El Diario en 90 segundos.
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Marco Rubio, indignado por comportamiento de los Miami Marlins en el Clásico Mundial. Fiscal acusa a Trump de crear "falsas expectativas" sobre su detención. Parole humanitario: emiten más información sobre el proceso. Gustavo Petro y Maduro se reúnen nuevamente en Venezuela. Estos son los titulares de El Diario en 90 segundos.
Los cubanos libres comenzaron a llegar desde bien temprano al LoanDepot Park, casa de los Marlins de Miami, para presenciar el histórico juego de pelota entre Cuba y EEUU, pero muchos se llevaron una desagradable sorpresa ante las severas restricciones de acceso con carteles y pancartas, pues presuntamente violaban las políticas del estadio.
De acuerdo con el reglamento interno de Grandes Ligas (MLB) solo podrán entrar los aficionados que porten carteles con dimensiones menores a los tres pies de ancho por cinco de largo. Además, deberán estar fabricados con materiales flexibles y ligeros. Con relación al contenido de los textos o dibujos, “se prohíbe incluir mensajes ofensivos, políticos o religiosos en las mismas”.
El senador cubanoamericano por la Florida Marco Rubio, en una carta abierta a Bruce Sherman, propietario mayoritario de los peces dijo: "Previo al partido de las Semifinales del Clásico Mundial de Béisbol entre EE.UU. y Cuba, los Marlins de Miami aseguraron que no se tolerarían restricciones a la libertad de expresión que exigía la Federación Cubana de Béisbol. Sin embargo, su franquicia no cumplió dicho compromiso. Cuando se abrieron las puertas del estadio, su personal de seguridad le negó la entrada a los invitados que tenían entradas y vestían camisetas con mensajes en apoyo a la libertad de Cuba y/o en contra del régimen, alegando que no se permitirían "mensajes políticos". Después de la indignación pública generalizada en las redes sociales, la seguridad del estadio cedió y comenzó a permitir la entrada de los invitados, afirmando que se debió a una falta de comunicación.
Los Marlins de Miami se refugiaron a las críticas afirmando que la política del V Clásico Mundial de Béisbol y que esta "fue establecida mucho antes del inicio del torneo". Supuestamente mensajes como “Patria y Vida” "no entraban en la categoría de comentario político y debían ser admitidos", no así con otro tipo de leyendas que fueron censuradas por la seguridad del estadio.
Para Rubio "este no fue el fin de la situación. El personal de seguridad contratado, que opera bajo la supervisión directa y la supervisión personal de algunos de los ejecutivos de más alto rango de su franquicia, se enfocaron específicamente en los espectadores que eran visibles en la transmisión de televisión, especialmente aquellos sentados detrás de la base del bateador. Entre otras cosas, intentaron expulsar a la hija de un activista asesinado por el régimen castrista por el simple hecho de sostener un cartel a favor de la democracia. Asimismo, su personal de seguridad se sentó junto a los espectadores en las dos primeras filas y los hostigó durante toda la noche por las camisetas anti-régimen cubano que vestían y los carteles pro-libertad que tenían en sus manos, claramente visible para la audiencia mundial. Los altos directivos de su franquicia estaban señalando a espectadores específicos. Inexcusablemente, su personal de seguridad empleó tácticas que uno esperaría en Cuba, no en los EEUU"
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