El vicepresidente cubano José Ramón Machado Ventura afirmó este martes que "no aceptarán presiones externas" en un momento que el país vive una recesión económica y señaló que los cambios en Cuba son "para fortalecer el socialismo".
"Nadie nos impondrá presiones externas, dirigidas en su mayoría a desmontar los logros de la revolución", dijo Machado Ventura durante el acto central por el homenaje al asalto al cuartel Moncada por Fidel Castro en 1953.
Machado Ventura señaló que el plan de reformas económicas que impulsa el Gobierno cubano está en consulta popular hasta el próximo mes de septiembre y las conclusiones deberán ser refrendadas por el Partido Comunista de Cuba (PCC) en diciembre.
"Se introducirán los cambios que sean necesarios y al ritmo que decidamos", señaló Machado Ventura, quien reconoció que la aplicación de las reformas también está teniendo problemas en la isla, por la actual coyuntura económica negativa en la isla.
"Quiero significar que a pesar de estos modestos resultados no existe conformismo. Estamos conscientes de los problemas que más afectan a nuestro pueblo, de sus insatisfacciones, de las muchas cosas que faltan por hacer y de las potencialidades productivas que debemos alcanzar", afirmó.
Las palabras de Machado Ventura se produjeron ante la presencia del mandatario cubano, Raúl Castro, y de la mayoría de los dirigentes cubanos, que se congregaron en el acto celebrado al amanecer en la Plaza Mayor General Serafín Sánchez de la ciudad de Sancti Spíritus, a 350 kilómetros al este de La Habana.
El acto conmemora el ataque al cuartel Moncada en 1953, encabezado por Fidel Castro, contra la dictadura de Fulgencio Batista. La acción armada fracasó pero fue el origen del Movimiento 26 de Julio, que triunfaría en 1959.
La celebración es el acto político más importante en la isla pero este año se produce en un contexto económico desfavorable.
El Gobierno cubano anunció recientemente que el producto interior bruto en el primer semestre de 2016 creció tan solo un uno por ciento, lo que supone la mitad de lo que estaba pronosticado.
Durante el segundo semestre de 2016 se aplicarán medidas de ahorro en el consumo energético, cuyo suministro se verá afectado en un 25 por ciento.
Las restricciones se concentrarán en las empresas estatales y la administración pública y está previsto que no afecten al sector residencial, el cual significa el 60 por ciento del gasto de la electricidad que produce el país.
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