entonces que fue una experiencia de vida?

Totalmente. Fue un experiencia muy importante que ya yo había tenido, pero hacerla en campaña es sin duda como dice Leopoldo López, para poder ser un dirigente político hay que ser primero un dirigente social, ese contacto con la gente ya lo tenía pero sin duda se multiplicó y se potenció con estas actividades.

¿Cómo fue el apoyo de la oposición con usted, sintió odio o irrespeto en algún momento?

¡Yo sentí siempre un apoyo total! Si hubo alguna persona que de forma individual pudiera haber tenido alguna opinión negativa con respecto a lo que se estaba haciendo, creo que se la guardó muy bien.

En cambio, hubo tres grupos que se portaron y que se siguen portando muy mal. Uno de ellos, un grupo de chavistas de los que siempre me atacan por mi orientación sexual, por mi identidad y mí expresión de género –que ellos confunden mucho–.  Esa gente veía en mi una amenaza, yo les decía: muchas gracias vale, porque tú demuestras por qué aquí no ha habido un avance en estos últimos 17 años. Ese es el ejemplo típico de intolerancia chavista que ha impedido que el pueblo evolucione.

En segundo lugar algunos evangélicos hicieron una campaña básicamente en contra mía, NUVIPA (partido político, Una Nueva Visión para mi País) hizo una campaña atacándome. Muy curioso porque al final yo salí electa y ellos no sacaron ningún diputado.

Y en tercer lugar los grupos del Opus Dei que empezaron a atacarme, pero no por mi orientación sexual ni por mi identidad de género, sino por mis posiciones a favor de temas del siglo XXI que para ellos son imposibles de pensar como los métodos anticonceptivos, la interrupción temprana del embarazo, la eutanasia, la legalización de la marihuana. Que al final de cuentas son temas que han sido discutidos en todos los parlamentos de América Latina y que en Venezuela no se quieren discutir porque  estos grupos de fundamentalistas religiosos católicos, consideran inadmisible si quiera la discusión.

¿Ha tenido contacto con algunos de los dirigentes LGBT chavistas?

Si, alguno de ellos me han contactado después de la elección, algunos ya se han puesto a la orden para tratar de hacer un trabajo en conjunto. Otros, no se han manifestado aún. Yo siempre he trabajado con todo el mundo.

¿Cual va a ser su primera propuesta una vez que sea juramentada en el hemiciclo?

En primer lugar legislar sobre una ley de amnistía y reconciliación política. Venezuela derrumbó el muro de Berlín que la dividía, creo que ahora es necesario proceder con las bases de la reconciliación política. Para ello hay la necesidad de sanar esas heridas que nos han dividido, esas heridas de larga data que no vienen de estos últimos 17 años sino que vienen de antes, es decir, algunos se sienten heridos por lo que pasó antes del 98, cuando ganó Chávez, y otros después del 98. Yo creo que ese proceso de sanación, comienza con una comisión de la verdad, ¡esto no es fácil! pero  ya ocurrió por ejemplo en Nicaragua después de la guerra y en España.

Dado el tabú que aún reina en Venezuela, ¿está la oposición dispuesta a apoyarte en algún tipo de legislación que tenga que ver con derechos civiles?, ¿está Venezuela lista para el matrimonio igualitario?

Yo siempre respondo a esa pregunta con otra pregunta, ¿somos menos preparados que México, Colombia, Ecuador, Argentina, Brasil, Uruguay  y Chile? Yo creo que la respuesta es no. De igual manera aquí no se ha hecho el trabajo de hacer entender a la gente que esto no les quita ningún derecho, pero que tampoco tienen derecho a quitarles derechos a las demás personas, porque simplemente el matrimonio igualitario no le quita nada a nadie, pero le da a aquellos que han sido excluidos

¿Ya tienen algún acuerdo? ¿Cómo lo van a hacer?

Todos los diputados electos por parte del partido Voluntad Popular han firmado el acuerdo de matrimonio igualitario. Otros al menos 15 o 20 más están ganados a esa idea. Por lo menos es una masa crítica para ir adelante con la discusión. Yo estoy segura que otra cantidad importante de diputados se sumaria a esta iniciativa en el tiempo debido. Coincido también en que hay una prioridad y el aparato económico de Venezuela está en crisis. Yo sé que para una pareja del mismo sexo una prioridad es su seguridad, pero para todos lo venezolanos es la seguridad en general y el poder tener el sustento y sus necesidades básicas garantizadas

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